Lanzamiento del Mapa de Falsas Soluciones a la crisis climática jueves 4 de abril

Les invitamos a participar en la presentación del Mapa de Falsas Soluciones a la crisis climático realizado por la Campaña Global para exigir Justicia Climática (DCJ) Y la Plataforma Latinoamérica y del Caribe por la Justicia Climática – A abril 2024

Le invitamos a seguir el lanzamiento Mapa de Falsas Soluciones a la crisis climática donde alertamos sobre las amenazas que representan para los territorios de vida 🌊
Será un lanzamiento regional a nivel Latinoamérica y el Caribe🌎

El Mapa se lanzará a las 15.30 de los territorios de #México, #Nicaragua, #Guatemala, #CostaRica, #Honduras y #ElSalvador donde activan las organizaciones @ecore2018 @otrosmundoschiapas @universidad_cesu y @ecofem.sv

Publicaremos también junto a las organizaciones que comparten otros horarios ☀️❤️ así que pon atención a nuestras publicaciones

Puedes seguir el evento en Facebook https://fb.me/e/1RN4KdbtA
o sumarte a través de zoom para traducción en portugués e inglés ➡ https://us02web.zoom.us/j/87574528756

Campaña Global para Exigir Justicia Climática

Compartimos esta campaña por el cambio climático DCJ (por sus sigla en inglés) a la cual nos hemos sumado recientemente – Febrero 2023

El clima de la Tierra se está desestabilizando y el planeta está en crisis.

El cambio climático está multiplicando los sufrimientos de las personas que ya sufren las injusticias mundiales del hambre, el despojo y las violaciones de los derechos humanos. Algunos de los impactos del aumento de 0,8 grados centígrados en la temperatura promedio de la tierra desde 1900 incluyen:

  • El retroceso significativo de los glaciares de montaña, una fuente de agua para millones de personas. Los cambios en los patrones de lluvias están causando un gran estrés hídrico, particularmente en África occidental y el sur de Asia.
  • Hoy hay un 80 % menos de hielo marino en el Ártico que en 1950, lo que provoca un aumento del nivel del mar y amenaza a más de 600 millones de personas que viven a menos de 10 metros sobre el nivel del mar.
  • El aumento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera provoca la acidificación de los océanos, con algunos océanos ahora un 30 % más ácidos de lo normal, dañando los hábitats oceánicos y destruyendo las poblaciones de peces. El aumento de la temperatura del océano también reduce el crecimiento de los peces, lo que afecta las reservas de alimento y los medios de subsistencia de al menos mil millones de personas.
  • Los rendimientos de los cultivos están disminuyendo y los aumentos de los precios de los alimentos relacionados con el clima han empujado  a la pobreza -desde 2005- a unos 105 millones de personas.
  • Cada año, miles de personas pierden la vida y millones pierden hogares y medios de subsistencia debido a fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático.

Incluso con la llamada ‘acción climática’ prometida por los gobiernos, estamos en camino de arriesgarnos a  un calentamiento de 5 grados centígrados. Esto cambiará radicalmente la superficie del planeta, colapsando los sistemas de los que dependemos para la vida. Amenaza con acabar con vastas poblaciones y cambiar profundamente la vida en la Tierra.

El cambio climático surge principalmente de:

  • Sistemas de extracción, producción, distribución y consumo impulsados ​​por las ganancias y orientados al crecimiento, que sacrifican las necesidades de la mayoría y el bienestar del planeta por los intereses de unos pocos.
  • Estructuras económicas y sociales desiguales y explotadoras que abusan del medio ambiente y generan aún más desigualdad entre países, clases, géneros, etnias y comunidades.
  • Políticas y prácticas promovidas por corporaciones globales, países ricos e industrializados, instituciones internacionales y élites económicas y políticas que perpetúan y fomentan estos sistemas y estructuras.

La mayoría de las comunidades y pueblos del mundo tienen poca responsabilidad por la crisis climática y, sin embargo, sufren sus peores efectos al verse privados de los medios para responder. También conllevan impactos adicionales derivados de las falsas soluciones promovidas por quienes evitan medidas significativas, eficaces y justas para abordar el cambio climático y, en cambio, buscan beneficiarse de él.

Abordar estos desafíos requiere una transformación social profunda en todos los países y en todos los niveles: local, nacional y mundial.

Requiere una transición rápida y justa hacia sistemas energéticos, modos de producción y prácticas de consumo que sean compatibles con los límites del planeta y estén dirigidos a satisfacer las necesidades de los pueblos en lugar de la búsqueda incesante de ganancias.

Esto no sucederá sin una movilización masiva de personas en todas partes, en el sur y en el norte.

Nuestros esfuerzos hasta ahora no han logrado superar la negativa persistente de las élites poderosas, las corporaciones y los gobiernos a cumplir con sus responsabilidades y obligaciones, y sus esfuerzos por interponerse en el camino del cambio social.

Necesitamos intensificar nuestros esfuerzos para construir y ejercer el poder de la acción colectiva, en diferentes formas en diversos frentes y escenarios, en diferentes niveles (local, nacional y global) a una escala nunca antes vista.

Desarrollemos nuestra capacidad para movilizaciones coordinadas durante momentos políticos críticos, aumentando progresivamente el número de personas movilizadas, ampliando el número de comunidades, ciudades y países participantes, elevando la escala, intensidad y audacia de nuestras acciones, desarrollando nuestra fuerza y poder para impedir la catástrofe planetaria.

1. Luchar por la transformación de los sistemas energéticos

  • El fin de la energía sucia y dañina; el cumplimiento del derecho de los pueblos a la energía para sus necesidades básicas;
  • Un cambio rápido hacia energía limpia y renovable pública y comunitaria;
  • El fin del consumo excesivo y derrochador de energía por parte de las corporaciones y las élites.

2. Luchar por la soberanía alimentaria, por el derecho de los pueblos a una alimentación suficiente, sana y adecuada, y a sistemas alimentarios sostenibles

  • La promoción de una agricultura y agroecología sostenibles y resilientes al cambio climático;
  • Acceso democrático a la tierra y los recursos basados ​​en la tierra;
  • Los derechos de los pequeños productores de alimentos;
  • El reconocimiento de los roles y derechos de las mujeres en la agricultura, la acuicultura, la pesca y los sistemas de pastoreo;
  • Control de los agricultores de la diversidad de semillas;
  • La reorganización global de la producción y el comercio de alimentos hacia la priorización del consumo de alimentos producidos localmente.

3. Luchar por la soberanía alimentaria, por el derecho de los pueblos a una alimenLuchar por el derecho de las personas a agua suficiente, asequible, limpia y de calidadtación suficiente, sana y adecuada, y a sistemas alimentarios sostenibles

  • Por el uso y manejo sostenible, equitativo y democrático de los recursos hídricos;
  • Por la protección de fuentes de agua y cuencas hidrográficas frente a industrias extractivas, proyectos de energía sucia y nociva.

4. Luchar por transiciones justas para todos las trabajadoras, trabajadoress, empezando por los de las industrias energéticas sucias y dañinas

  • Crear empleos para desarrollar la resiliencia climática y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero;
  • Defender y garantizar el cumplimiento de los derechos de todas las personas trabajadoras, incluidos los derechos de género y reproductivos;
  • Proporcionar medios de vida y empleos sostenibles, decentes y climáticamente resilientes para todas y todos.

5. Luchar por la seguridad de las personas y la seguridad de los hogares y los medios de subsistencia frente a los desastres climáticos

  • Los derechos de los pueblos desplazados por el clima y los migrantes climáticos;
  • Programas gestionados por la comunidad para la adaptación, la construcción de resiliencia y los sistemas de energía renovable en los esfuerzos de reconstrucción y respuesta a desastres;
  • El fin de la dominación corporativa y la especulación con el socorro y la reconstrucción en casos de desastre.

6. Luchar por los derechos sociales, políticos, económicos, culturales y reproductivos y el empoderamiento de todos nuestros pueblos y comunidades

  • Incluyendo pueblos indígenas, trabajadores, agricultores, pastores, pescadores, pobres urbanos y rurales, mujeres y LGBT, niños y jóvenes, migrantes, refugiados, apátridas, desempleados, sin tierra, personas mayores, con capacidades diferentes -y su derecho equitativo a y su responsabilidad de los bienes comunes;
  • Y la entrega de financiamiento climático como parte de estas reparaciones.

7. Luchar por las reparaciones de la deuda climática de los mayores responsables del cambio climático

8.  Luchar por la movilización y entrega de financiamiento climático

Por todos los estados como parte de sus obligaciones de atender las necesidades y el bienestar de sus ciudadanos; Garantizar que la financiación climática se asigne y utilice de manera equitativa, democrática y adecuada a sus propósitos.

9. Luchar por el fin del engaño y las falsas soluciones

  • En mitigación y adaptación (“maladaptación”), como compensaciones y comercio de carbono, enfoques basados ​​en el mercado para los bosques (REDD), la agricultura (“climáticamente inteligente”), suelo y agua, geoingeniería y arreglos tecnológicos a gran escala, energía nuclear, mega represas hidroeléctricas, agrocombustibles, carbón “limpio”, OGM, la industria de incineración de residuos con generación de energía, “remodelación” a gran escala;
  • Detener la captura de los programas climáticos  por parte de las corporaciones y el financiamiento privado.

10. Luchar por el fin de las políticas, decisiones y medidas de gobiernos, élites, instituciones y corporaciones (nacionales, regionales y globales) que aumentan la vulnerabilidad de las personas y el planeta ante los impactos del cambio climático.

Tales como la tala y la deforestación, la destrucción y el control corporativo de bosques y manglares por parte de industrias sucias y dañinas, industrias extractivas no reguladas, plantaciones de monocultivos, liberalización del comercio, privatización de servicios esenciales, políticas migratorias y fronterizas discriminatorias y dañinas, discriminación de mujeres, personas mayores, niños. grupos indígenas, comunidades étnicas, familias y comunidades pobres.

11. Luchar para detener la mercantilización y financiarización de la naturaleza y las funciones de la naturaleza

12. Luchar por un acuerdo climático internacional que tenga sus raíces en la ciencia, la equidad y la justicia

  • Basado en la responsabilidad histórica; sin compensaciones ni lagunas; destinados a limitar el aumento de la temperatura muy por debajo de 1,5 ºC;
  • Garantizar la entrega de financiamiento y tecnología y otros mecanismos para empoderar a las personas y las comunidades para desarrollar resiliencia y hacer frente a las pérdidas y los daños.

Actuemos con claridad, cohesión y coraje para estabilizar el sistema climático de la Tierra y asegurar un mundo justo y sostenible.

¡Cambio de sistema, no cambio climático!

[Informe] La Gran Estafa: Cómo los Grandes Contaminadores imponen su agenda “cero neto” para retrasar, engañar y negar la acción climática

Informe de Amigos de la Tierra Internacional ATI sobre el cambio climático – A 9 de junio del 2021

Nuestro informe con Corporate Accountability y Global Forest Coalition pone al descubierto la dudosa aritmética, los vagos objetivos y las inviables aspiraciones tecnológicas que se despliegan en los planes “cero neto”. El informe está construido a partir del análisis de los planes de una serie de industrias contaminantes clave, como las de los combustibles fósiles y de energía, la industria de la aviación y tecnológica, la de venta y distribución de bienes de consumo, la financiera y la agroindustria. En el informe también hace una profunda revisión de algunas de las estrategias utilizadas por esas industrias para asegurar que su agenda “cero neto” se convierta en el punto más importante de la respuesta global a la crisis climática.

>>Lee el informe aquí<<

El presente informe encuentra evidencias claras de que los planes climáticos “cero neto” son sencillamente los nuevos intentos de las industrias contaminantes…de eludir su responsabilidad de actuar para abordar el cambio climático.

Introducción

En 2020 los desastres naturales se dieron con una frecuencia tres veces superior a la de hace medio siglo.12 Ya el año 2021 promete tener algunos de los desastres climáticos más extremos de nuestra historia.3Solo en los primeros cuatro meses el planeta ha sido asolado por tifones y huracanes de potencia inusitada,45 temperaturas letalmente bajas,6 plagas de langostas devastadoras7 e inundaciones sin precedente.8 El denominador común de todos estos eventos extremos es el cambio climático.

La velocidad a la que cambia el clima actualmente está alimentando una crisis que amenaza a miles de millones de vidas. Los impactos de esta crisis no son nada nuevo para los pueblos indígenas, las comunidades en resistencia a la crisis climática. Estas comunidades y países son quienes menos han contribuido a la crisis, pero están sufriendo más sus consecuencias y antes que nadie; esto sumado a siglos de un sistema racista y colonial. Pero a medida que los impactos sobre las vidas y el planeta se exacerban en todo el mundo, la población del Norte global está tomando conciencia de las realidades de la crisis climática, además de las otras crisis que ésta agrava, como la del hambre, la pobreza y la crisis sanitaria. En los últimos años, cada vez más personas se suman a los jóvenes, los pueblos indígenas, las comunidades en resistencia, las mujeres, las y los jóvenes y las personas de color que han abanderado la reivindicación de la justicia climática.

Esta ola de activismo mundial, desde huelgas escolares9 asentadas en las conversaciones climáticas de la ONU,10 ha colocado las múltiples crisis existenciales a las que nos enfrentamos a la cabeza de la lista de prioridades de los gobiernos, y las empresas y financiadores que también anuncian acciones climáticas. Estos actores se apresuran ahora a dar respuestas, antes de que los llamados a la acción se hagan más fuertes. Pero los Grandes Contaminadores están respondiendo con los mismos trucos que durante décadas vienen utilizando en su campaña; maquillar de verde sus prácticas corporativas y presentarse como la solución, por una parte, y mentir al público mientras retrasan las acciones reales, por la otra.

En vez de ofrecer soluciones reales y significativas para abordar de manera justa la crisis que crearon de manera deliberada, y asumir la responsabilidad de actuar empezando por reducir drásticamente las emisiones en su origen, los gobiernos y las grandes empresas contaminantes desarrollan planes “cero neto” que requieren poco o nada en materia de soluciones reales o reducciones de emisiones efectivas y reales. Lo que es más, tal como queda recogido en el informe, ven el potencial que tendría mundialmente el “cero neto” para ofrecerles nuevas oportunidades de negocios, en vez de limitar la producción y el consumo de sus productos contaminantes.

Tras décadas de inactividad, de pronto, las empresas se desviven por comprometerse al “cero neto” en emisiones. Entre otras, hablamos de gigantes de los combustibles fósiles como BP, Shell y Total; las grandes tecnológicas, Microsoft y Apple; minoristas como Amazon y Walmart; financieras como HBSC, Bank of America y Blackrock; líneas aéreas como United y Delta; y agroindustrias productoras de alimentos, ganado y carne como JBS, Nestlé y Cargill. Las compañías contaminantes compiten por colgarse la medalla de alcanzar unas emisiones “cero neto” para 2050, o alguna otra fecha del futuro lejano. En los últimos años, más de 1500 empresas han anunciado sus compromisos “cero neto”, ante el aplauso de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC)11 y el Secretariado General de Naciones Unidas.12

¿Pero hay algo que aplaudir en el “cero neto”? ¿Podemos confiar en estas compañías, con sus penosos antecedentes de bloquear avances y no tomar medidas significativas? ¿Sus promesas están respaldadas por planes de acción de verdad, y sus planes refuerzan la democracia y apoyan las prioridades de las comunidades indígenas y más impactadas?

Al tratar de dar respuesta a estas preguntas, el presente informe encuentra evidencias claras de que los planes climáticos “cero neto” son sencillamente los nuevos intentos de las industrias contaminantes, y los gobiernos neoliberales que las obedecen, de eludir su responsabilidad de actuar para abordar el cambio climático o reparar los daños que han infligido a los ecosistemas y las comunidades más impactadas y en resistencia a la crisis climática. Los planes que están preparando podrían incluso agravar la crisis climática.

En la primera sección, el informe resume el análisis existente sobre cómo los planes “cero neto”, más que ofrecer un enfoque creíble de la política climática, son un vehículo para que los Grandes Contaminadores maquillen de verde sus decisiones corporativas. Al analizar los planes “cero neto” de toda una serie de compañías contaminantes de diferentes industrias, el informe detalla en la segunda sección, que estos planes ocultan peligrosamente más contaminación y desvían la atención de la acción real necesaria. En la tercera sección, el informe muestra con varios ejemplos ilustrativos que el centrarse en el “cero neto” es una elección premeditada: es la culminación del ejercicio de cooptación empresarial de la política climática que han realizado los Grandes Contaminadores usando, entre otros recursos, su gigantesca influencia corporativa obtenida mediante campañas de incidencia, contribuciones económicas, relaciones públicas e influencia en el mundo académico.

Por último, el informe es una llamada urgente a la acción para que todas y todos los implicados en la elaboración de políticas a nivel mundial cambien de rumbo ya. Los planes “cero neto” amenazan con suplantar las acciones probadas y significativas, y con afianzar una economía contaminante y destructiva para que se prolongue durante décadas. El planeta y sus habitantes dependen de que los gobiernos del mundo hagan cuanto esté en sus manos, ya, para reducir las emisiones hasta el cero real, no neto. Cualquier otra medida tendrá consecuencias letales para miles de millones de personas y sus medios y sustentos de vida.

>>Lee el informe aquí<<

“Cero neto”: la gran estafa

¿QUÉ SIGNIFICA “CERO NETO”?

Cada vez más, el concepto de “cero neto” se malinterpreta en los espacios políticos, así como por los actores individuales para evadir la acción y eludir la responsabilidad. La idea del uso de los Grandes Contaminadores del “cero neto” es que una entidad puede seguir contaminando como siempre (o incluso aumentar sus emisiones) y compensar esas emisiones de diferentes maneras. En estos planes, las emisiones se reducen a una ecuación matemática; pueden substraerse de un sitio y sumarse en otro. Es una ecuación sencilla en teoría, pero que falla estrepitosamente en la práctica: estos programas se están utilizando para ocultar la inacción, trasladar la carga procedente de los recortes de emisiones y la evitación de la contaminación a comunidades históricamente explotadas y jugarnos nuestro futuro colectivo apostando por garantizar el impacto destructivo y prolongado sobre la tierra, los océanos y los bosques y por las tecnologías de geoingeniería, como las que aparecen en el recuadro Distracciones Peligrosas. Estas tecnologías son sumamente arriesgadas, no existen a la escala supuestamente necesaria y pueden llegar a causar daños enormes y probablemente irreversibles.1314

COLONIALISMO DE CARBONO (CO2LONIALISMO)

Las comunidades históricamente explotadas han estado advirtiendo acertadamente que muchos de los programas usados por estos contaminadores, como las compensaciones y REDD+, entrañan un nuevo colonialismo de carbono. Poniéndoles la etiqueta de “cero neto”, los Grandes Contaminadores están siguiendo patrones similares de dominio histórico, intentando disfrazar el neocolonialismo con el lenguaje de la sustentabilidad medioambiental. También trasladan la carga de la acción climática de los países y corporaciones responsables de producir y consumir emisiones a las comunidades de primera línea.15 No obstante, los actores contaminantes que pagaron los proyectos se quedan con el crédito de recortar las emisiones. Esto puede crear una dinámica en la que los países que están llevando a cabo los proyectos de eliminación de las compensaciones carguen de forma desproporcionada con el lastre de la acción climática, recibiendo poco o ningún crédito para la consecución de sus propios objetivos según el Acuerdo de París. En el contexto geopolítico, también acorrala a países del Sur forzándoles a recurrir a los mercados de carbono para financiarse, ya que la financiación climática que les deben los países históricamente responsables de las emisiones se les deniega repetidamente. Además, aumentan el riesgo de desplazar a los pueblos de sus tierras, de provocar acaparamiento del territorio, y de que se prive a la gente, en particular a los pueblos indígenas, las comunidades de pequeños agricultores y las mujeres que administran la tierra, de su derecho a la alimentación, de sus culturas y su sustento.16 Para las comunidades que ya están sufriendo las consecuencias múltiples de la pandemia de COVID-19, un aumento repentino de proyectos de compensación de emisiones agravaría sin duda el desastre.

¿QUIENES SON LOS GRANDES CONTAMINADORES?

Los Grandes Contaminadores son los sectores industriales, compuestos por las empresas y negocios o asociaciones que las representan, cuyas operaciones son las principales responsables de las emisiones que han provocado y siguen impulsando la crisis climática.17 Solo 100 corporaciones son responsables del 70 por ciento de las emisiones históricas.18 Aunque la industria de los combustibles fósiles es un miembro destacado del grupo, se incluyen también otros sectores altamente contaminantes y emisores, como los de alimentos industriales y agronegocios (responsables de al menos un tercio de las emisiones mundiales),19 la aviación (entre los 10 principales emisores mundiales),20 la tala,21 el menudeo22 y la tecnología23 y los grupos que las apoyan. Esto también incluye a las instituciones financieras y aseguradoras que invierten billones en modelos empresariales extractivos y contaminadores.

Estas industrias no solo son responsables de la mayoría de las emisiones globales hasta la fecha, sino que también son fundamentales para la máquina de negación, retraso y engaño que ha llevado a una falla global para actuar para abordar de manera equitativa la crisis climática. Los Grandes Contaminadores llevan décadas gastando cantidades insospechadas en negar la ciencia climática, sembrar dudas y bloquear casi todas las políticas climáticas de relieve que se han puesto sobre la mesa.24252627 Tienen un historial contrastado de engaños, retrasos y negaciones, y el interés financiero de seguir contaminando a cualquier coste para las personas o el planeta.

>>Seguir leyendo informe aquí<<

Imagen: Vincent Go / Greenpeace

Más información: