En Amigos de la Tierra Internacional creemos de todo corazón en el Poder Popular. En nuestro informe anual 2022, destacamos algunos de nuestros principales logros luchando por la justicia medioambiental y social.
No hay manera fácil de decirlo: el tiempo se está agotando. En mi propio país, Sri Lanka, los efectos del cambio climático ya se hacen sentir; hay gente muriendo y el medioambiente sufre. Sin embargo, las soluciones a nuestra crisis planetaria son sencillas y realizables, y aún hay mucho espacio para abrigar esperanzas.
– Hemantha Withanage, Presidente de Amigos de la Tierra Internacional, 2022
Transformar nuestras esperanzas
En 2022, Amigos de la Tierra Internacional centró sus esfuerzos en transformar nuestras esperanzas en realidad haciendo sentir nuestras voces en espacios multilaterales. Participamos en las negociaciones de la ONU en Ginebra por un Tratado Vinculante sobre Empresas Transnacionales y nos opusimos al acuerdo comercial negociado entre la UE y el Mercosur, en la Cumbre de la ONU sobre el Clima, el Comité de la ONU sobre la Seguridad Alimentaria Mundial y la COP 15 del Convenio sobre la Diversidad Biológica, entre otras instancias.
El papel que juega Amigos de la Tierra Internacional en estos foros es crucial: poner al descubierto el poderoso e interesado papel de las empresas transnacionales y los gobiernos y políticas neoliberales y los devastadores impactos para los pueblos y comunidades que luchan en el terreno contra la impunidad empresarial, el hambre, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y las violaciones de sus derechos, su criminalización e incluso asesinatos de sus integrantes.
Tomando como punto de partida la histórica victoria de Amigos de la Tierra Países Bajos en 2021 que obligó a Shell a reducir drásticamente sus emisiones, también apoyamos otras luchas por la justicia y la rendición de cuentas libradas a través de varias demandas judiciales en todo el mundo, incluida la demanda por daños climáticos interpuesta por pobladores de islas indonesias contra la empresa suiza Holcim. Lo que sigue brindándome esperanzas en el impredecible mundo actual es la gente y las organizaciones con las que trabajamos. Están generando activamente el cambio de sistema: alternativas hermosas y resilientes que siguen inspirando a otros. Por citar sólo algunas: Amigos de la Tierra Togo está cabildeando para que en la estrategia agropecuaria del país se priorice la soberanía alimentaria; jóvenes de Filipinas reviviendo prácticas agroecológicas indígenas; y CESTA – Amigos de la Tierra El Salvador capacitando a familias para que sean autosuficientes mediante prácticas agroecológicas. Seguiremos trabajando por la convergencia de los movimientos para construir una sociedad justa.
Sigue leyendo si gustas para enterarte de más noticias inspiradoras y esperanzadoras de nuestras/os activistas de campañas y nuestras comunidades y descargue nuestros informe anuales para 2022. ¡Gracias por ser parte del cambio!
Compartimos con mucha alegría esta serie de entrevistas apropósito de los 50 años de Amigos de la Tierra Internacional ATI – A 27 de julio del 2022
Primera parte: ¿Cómo llegamos hasta aquí?
Cuando Amigos de la Tierra Internacional cumplió 50 años en 2021 nos tomamos un momento para reflexionar sobre nuestra trayectoria hasta la fecha y el papel de la federación mientras la humanidad enfrenta sus mayores desafíos.
El trazado de la historia es claro. Amigos de la Tierra Internacional fue fundada en 1971 por cuatro grupos -Francia, Suecia, Inglaterra y Estados Unidos. Diez años más tarde se creó un secretariado internacional, al principio conformado por voluntarias/os que rotaban de país a país. En 1983 ya contábamos con 25 miembros y se eligió un comité ejecutivo para supervisar a la federación. En 1986 la asamblea general anual se llevó a cabo por primera vez en una organización del Sur Global, Sahabat Alam Malasia/Amigos de la Tierra Malasia. Con presencia actualmente en 73 países, somos la organización ambiental de base más grande del mundo.
¿Pero cómo se produjo esta notable evolución? ¿Y cómo nos posicionamos para cumplir con los desafíos que se vienen?
Para responder estas preguntas, en 2021 el presidente actual y las/os expresidentas/es de Amigos de la Tierra Internacional (Ricardo Navarro, Meena Rahman, Nnimmo Bassey, Jagoda Munic, Karin Nansen y Hemantha Withanage) y un miembro fundador de la red (Edwin Matthews) hablaron con Amelia Collins del secretariado internacional y José Elosegui de Radio Mundo Real. La sesión fue grabada por Radio Mundo Real en forma de podcast, y esta es una transcripción editada de la conversación. Para mayor información sobre las/os participantes, deslizar hasta la parte final del documento.
Primera parte
Edwin: Todas las personas tenemos ideas de vez en cuando, algunas buenas, otras malas. Yo tuve una muy buena idea, que fue tomar Amigos de la Tierra, que había sido fundada en Estados Unidos por David Brower y convertirla en algo mundial -trasladar la idea y el nombre a cada país. Porque evidentemente, nuestros desafíos ambientales no estaban limitados por las fronteras nacionales.
Así es que procedí a crear Amigos de la Tierra en Francia, con muchas otras personas, y luego Amigos de la Tierra en el Reino Unido, con muchas otras personas, y Amigos de la Tierra en Suecia con otras personas.
Cada uno de estos comienzos es una conversación entera en sí misma. Pero en 1971 comencé a pensar cómo podíamos tejer todos estos grupos independientes entre sí. Todos tenían el mismo nombre, que fue concebido por la esposa de David Brower, Anne Brower. ¿Pero cómo se relacionan entre sí? ¿Y cómo podemos coordinarnos?
En ese momento era abogado en París. Me parecía muy importante que se mantuviera la independencia y diversidad de los distintos grupos nacionales y que se mantuviera la energía de la organización y el activismo de base. No estaba interesado en un órgano de gobierno general, sino en una especie de asociación. Busqué precedentes y lo más cercano que encontré fue la Cruz Roja.
Procedí a redactar los primeros estatutos de Amigos de la Tierra Internacional como asociación o colaboración de organizaciones independientes, cada una hablando en su propio idioma, cada una traduciendo el movimiento ambiental y nuestras inquietudes en términos de lo que resonara en su propia cultura.
Me parecía importante que no fuera Estados Unidos quien les dijera a los demás cómo hacerlo o les dijera qué significaba el ambientalismo en otros países. Depende de cada una/o de nosotras/os, con nuestra propia cultura, nuestros propios prejuicios, nuestros propios sueños y esperanzas traducir qué es lo que significa cuidar el planeta.
«Depende de cada una/o de nosotras/os, con nuestra propia cultura, nuestros propios prejuicios, nuestros propios sueños y esperanzas traducir qué es lo que significa cuidar el planeta». – Edwin Matthews
Y en realidad esto se ha desarrollado de forma hermosa dentro de Amigos de la Tierra Internacional porque cada grupo ve los desafíos ambientales de forma distinta y la diversidad es bastante emocionante.
En un principio incluía a Francia, el Reino Unido, Suecia y Estados Unidos. Creo que tuvimos nuestra primera reunión en París en 1971. Nos reunimos por varios días y terminamos con una larga caminata en el bosque de Rambouillet con -por supuesto- un almuerzo francés en una posada en el bosque. Fue un momento maravilloso. Luego tuvimos otras reuniones en Suecia y Londres y en otras partes. Así es básicamente cómo comenzó.
Lo importante, creo, es que la independencia de los grupos y el sentido de que todos cooperan hacia un fin en común, se ha mantenido. Y estoy feliz por eso.
Les diría a todas/os ustedes y a todas las personas del planeta -todas/os tenemos ideas- que tomen su idea y hagan algo con ella. Esto, en todo caso, es de lo que se trata Amigos de la Tierra. No se trata sólo de hablar, se trata de hacer.
«Toma tu idea y haz algo con ella. Esto es de lo que se trata Amigos de la Tierra. No se trata sólo de hablar, se trata de hacer». – Edwin Matthews
Ricardo: Es realmente asombroso. Ahora somos alrededor de 2 millones y medio de personas en diferentes países. Uno de los aspectos maravillosos (de nuestra federación) es que mantenemos la diversidad, esto es extremadamente importante. Por supuesto, todas/os trabajamos en pos de un mundo sustentable, en términos ambientales, sociales, políticos. Pero somos diversas/os y eso es muy importante porque no es una idea desarrollada en un país. Tenemos que agradecerte, Edwin, por todo el esfuerzo. Es increíble que lo hayas empezado hace 50 años.
Edwin: Pero además no es muy largo, porque el mundo se está moviendo más y más rápido, y no en el buen sentido, para nada. Pero Amigos de la Tierra es una avenida esperanzadora que creo que representa una gran promesa para el futuro.
Me perturba muchísimo lo que le está sucediendo a nuestra civilización y a la vida en el planeta. Y creo que en los últimos 50 años hemos desarrollado problemas muy graves que amenazan nuestra propia existencia, y si no los atacamos juntas/os -cada una/o en su país a su propia manera- no habrá esperanza. En un sentido, Amigos de la Tierra ofrece esperanza, y la necesitamos más que nunca.
Jose: Gracias, Edwin. Ahora, Meena, me gustaría preguntarte cómo consideras que ha cambiado el ambientalismo a lo largo de los años y cómo ha evolucionado Amigos de la Tierra.
Meena: Gracias, Edwin y también Ricardo por capturar un poco de esa historia, la evolución e importancia de Amigos de la Tierra Internacional, y la diversidad y conexión con las bases.
Represento a Amigos de la Tierra Malasia. Sahabat Alam Malasia es una traducción literal de Amigos de la Tierra Internacional en malayo. Fuimos las/os primeras/os en ser anfitrionas/es de una asamblea de Amigos de la Tierra Internacional en el mundo en desarrollo y demostrar que es una organización que está conectada con las comunidades de base.
En ese momento, muchas/os de nosotras/os estábamos involucradas/os en las luchas sobre bosques, en el movimiento de bosques tropicales etc, y la lucha por los derechos de los Pueblos Indígenas, pero la conexión con Amigos de la Tierra Internacional fue una base muy importante para nosotras/os, realmente nos ayudó en nuestras luchas locales. Creo que esa es la belleza de esta organización, esta federación, la conexión desde las bases. No se trata de grupos de conservación típicos, sino de apoyar realmente las luchas de las comunidades locales, Pueblos Indígenas, campesinas/os y pescadoras/es, etc., en la primera línea. Esto sigue ocurriendo y es muy emocionante.
«Esa es la belleza de esta organización, esta federación, la conexión desde las bases. No se trata de grupos de conservación típicos, sino de apoyar realmente las luchas de las comunidades locales, Pueblos Indígenas, campesinas/os y pescadoras/es, etc., en la primera línea». – Meena Rahman
Me gustaría reflexionar sobre el hecho que suponemos que crear y llegar a un acuerdo sobre nuestra visión y misión fue fácil para esta federación. No fue para nada fácil. Esa es la siguiente parte de la historia que me gustaría compartir.
Comencé a trabajar activamente en Amigos de la Tierra en la asamblea de Beatenberg [AGB organizada por Pro Natura/Amigos de la Tierra Suiza en 2002 como anfitriones]. Para aquellas/os de nosotras/os que hemos participado en las asambleas generales anuales de Amigos de la Tierra (en ese entonces) o las asambleas generales bienales (ahora), es realmente maravilloso: tienes banderas y países y gente sentada alrededor de la mesa, con normas y procedimientos. Realmente era como unas Naciones Unidas en miniatura. Era bastante abrumador para una persona muy nueva.
Pero fue en esa época que nos dimos cuenta de que no teníamos una visión clara, no teníamos una misión clara. Cada una/o veíamos las cosas desde nuestro propio contexto y nuestras propias circunstancias.
La visión y misión de Amigos de la Tierra Internacional que tenemos ahora surgió tras un proceso enorme. Es algo que no podemos dar por sentado, porque en ese momento en el que comencé a involucrarme en la federación era bastante claro que había una lucha de paradigmas en términos de la disputa Norte-Sur. Recuerdo particularmente a nuestras hermanas y hermanos de la región de América Latina (ATALC) cuestionando a la federación acerca del paradigma, la ideología, el contexto de nuestras luchas e impugnando el capitalismo y el neoliberalismo.
Podríamos habernos dividido en añicos o reagruparnos, y creo que hicimos un gran proceso a partir de esa gran confrontación y eso fue una lección muy importante. De las confrontaciones surge una evolución de cambios.
Tuve el honor y placer de dirigir a la federación en esa época en la que me involucré en el proceso de la red para solucionar el problema. Estábamos en una isla de Colombia, donde había un gran enfrentamiento entre algunas/os de ustedes. Eran todos hombres, no había mujeres y esa era otra crítica que teníamos. Karin estaba allí, pero en ese momento había muy pocas mujeres. Era difícil porque por supuesto somos personas muy apasionadas.
Pero el proceso de la red tuvo como resultado una consulta con los grupos miembro, de abajo hacia arriba, por lo que cada palabra que ven en la visión y la misión fue disputada. De cada región fue un proceso participativo, fue una lucha y nunca dimos por sentada ninguna palabra. Fue un camino hermoso. Reunimos a la federación con una visión y misión muy claras, y con un plan estratégico que sigue orientando a la federación hoy en día.
«Cada palabra que ven en la visión y la misión fue disputada. De cada región fue un proceso participativo y nunca dimos por sentada ninguna palabra». – Meena Rahman
De alguna manera esos conflictos han desaparecido y estamos evolucionando -hemos evolucionado- en una federación mucho mejor.
Este fue el período 2004-2008. Yo fui en gran medida parte de ese proceso para garantizar que la federación se volviera mucho más fuerte. Y me alegro de haber traspasado el mando a las/os siguientes presidentas/es para que dirijan la federación en lo que es ahora.
Nnimmo: Muchas gracias, Meena. Hiciste un gran trabajo, y tuvimos la suerte de tenerte en la federación en ese momento. Realmente fue un proceso muy difícil. A veces te dolía la cabeza de sólo sentarte a debatir lo que finalmente se aceptó como visión y misión de la federación. Pero fue fantástico.
Hoy cuando miro hacia atrás, especialmente las tres palabras clave que capturan todo lo que hacemos -movilizar, resistir, transformar- no puedo imaginarme lo difícil que fue llegar a eso. Mucha colaboración, muchas dificultades.
Como todo esto se había establecido tan claramente, cuando fui presidente era más o menos fácil ver cómo se iba a implementar. Igual no fue muy fluido porque había pequeños focos de -no diría resistencia, sino que todavía había que hacer muchas aclaraciones y algunas personas no entendían del todo cuál sería el impacto de la visión y la misión.
Sé que también fue hermoso, realmente demostró que el enfoque de abajo hacia arriba para construir una visión y misión y organizarnos subraya el hecho de que somos una federación de base. La naturaleza de base prospera en la diversidad. Sin una tierra saludable no es posible tener biodiversidad saludable por lo que las bases, la base de la federación era -es- vital.
Creo que esto es lo que mantiene la vitalidad de la federación, la diversidad y las diferencias y los puntos en común. Estas son las cosas que han ayudado a la federación a mantenerse fuerte, a seguir siendo inclusiva y ser la federación de la que todos los grupos quieren ser parte. Lamentablemente, o afortunadamente, no tenemos múltiples grupos dentro de los países, pero seguimos teniendo una gran red de grupos dentro de los países con los que colaboramos.
«La diversidad y las diferencias, y los puntos en común, estas son las cosas que han ayudado a la federación a mantenerse fuerte, a seguir siendo inclusiva y ser la federación de la que todos los grupos quieren ser parte». – Nnimmo Bassey
Y así, a lo largo de los años, esta visión y misión han nutrido la red.
Lo que realmente me impactó fueron los grandes pasos que dio la federación en momentos clave, especialmente a través de actividades mundiales como en la COP15 de Copenhague. La Cumbre de los Pueblos en Cochabamba en 2010 fue otro momento vital donde vimos el papel clave que Amigos de la Tierra Internacional tuvo en el movimiento que finalmente surgió con el borrador de la Declaración de los Derechos de la Madre Tierra, y los principios (relacionados) que usamos incluso ahora para luchar por la justicia climática y proteger la Madre Tierra.
Entonces hoy, cuando miro el grupo, los programas de la federación, y cómo están creciendo, todo lo que puedo decir es más energía para las/os activistas, más energía para la gente y más fortaleza para nuestros pueblos. Trabajamos sabiendo que al final vamos a conseguir el panorama y la visión clara que tenemos como federación.
Estas fuertes referencias a lo largo de los años han sido muy útiles para alinearnos en el camino correcto dadas las luchas existenciales que enfrentamos en este momento, ya sea el cambio climático, las injusticias económicas, el neocolonialismo y todos los ataques contra defensoras/es de derechos humanos, y las disparidades de género. Luchar contra todo esto ha sido posible porque tenemos un camino claro. Quiero agradecer a todas las personas que sentaron las bases para que esto suceda. Gracias a Edwin, Ricardo, Meena y a todas/os quienes llevaron adelante el trabajo: Jagoda, Karin y ahora Hemantha. Les mando mucha fuerza en el campo de batalla, por así decirlo.
«Ya sea el cambio climático, las injusticias económicas, el neocolonialismo, todos los ataques contra defensoras/es de derechos humanos, disparidades de género, luchar contra todo esto ha sido posible porque tenemos un camino claro». – Nnimmo Bassey
Jagoda: Nnimmo, gracias por guiarnos en este mar agitado como un excelente capitán del barco. Estos documentos que hemos adoptado, los estamos usando hasta hoy en día, lo que demuestra su calidad y cómo siguen siendo relevantes, quizás ahora más que nunca.
Después de Nnimmo no fue fácil ocupar los zapatos de mis predecesores. Fue justo después de la crisis económica de 2007, por lo que había mucha gente hablando sobre el sistema económico, inclusive nosotras/os.
Después de la misión, visión y de decidir nuestras formas de trabajar, de hacer campañas, en 2012 tuvimos un importante debate sobre los sistemas socioeconómicos y luego sobre cómo medimos el cambio de sistema, cómo podemos implementar nuestra visión de mundo, que es completamente diferente de lo que vemos hoy: está basada en la justicia socioambiental y la justicia económica.
Esto se debatió entre 2012 y 2014 y en 2014, en la AGB de Sri Lanka, adoptamos unas orientaciones sobre el cambio de sistema. Diría que siguen siendo válidas y útiles hoy en día. Es maravilloso ver cómo están integradas en nuestro trabajo a nivel nacional, regional e internacional, pero también me gustaría ver, quizás el año próximo, mayores avances sobre esto.
Lo otro que me gustaría compartir es que también intentamos tener una mayor convergencia política. La diversidad es muy importante -enfrentamos diferentes situaciones alrededor del mundo, los grupos son más grandes o más pequeños, pero esta coordinación política es realmente importante, todas/os estamos contribuyendo a las mismas metas.
En mi mandato también mejoramos la forma en que trabajamos en torno a la solidaridad. La discusión sobre como quizás deberíamos enfocarnos en un mayor apoyo estratégico de solidaridad a largo plazo en algunos países surgió en ese entonces. En 2016 fue asesinada Berta Cáceres por lo que tuvimos misiones en Honduras; en 2013 tuvimos una misión a Palestina donde también nos reunimos con activistas palestinas/os. Y discutimos de qué manera podemos brindarles mejor apoyo.
Esta es la base que veo que se está implementando incluso mejor hoy en día y me alegra que todo este gran trabajo que hicimos en esos años nos permitió sobrevivir hasta hoy, e incluso ajustarnos a las circunstancias extraordinarias de la pandemia que surgió bajo la presidencia de Karin.
Karin: Gracias, Jagoda, y amigas/os. Es maravilloso poder reflexionar sobre cómo ha evolucionado nuestra historia y cómo ha sido un proceso muy participativo y colectivo. A pesar de haber enfrentado muchas crisis y desafíos a lo largo de nuestra historia, creo que nos hemos hecho más fuertes porque nos unimos. Como dijeron mis compañeras/os, nos unimos, dándonos cuenta de la importancia de la unidad, la importancia del carácter de nuestro trabajo de campaña, nuestros programas, nuestro trabajo de solidaridad.
Y creo que es por esto que pudimos hacer una transición desde una perspectiva más conservacionista, o una perspectiva ambiental, más orientada por Norte al comienzo de la historia de Amigos de la Tierra Internacional. De todas formas fue positivo, no estoy criticando los orígenes, porque los orígenes tienen que ver con quiénes estaban involucradas/os y tuvieron la gran idea de unirnos. Pero a medida que se sumaron más y más grupos miembro del Sur, desarrollamos esta dimensión de justicia ambiental – la dimensión política, social y ecológica, de nuestra lucha. Nuestra dimensión de justicia se convirtió en el centro de todo lo que hacemos hoy en día en Amigos de la Tierra Internacional.
«A medida que se sumaron más y más grupos miembro del Sur, desarrollamos esta dimensión de justicia ambiental – la dimensión política, social y ecológica, de nuestra lucha. Nuestra dimensión de justicia se convirtió en el centro de todo lo que hacemos hoy en día». – Karin Nansen
Nos dimos cuenta, por ejemplo, de la necesidad de reconocer la deuda ecológica histórica que el Norte le debe al Sur y esto es clave en el debate climático. También nos dimos cuenta de la necesidad de abandonar o enfrentar el neoliberalismo si queríamos abordar la crisis ambiental. Y esto es evidente hoy en día en el contexto de la pandemia – cómo el neoliberalismo amenaza nuestras vidas y nuestros derechos.
Por ejemplo, luchamos contra la privatización del agua. También luchamos contra la imposición de la lógica de mercado en la política ambiental. Luchamos contra el poder de las grandes empresas transnacionales. Decidimos que estas empresas transnacionales eran un actor clave, y teníamos que enfrentar su poder, no sólo los proyectos específicos liderados por empresas transnacionales que eran muy perjudiciales. Seguimos trabajando en contra de proyectos específicos, pero también llegamos más al centro de cómo se expresa ese poder y cómo dicho poder impide avanzar en términos de políticas climáticas, en términos de políticas de biodiversidad, en términos de políticas alimentarias, etc.
Así que después de todas estas crisis vimos más claramente el carácter sistémico de las crisis, de la crisis socioambiental o la crisis socioecológica. Se trata de una crisis sistémica y por lo tanto se requiere una agenda de cambio de sistema.
La relación con las bases, como se denominó, fue muy importante para informar el cambio y el fortalecimiento de nuestra política y el trabajo conjunto. También las relaciones con otros movimientos sociales a nivel internacional, cuando comenzamos a trabajar de forma conjunta, por ejemplo, con la Vía Campesina a fines de los 90 y con la Marcha Mundial de las Mujeres a comienzos de los 2000. Convertirnos en aliados estratégicos de estos movimientos ha sido clave para el desarrollo de nuestras ideas, posiciones, narrativas, pero también para nuestras propias prácticas. Esta perspectiva más fuerte de justicia, creo yo, está muy informada por las alianzas con otros movimientos sociales, con las/os trabajadoras/es y el movimiento sindical.
Lo mismo puede decirse de los principios que hemos desarrollado: los principios de soberanía popular, incluida la soberanía alimentaria, los principios de justicia climática, la necesidad de desmantelar el patriarcado, la necesidad de desmantelar la división sexual del trabajo, estuvieron muy informados por estas alianzas. Y lo que es más importante, la necesidad de desmantelar todos los sistemas de opresión. No podemos liderar nuestra lucha ambiental, no podemos cambiar de sistema, no podemos cambiar el mundo si no luchamos contra el racismo, si no luchamos contra el patriarcado, la opresión de clase, si no luchamos contra la heteronormatividad pero también el colonialismo y el capitalismo.
Así es como se ha desarrollado nuestra historia, uniéndonos, teniendo muchas discusiones y dándonos cuenta de la naturaleza sistémica de la crisis y nuestra responsabilidad como organización de base para hacerle frente realmente a la crisis ambiental desde una perspectiva social, desde una perspectiva feminista, desde una perspectiva de clase. Esto fue algo que surgió con fuerza en nuestra AGB de 2018 en Nigeria, la necesidad de entender mejor los asuntos de clase que permean todas las luchas ambientales que estamos liderando.
«Así es como se ha desarrollado nuestra historia, teniendo muchas discusiones y dándonos cuenta de la naturaleza sistémica de la crisis y nuestra responsabilidad como organización de base para hacerle frente realmente a la crisis ambiental desde una perspectiva social, desde una perspectiva feminista, desde una perspectiva de clase». – Karin Nansen
Así que creo que darnos cuenta de que también tenemos que organizarnos más, para fortalecer el poder popular, es parte de este camino que hemos hecho juntas/os y cómo hemos podido construir esta solidaridad a nivel internacional.
Hemantha: Gracias, Karin.
Creo que ya superamos los límites planetarios y la destrucción de la biodiversidad ya es una realidad; el cambio climático ya se ha vuelto una grave catástrofe y en varios lugares están apareciendo muchas/os refugiadas/os climáticas/os. Vemos que la justicia ambiental está en peligro, hay muchas personas por debajo de la línea de la pobreza, especialmente en los países en desarrollo.
Esta pandemia ya ha hecho aflorar nuevamente muchas crisis diferentes. La federación es una especie de movimiento de justicia ambiental y un proceso donde todos los actores vienen de distintos países, desarrollan identidades colectivas y son capaces de definir la justicia de forma conjunta. La movilización transfronteriza es un proceso muy importante incluso hoy en día.
Amigos de la Tierra Internacional tiene una estructura federal que es muy distinta a la de muchas otras organizaciones conservacionistas. Creo que esta es una de las razones por las cuales pudimos reunir distintos grupos pequeños y grandes de diferentes países. Por ejemplo, entre los 73 países, países como Alemania, el Reino Unido y Estados Unidos, Países Bajos tienen grandes grupos de justicia ambiental sumados a esta red. De Asia podemos ver a Amigos de la Tierra Indonesia / WALHI que es muy grande, es una coalición de más de 400 organizaciones. La Federación Coreana de Movimientos Ambientales (KFEM), es decir Amigos de la Tierra Corea del Sur, es un grupo enorme.
Al mismo tiempo hay grupos más pequeños que también luchan en el mismo frente juntos debido a esta estructura que hemos construido a lo largo de los años. Siempre que sea posible movilizar a los grupos, ese será nuestro campo de batalla.
«Siempre que sea posible movilizar a los grupos, ese será nuestro campo de batalla». – Hemantha Withanage
Hemos usado este tipo de momentos en Johannesburgo en 2002 durante la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible donde algunas/os de nosotras/os participamos en esta enorme movilización en la que caminamos durante casi nueve horas desde una pequeña comunidad. Aquí es donde también surgen algunas de las diferencias entre los grupos del Norte y los grupos del Sur. En 2012 nos sumamos a movimientos en Brasil para protestar contra los organismos de la ONU y cómo están usando ese espacio para la cooptación empresarial y cómo los grandes países ricos que dominan las decisiones no dan suficiente espacio a los países más pequeños.
Recuerdo en Copenhague en 2015, cuando el grupo de jóvenes de Amigos de la Tierra desplegó una pequeña pancarta y nos prohibieron la entrada, por lo que las 90 personas del grupo de Amigos de la Tierra nos sentamos y manifestamos: este es el tipo de batalla que hemos dado. En 2019 nos sumamos a la campaña por el clima en Madrid. Hay muchas ocasiones en las que hemos trabajado junto con grupos afines y comunidades locales, comunidades indígenas y toda clase de grupos de hombres y mujeres para luchar contra estas injusticias y luchar por la justicia.
Creo que Amigos de la Tierra Internacional es un foro muy importante en el que podemos reunir a varios grupos grandes. En la asamblea general bienal del año pasado incluso conseguimos que un gran grupo de India se sume a Amigos de la Tierra Internacional. Seguimos buscando nuevos miembros en otros países de Asia Central y los países del Mekong y otros países africanos y latinoamericanos para hacer que más y más grupos miembro se sumen a la federación.
La batalla que comenzamos, que ustedes comenzaron, hace 50 años, continúa. Estamos construyendo esta federación, sumando a más y más grupos afines.
Compartimos el informe anual de Amigos de la Tierra Internacional ATI – A 2 de julio del 2021
CARTA DE KARIN NANSEN – PRESIDENTA DE AMIGOS DE LA TIERRA INTERNACIONAL
2020 fue un año plagado de desafíos como resultado de la pandemia de Covid-19 que exacerbó las crisis que enfrentamos. Pero al mismo tiempo, también puso de manifiesto lo vital que es el trabajo inspirador y las soluciones verdaderas de los pueblos y comunidades de todo el mundo.
El campesinado, gran parte del cual son mujeres asumió rápidamente la responsabilidad de alimentar a los pueblos, y sus sistemas alimentarios diversificados y ecológicos se tornaron aún más relevantes para nuestras sociedades. Los mercados locales demostraron ser una alternativa real para la población urbana, que puede evitar así la mortífera especulación de los grandes supermercados controlados por empresas transnacionales y poderosas élites económicas. Resurgieron las ollas y comedores populares, organizados y sostenidos por la clase trabajadora: sindicatos, vecinas/os y organizaciones feministas que alimentaron a millones de personas que perdieron sus empleos, y a inmigrantes. Como siempre, las mujeres estuvieron en la primera línea de la respuesta a la crisis y sostuvieron no sólo el trabajo de cuidados tan necesario para sus familias y comunidades, sino otros tipos de tareas esenciales en nuestras sociedades, como la salud pública, la educación, el procesamiento de alimentos y otros sectores.
En tiempos de crisis, lo que más importante se hace evidente. En todo el mundo, los pueblos comenzaron a entender una vez más que el derecho a la alimentación, el agua, la energía, la biodiversidad y un ambiente saludable, así como el trabajo de cuidados, los sistemas de salud pública, los servicios públicos y la seguridad social son claves para sostener la vida. Con la pandemia y sus enormes impactos, se hizo más claro que nuestras sociedades deben organizarse para apoyar a quienes más lo necesitan, y al mismo tiempo exigir políticas públicas que pongan la vida en el centro y garanticen el cumplimiento de sus derechos. Quedó más claro que nunca que el neoliberalismo no tiene como prioridad salvar vidas, y que se necesita urgentemente una transformación radical para hacer avanzar la justicia ambiental, social, de género y económica y para garantizar la sustentabilidad de la vida. Por eso, la necesidad de respuestas que contribuyan al desmantelamiento de los sistemas de explotación y opresión, incluido el poder empresarial que genera y exacerba las crisis sistémicas resultó crucial, al igual que las respuestas basadas en la solidaridad internacional.
En este difícil contexto de 2020, nuestras profundas raíces nutridas por la larga trayectoria de trabajo local y nacional con las comunidades y los movimientos sociales de todo el mundo, combinadas con nuestra perspectiva internacionalista construida junto con nuestras/os aliadas/os, le permitieron a Amigos de la Tierra Internacional organizarse rápidamente en múltiples niveles para ofrecer respuestas estructurales frente a la pandemia, basadas en la justicia, y encarar a la vez otras crisis sistemas interrelacionadas.
Nuestro trabajo a nivel local, nacional, regional e internacional se nutrió y fortaleció con nuestros principios comparticos para una Recuperación Justa. Estos principios fueron el resultado de un trabajo conjunto de la Federación para llegar a una comprensión y análisis en común de las causas estructurales de la crisis sanitaria y sus vínculos con las otras crisis sistémicas, y de sus impactos devastadores que se extienden más allá de la trágica pérdida de vidas humanas, para evitar volver a lo que se consideraba “normal”, tomando medidas en pos de la construcción de la sociedad que queremos.
Nuestro compromiso de desmantelar el patriarcado adquirió aún más vigencia y se hizo más apremiante a medida que fuimos atestiguando la violencia creciente contra las mujeres: atrapadas en hogares poco seguros con sus agresores; en sus comunidades mientras lideran luchas colectivas contra el poder empresarial, el acaparamiento de tierras, la deforestación, los combustibles fósiles, las megarrepresas y la minería; en sus empleos donde su trabajo y sus cuerpos son explotados; e institucionalmente cuando sus derechos son constantemente violados.
Desmontar la división sexual del trabajo y reorganizar el trabajo de cuidados como responsabilidad compartida de la sociedad en general y del Estado, es un asunto verdaderamente urgente. Viendo cómo la crisis sanitaria y sus consecuencias amenazaron las vidas de Pueblos Indígenas, pueblos y comunidades negras, gente que sufre racismo, mujeres y población LGBTQ, reafirmamos priorizar la lucha contra todas las formas de opresión en nuestra agenda política. Junto con nuestras/os aliadas/os de la Marcha Mundial de las Mujeres y La Vía Campesina pudimos conocer e integrar el análisis y los principios de la economía feminista en nuestro trabajo.
Fue difícil movilizarnos en las calles o hacer trabajo de incidencia de manera presencial, sin embargo, a través de seminarios virtuales y reuniones de estrategia con aliadas/os, y la movilización, participación y monitoreo virtual de las negociaciones internacionales, nuestros programas internacionales lograron transmitir una crítica sólida contra las falsas soluciones con que se pretende que todo siga igual pero con fachada verde, e impugnar la cooptación empresarial de los procesos de toma de decisiones. Junto con nuestras/os aliadas/os, nos movilizamos a nivel internacional contra las violaciones de derechos humanos perpetradas por empresas transnacionales y su impunidad, así como contra los privilegios excesivos que se les otorgan a través de los tratados de libre comercio e inversión y los rescates de grandes empresas.
Cabe destacar además que continuamos avanzando en nuestra agenda en pos del cambio de sistema. Dimos un salto cualitativo al proponer vías para fomentar soluciones populares sistémicas verdaderamente emancipatorias y propuestas claras de políticas para propiciar el manejo comunitario de bosques, la soberanía alimentaria y la agroecología, la justicia económica, la justicia climática y una Transición Justa. Nuestras regiones y programas avanzaron por igual en darle un encuadre feminista a la Transición Justa, en un rico diálogo con nuestras/os aliadas/os.
Fortalecimos la solidaridad internacionalista en nuestra federación, y nuestros grupos miembro y regiones aunaron esfuerzos para participar en acciones de solidaridad y resistir la ofensiva de la derecha y las grandes empresas contra los pueblos y el medioambiente, desplegada actualmente en tantos lugares en todo el mundo.
Fuimos testigos una vez más de cómo un sistema estructurado en torno a la opresión y la explotación hará lo que sea para silenciar las voces de quienes lideran las luchas colectivas contra el racismo estructural y la destrucción y el acaparamiento de sus territorios.
Denunciamos el asesinato de Jehry Rivera, líder indígena del pueblo Naso Bröran de Costa Rica. Jehry luchaba por la autonomía de los Pueblos Indígenas frente a proyectos extractivistas y usurpadores de tierras como el proyecto hidroeléctrico de Diquís, que estaba afectando negativamente a la comunidad.
Repudiamos el asesinato de George Floyd, Breonna Taylor, Tony McDade y Ahmaud Arbery y los asesinatos y violencia sistémicos contra la población negra en Estados Unidos, avalados por el Estado. Expresamos nuestra solidaridad y aunamos fuerzas para denunciar el racismo sistémico y la opresión institucionalizada.
También condenamos el asesinato de Mama Fikile Ntshangase en Sudáfrica. Como integrante de la Organización de Justicia Ambiental Comunitaria de Mfolozi (MCEJO), Mama Fikile manifestaba abiertamente su preocupación por la operativa de la mina de carbón de Tendele. Nos solidarizamos con su familia y toda la comunidad de Somkele en su reclamo por justicia para que la impunidad de los autores intelectuales y materiales de este horrendo crimen no prevalezca.
Nuestra lucha continúa y sin duda tenemos enormes desafíos por delante. Pero nuestra estructura descentralizada y democrática, que es bastante singular, nos permite estar profundamente arraigadas/os en las luchas locales y trabajar juntas/os a nivel internacional compartiendo un profundo compromiso por la justicia. Nuestro análisis y agenda política compartidos, tanto dentro de Amigos de la Tierra Internacional como con otros movimientos y organizaciones sociales, es una base firme para una mayor convergencia en pos de la construcción de poder popular, soluciones de los pueblos verdaderas y solidaridad internacionalista, al mismo tiempo que enfrentamos los sistemas de opresión y explotación que son el origen de las crisis sistémicas.
Valoramos enormemente su apoyo constante, que es fundamental para nuestra lucha y para lograr una transformación radical de nuestras sociedades basada en la justicia.
Carta de la Presidenta de Amigos de la Tierra Internacional 4
Informe sobre la pandemia de Covid-19 6
Justicia climática y energía 12
Justicia económica y resistencia al neoliberalismo 16
Soberanía alimentaria 20
Bosques y biodiversidad 24
Integración de la justicia de género 28
Sistema de solidaridad internacionalista 30
Temas transversales e hitos regionales 32
Finanzas 38
Nuestro comité ejecutivo 39
Grupos miembro 40
INFORME ANUAL 2020 |
7P: ¿CÓMO CUIDAMOS DE NUESTRA FEDERACIÓN DURANTE LA PANDEMIA?
“A pesar de ser un año muy complicado y extenuante, también cambió la forma en que trabajamos y nos organizamos,” constató Amigos de la Tierra Asia Pacífico, que en pocas palabras resume el parecer compartido por toda Amigos de la Tierra Internacional.
A medida que las medidas de confinamiento se extendieron por todo el mundo, la mayor parte de la actividad pasó a formato virtual por Internet, desde las actividades de formación hasta los grandes eventos como nuestros populares talleres de la Escuela de la Sustentabilidad y nuestras AGA. Para nuestros grupos miembro cuyo trabajo está basado en la movilización de las comunidades con el fin de llevar a cabo acciones colectivas, esto significó un cambio drástico que exigió nuevos métodos de trabajo y aplicaciones, encuestas y proyectos piloto, así como subvenciones para apoyar a quienes más lo necesitaban.
En marzo creamos un grupo de bienestar que ha seguido funcionando en 2021. Organizamos una encuesta sobre los impactos de la pandemia de Covid-19 en los grupos miembro, gestionamos subvenciones de emergencia y llevamos a cabo un evento de solidaridad que fue muy bien recibido, además de un taller sobre bienestar.
Las respuestas de 37 grupos miembro a nuestra encuesta virtual (20 de marzo – 19 de abril) mostraron que todos se vieron enfrentados a un incremento muy marcado del trabajo en formato virtual. Algunos de los problemas que surgieron fueron:
Necesidad de investigar y recibir capacitación sobre herramientas virtuales para videoconferencias y comunicaciones. Como el 90% de nuestros grupos estaban trabajando en la virtualidad o desde sus hogares, realizamos tres seminarios en formato virtual (en inglés y castellano) para facilitar el trabajo en equipo a distancia, propiciar el bienestar y compartir consejos sobre cómo organizarnos mejor y crear espacios inclusivos por vía electrónica. En diciembre también organizamos una sesión abierta para todos los grupos miembro con el fin de compartir historias de esperanza, solidaridad e inspiración.
Trabajar desde casa implicó más responsabilidades con respecto a los cuidados (de las/os hijas/os y otros familiares, entre otras) para varias/os de las/os voluntarias/os e integrantes clave del personal de nuestros grupos miembro, particularmente mujeres, debido al rol socialmente construido que tienen como cuidadoras. Muchos grupos respondieron con flexibilidad, acordando a menudo reducir la carga de trabajo/horaria sin recorte salarial.
El confinamiento forzoso con la familia/amigas/os, perder el empleo o contraer el virus, y la dificultad para acceder a tratamientos médicos en algunos países, repercutió de variadas maneras en el personal y voluntarias/os clave, incluida una menor motivación del personal y problemas de salud mental. Algunos grupos miembro realizaron chequeos colectivos o individuales del personal y establecieron sistemas de acompañamiento. Algunos proporcionaron equipos de protección y desinfección en caso de ser necesarios. También brindamos materiales de comunicación para compartir, como videos y artículos donde mostramos nuestras soluciones en pos del cambio de sistema una vez pasada la crisis.
Incertidumbre respecto del financiamiento. Algunos grupos miembro están ideando nuevas estrategias de financiamiento, en la medida que nos vemos obligados a adaptar los planes de las subvenciones o perdemos potencialmente donaciones regulares del público. También compartimos fondos de emergencia con grupos miembro y comunidades para solventar necesidades humanitarias (productos sanitarios, medios de sustento y cuidado de las/os hijas/os) especialmente de quienes trabajan con defensoras y defensores de los derechos humanos para fortalecer la solidaridad internacionalista (ver p30).
La necesidad de resolver temas de seguridad digital y conectividad. Tras nuestro taller de seguridad digital en mayo y la encuesta realizada con 83 personas descubrimos que 30 seguían teniendo problemas de conexión a Internet. Esto llevó a que se otorgaran subvenciones a 18 personas con cargos regionales o internacionales para ayudarles a resolver los problemas de conectividad.
[A] cinco años [del Acuerdo de París], el mundo sigue estando plagado de desigualdades, crisis más profundas de desempleo creciente, proyectos de combustibles fósiles y rescates para las empresas más contaminantes, además de la pandemia deCOVID-19. El origen de todas estas crisis interrelacionadas es en todos los casos el capitalismo extractivista movido por el afán de lucro. Exigimos uncambio de sistema,sistemas energéticos renovables de propiedad comunalyderechos para los PueblosIndígenas y comunidades que están en la primera línea del frente para que puedan seguir protegiendo los ecosistemas que nos nutren a todas/os y al planeta.
https://www.foei.org/es/comunicados_prensa/cinco-anos-acuerdo-paris-clima-cop, dipti Bhatnagar, Coordinadora internacional del programa de Justicia Climática y Energía diciembre de 2020 (ver p12 por más información sobre nuestro programa de Justicia Climática y Energía).
P: ¿CÓMO AFECTÓ LA PANDEMIA DE COVID 19 A NUESTRAS CAMPAÑAS?
Nuestra visión de una Recuperación Justa de la pandemia de Covid-19 está basada en la justicia ambiental, social, de género y económica. Apoyadas/os en nuestras redes, pudimos predecir acertadamente que los sectores más afectados serían la clase trabajadora rural y urbana, los Pueblos Indígenas, las mujeres, quienes sufren racismo, las/os migrantes, los pueblos que viven en zonas de guerra y conflicto, la población LGBTQ, los pueblos de países que enfrentan bloqueos económicos. Nuestra respuesta fue ejecutar mejor el trabajo transversal a los programas para que todas las regiones y la Federación en su conjunto trabajemos por una Recuperación Justa de la pandemia de Covid-19 que ayude al mundo a avanzar hacia el cambio de sistema.
Nos pronunciamos sobre el modo en que la pandemia de Covid-19 es atizada por el sistema político-económico actual que privilegia el lucro y las ganancias antes que los derechos de los pueblos y el medioambiente. Mostramos cómo el neoliberalismo y la financiarización de la naturaleza imponen obstáculos importantes a las respuestas estructurales, lo que a su vez empeora la crisis sanitaria mundial. Por ejemplo:
Debilitando los sistemas de salud pública y seguridad social y los servicios públicos (ver p16 JERN).
Desmantelando los derechos de las/os trabajadoras/es y flexibilizando el empleo y las condiciones de trabajo, ver acuerdo entre el Mercosur y la UE (ver p16 JERN) y Soberanía Alimentaria (ver p20 SA).
Explotando cada vez más el trabajo de las mujeres (ver p9 Recuperación Justa, p12 JCE y p28 JGDP).
Cediéndoles más poder y privilegios a las empresas transnacionales a través del neoliberalismo, y reduciendo a la vez el papel y la figura del Estado (ver resistencia a los ADPIC p16 JERN, soberanía alimentaria p20 y Marco Posterior a 2020 p24 ByB).
También fuimos las/os encargadas/os principales de la autoría de la mayor evaluación popular de la pandemia de Covid-19 y los sistemas alimentarios, que reúne as voces de millones de productoras/es de alimentos a pequeña escala, trabajadoras/es, consumidoras/es, mujeres y jóvenes representadas/os en las organizaciones que participan en el Mecanismo de la sociedad civil y Pueblos Indígenas (MSC) para reclamar que el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) de la ONU coordine una respuesta mundial justa a la crisis alimentaria derivada de la pandemia de Covid-19 y a los problemas estructurales que enfrenta el sistema alimentario, basada en los derechos humanos. Este informe fue publicado en octubre. Ver p20 para mayor información sobre nuestro trabajo en torno a la soberanía alimentaria.
La pandemia puso al desnudo las desigualdades que existen en todo el mundo, y trajo consigo muchas prácticas antidemocráticas y un aumento de la pobreza y la violencia. En todos los países, las medidas de confinamiento afectaron negativamente a las pequeñas empresas, agricultoras/es, comerciantes informales y el transporte. El resultado ha sido un aumento de los precios de los alimentos descomunal, sumado a la pérdida de millones de puesto de trabajo y fuentes de ingreso.
Amigos de la Tierra África informa haber sido testigo de abusos de poder acompañados de la militarización creciente en varios países, atropellos y abusos de la policía, y respuestas ineficaces y desarticuladas de los gobiernos, tanto frente a la crisis sanitaria como a las crisis socioeconómicas cada vez más extendidas. A nivel mundial, las medidas de algunos gobiernos para lidiar con la pandemia de Covid-19 representan ataques contra las libertades civiles y acaparamientos de tierras que han aumentado la vulnerabilidad de las defensoras y defensores del medioambiente (ver p30 para mayor información sobre nuestro Sistema de Solidaridad Internacionalista)
Nuestros grupos miembro denunciaron un crecimiento brutal de la violencia basada en género en sus sociedades, especialmente en el hogar, acompañada de nuevas y mayores exigencias para las mujeres con relación al trabajo de cuidados y en términos de la supervivencia en circunstancias extremas. La pandemia ha demostrado cuán crucial es el trabajo de cuidados para la sustentabilidad de la vida en nuestras familias, comunidades y sociedades, así como para la defensa de nuestros territorios.
Dejamos en claro que la recuperación no significa volver a la ‘vieja normalidad’. Este es el momento de dar prioridad a la sustentabilidad de la vida, los derechos de los pueblos y la protección de los medios de sustento y el planeta. En agosto de 2020 propusimos cuatro principios para una Recuperación Justa:
Abandonar el neoliberalismo y la austeridad y adoptar políticas y medidas inmediatas basadas en la justicia, reconociendo los límites ecológicos.
Las medidas de recuperación deben estar fundadas en la cooperación multilateral y la solidaridad internacionalista y potenciarlas.
Fortalecer la democracia y proteger los derechos humanos y de los pueblos.
Los gobiernos tienen que responder a las múltiples crisis sistémicas — de la pandemia, desigualdad, clima, alimentación y biodiversidad, y a la crisis de los cuidados — y a sus causas estructurales, proponiéndose una agenda transformadora de cambio de sistema.
Este contundente análisis político colectivo ayudó a la mayoría de los grupos miembro de Amigos de la Tierra a compartir una comprensión común de la crisis de Covid-19 y abogar por una Recuperación Justa a nivel nacional y local. Juntos, los movimientos progresistas y ambientalistas han contribuido a que la Recuperación Justa sea parte de la agenda a nivel mundial. Muchas agendas públicas y políticas nacionales han usado el lenguaje de una Recuperación Justa como encuadre para responder a la Covid-19. Por ejemplo el secretario general de la ONU, el presidente de China, la UNCTAD y muchas ciudades y gobiernos locales usaron el concepto o instaron por una ‘Recuperación Justa’ o verde, aunque el Foro Económico Mundial está haciendo uso del término para promover sus propias falsas soluciones empresariales. Sin embargo, el discurso de la llamada ‘recuperación justa’ y las políticas adoptadas por los gobiernos o las instituciones internacionales a menudo contienen solamente algunos elementos de lo que Amigos de la Tierra Internacional consideraría una Recuperación Justa que pueda dar lugar a sociedades sustentables
P: ¿CÓMO LLEVAMOS ADELANTE LAS CAMPAÑAS CUANDO NOS VIMOS ENFRENTADOS A LOS RIESGOS Y DIFICULTADES QUE ACARREÓ LA PANDEMIA DE COVID-19?
Muchas reuniones internacionales como las COP de la ONU sobre el clima y la biodiversidad se pospusieron hasta 2021, ya que sólo se permitían viajes esenciales. A nivel nacional, muchos países prohibieron las reuniones de más de tres a diez personas, mientras se aprobaban leyes de distanciamiento social o se declaraban estados de emergencia, que pusieron en suspenso los eventos públicos, las manifestaciones y los viajes internacionales.
Reunirse con funcionarias/os gubernamentales se tornó imposible, y hacer trabajo de incidencia a favor de la justicia ambiental fue más difícil.
Identificamos que es incluso más difícil para los grupos defender la justicia ambiental y los derechos de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales y proteger el medioambiente. Esto nos llevó a asignar subvenciones a nuestros grupos miembro en Georgia, Honduras, Palestina y Sri Lanka para atender situaciones asociadas a la Covid-19. Ver p24 para mayor información sobre Bosques y Biodiversidad.
Al mismo tiempo, el apoyo a proyectos de solidaridad y comunitarios creció exponencialmente. Muchos grupos y activistas de Amigos de la Tierra están trabajando directamente con campesinas/os, aliadas/os de las comunidades, del movimiento social o de semillas en estos proyectos. También apoyamos activamente los servicios públicos y particularmente a las/os trabajadoras/es de la salud.
Al mismo tiempo que las campañas se posponían o suspendían, nuestros grupos miembro resaltaron que la crisis de Covid-19 es, al igual que las otras crisis que enfrenta el planeta, una alerta y llamado de urgencia por un programa de recuperación justa y sustentable. Muchos grupos dieron inicio a nuevas campañas:
Cuestionando las políticas gubernamentales de respuesta al coronavirus (ver p24 para mayor información sobre derechos ByB).nDe denuncia contra medidas autoritarias (ver p30 SSI).
De vigilancia a los gobiernos y grandes empresas que aprovechan la crisis para obtener ganancias (ver todos los programas).
Exigiendo que ningún rescate gubernamental se destine a empresas contaminantes (ver p12 JCE y p24 ByB).
Exigiendo que todos los fondos de recuperación gubernamentales se destinen a la recuperación justa y sustentable, nuestra Recuperación Justa (ver p12 JCE).
Haciendo énfasis en la necesidad de una respuesta feminista a la crisis (ver p28 JGDP).
Necesitamos una nueva economía al servicio de los pueblos y el planeta y que integre una perspectiva feminista. Mientras la pandemia sorprendía al mundo, creamos un Grupo de Trabajo Político al que confluyeron todas nuestras estructuras internacionales para construir colectivamente como Federación un análisis político coherente y en profundidad al respecto de la crisis, su contexto e impactos, – incluidas las amenazas crecientes a la justicia ambiental, social, económica y de género – y para el poder popular y la soberanía de los pueblos y los cambios más urgentes en materia de políticas que se requieren para encarar y resolver estos problemas.
Informe de Amigos de la Tierra Internacional ATI sobre el cambio climático – A 9 de junio del 2021
Nuestro informe con Corporate Accountability y Global Forest Coalition pone al descubierto la dudosa aritmética, los vagos objetivos y las inviables aspiraciones tecnológicas que se despliegan en los planes “cero neto”. El informe está construido a partir del análisis de los planes de una serie de industrias contaminantes clave, como las de los combustibles fósiles y de energía, la industria de la aviación y tecnológica, la de venta y distribución de bienes de consumo, la financiera y la agroindustria. En el informe también hace una profunda revisión de algunas de las estrategias utilizadas por esas industrias para asegurar que su agenda “cero neto” se convierta en el punto más importante de la respuesta global a la crisis climática.
El presente informe encuentra evidencias claras de que los planes climáticos “cero neto” son sencillamente los nuevos intentos de las industrias contaminantes…de eludir su responsabilidad de actuar para abordar el cambio climático.
Introducción
En 2020 los desastres naturales se dieron con una frecuencia tres veces superior a la de hace medio siglo.12 Ya el año 2021 promete tener algunos de los desastres climáticos más extremos de nuestra historia.3Solo en los primeros cuatro meses el planeta ha sido asolado por tifones y huracanes de potencia inusitada,45 temperaturas letalmente bajas,6 plagas de langostas devastadoras7 e inundaciones sin precedente.8 El denominador común de todos estos eventos extremos es el cambio climático.
La velocidad a la que cambia el clima actualmente está alimentando una crisis que amenaza a miles de millones de vidas. Los impactos de esta crisis no son nada nuevo para los pueblos indígenas, las comunidades en resistencia a la crisis climática. Estas comunidades y países son quienes menos han contribuido a la crisis, pero están sufriendo más sus consecuencias y antes que nadie; esto sumado a siglos de un sistema racista y colonial. Pero a medida que los impactos sobre las vidas y el planeta se exacerban en todo el mundo, la población del Norte global está tomando conciencia de las realidades de la crisis climática, además de las otras crisis que ésta agrava, como la del hambre, la pobreza y la crisis sanitaria. En los últimos años, cada vez más personas se suman a los jóvenes, los pueblos indígenas, las comunidades en resistencia, las mujeres, las y los jóvenes y las personas de color que han abanderado la reivindicación de la justicia climática.
Esta ola de activismo mundial, desde huelgas escolares9 asentadas en las conversaciones climáticas de la ONU,10 ha colocado las múltiples crisis existenciales a las que nos enfrentamos a la cabeza de la lista de prioridades de los gobiernos, y las empresas y financiadores que también anuncian acciones climáticas. Estos actores se apresuran ahora a dar respuestas, antes de que los llamados a la acción se hagan más fuertes. Pero los Grandes Contaminadores están respondiendo con los mismos trucos que durante décadas vienen utilizando en su campaña; maquillar de verde sus prácticas corporativas y presentarse como la solución, por una parte, y mentir al público mientras retrasan las acciones reales, por la otra.
En vez de ofrecer soluciones reales y significativas para abordar de manera justa la crisis que crearon de manera deliberada, y asumir la responsabilidad de actuar empezando por reducir drásticamente las emisiones en su origen, los gobiernos y las grandes empresas contaminantes desarrollan planes “cero neto” que requieren poco o nada en materia de soluciones reales o reducciones de emisiones efectivas y reales. Lo que es más, tal como queda recogido en el informe, ven el potencial que tendría mundialmente el “cero neto” para ofrecerles nuevas oportunidades de negocios, en vez de limitar la producción y el consumo de sus productos contaminantes.
Tras décadas de inactividad, de pronto, las empresas se desviven por comprometerse al “cero neto” en emisiones. Entre otras, hablamos de gigantes de los combustibles fósiles como BP, Shell y Total; las grandes tecnológicas, Microsoft y Apple; minoristas como Amazon y Walmart; financieras como HBSC, Bank of America y Blackrock; líneas aéreas como United y Delta; y agroindustrias productoras de alimentos, ganado y carne como JBS, Nestlé y Cargill. Las compañías contaminantes compiten por colgarse la medalla de alcanzar unas emisiones “cero neto” para 2050, o alguna otra fecha del futuro lejano. En los últimos años, más de 1500 empresas han anunciado sus compromisos “cero neto”, ante el aplauso de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC)11 y el Secretariado General de Naciones Unidas.12
¿Pero hay algo que aplaudir en el “cero neto”? ¿Podemos confiar en estas compañías, con sus penosos antecedentes de bloquear avances y no tomar medidas significativas? ¿Sus promesas están respaldadas por planes de acción de verdad, y sus planes refuerzan la democracia y apoyan las prioridades de las comunidades indígenas y más impactadas?
Al tratar de dar respuesta a estas preguntas, el presente informe encuentra evidencias claras de que los planes climáticos “cero neto” son sencillamente los nuevos intentos de las industrias contaminantes, y los gobiernos neoliberales que las obedecen, de eludir su responsabilidad de actuar para abordar el cambio climático o reparar los daños que han infligido a los ecosistemas y las comunidades más impactadas y en resistencia a la crisis climática. Los planes que están preparando podrían incluso agravar la crisis climática.
En la primera sección, el informe resume el análisis existente sobre cómo los planes “cero neto”, más que ofrecer un enfoque creíble de la política climática, son un vehículo para que los Grandes Contaminadores maquillen de verde sus decisiones corporativas. Al analizar los planes “cero neto” de toda una serie de compañías contaminantes de diferentes industrias, el informe detalla en la segunda sección, que estos planes ocultan peligrosamente más contaminación y desvían la atención de la acción real necesaria. En la tercera sección, el informe muestra con varios ejemplos ilustrativos que el centrarse en el “cero neto” es una elección premeditada: es la culminación del ejercicio de cooptación empresarial de la política climática que han realizado los Grandes Contaminadores usando, entre otros recursos, su gigantesca influencia corporativa obtenida mediante campañas de incidencia, contribuciones económicas, relaciones públicas e influencia en el mundo académico.
Por último, el informe es una llamada urgente a la acción para que todas y todos los implicados en la elaboración de políticas a nivel mundial cambien de rumbo ya. Los planes “cero neto” amenazan con suplantar las acciones probadas y significativas, y con afianzar una economía contaminante y destructiva para que se prolongue durante décadas. El planeta y sus habitantes dependen de que los gobiernos del mundo hagan cuanto esté en sus manos, ya, para reducir las emisiones hasta el cero real, no neto. Cualquier otra medida tendrá consecuencias letales para miles de millones de personas y sus medios y sustentos de vida.
Cada vez más, el concepto de “cero neto” se malinterpreta en los espacios políticos, así como por los actores individuales para evadir la acción y eludir la responsabilidad. La idea del uso de los Grandes Contaminadores del “cero neto” es que una entidad puede seguir contaminando como siempre (o incluso aumentar sus emisiones) y compensar esas emisiones de diferentes maneras. En estos planes, las emisiones se reducen a una ecuación matemática; pueden substraerse de un sitio y sumarse en otro. Es una ecuación sencilla en teoría, pero que falla estrepitosamente en la práctica: estos programas se están utilizando para ocultar la inacción, trasladar la carga procedente de los recortes de emisiones y la evitación de la contaminación a comunidades históricamente explotadas y jugarnos nuestro futuro colectivo apostando por garantizar el impacto destructivo y prolongado sobre la tierra, los océanos y los bosques y por las tecnologías de geoingeniería, como las que aparecen en el recuadro Distracciones Peligrosas. Estas tecnologías son sumamente arriesgadas, no existen a la escala supuestamente necesaria y pueden llegar a causar daños enormes y probablemente irreversibles.1314
COLONIALISMO DE CARBONO (CO2LONIALISMO)
Las comunidades históricamente explotadas han estado advirtiendo acertadamente que muchos de los programas usados por estos contaminadores, como las compensaciones y REDD+, entrañan un nuevo colonialismo de carbono. Poniéndoles la etiqueta de “cero neto”, los Grandes Contaminadores están siguiendo patrones similares de dominio histórico, intentando disfrazar el neocolonialismo con el lenguaje de la sustentabilidad medioambiental. También trasladan la carga de la acción climática de los países y corporaciones responsables de producir y consumir emisiones a las comunidades de primera línea.15 No obstante, los actores contaminantes que pagaron los proyectos se quedan con el crédito de recortar las emisiones. Esto puede crear una dinámica en la que los países que están llevando a cabo los proyectos de eliminación de las compensaciones carguen de forma desproporcionada con el lastre de la acción climática, recibiendo poco o ningún crédito para la consecución de sus propios objetivos según el Acuerdo de París. En el contexto geopolítico, también acorrala a países del Sur forzándoles a recurrir a los mercados de carbono para financiarse, ya que la financiación climática que les deben los países históricamente responsables de las emisiones se les deniega repetidamente. Además, aumentan el riesgo de desplazar a los pueblos de sus tierras, de provocar acaparamiento del territorio, y de que se prive a la gente, en particular a los pueblos indígenas, las comunidades de pequeños agricultores y las mujeres que administran la tierra, de su derecho a la alimentación, de sus culturas y su sustento.16 Para las comunidades que ya están sufriendo las consecuencias múltiples de la pandemia de COVID-19, un aumento repentino de proyectos de compensación de emisiones agravaría sin duda el desastre.
¿QUIENES SON LOS GRANDES CONTAMINADORES?
Los Grandes Contaminadores son los sectores industriales, compuestos por las empresas y negocios o asociaciones que las representan, cuyas operaciones son las principales responsables de las emisiones que han provocado y siguen impulsando la crisis climática.17 Solo 100 corporaciones son responsables del 70 por ciento de las emisiones históricas.18 Aunque la industria de los combustibles fósiles es un miembro destacado del grupo, se incluyen también otros sectores altamente contaminantes y emisores, como los de alimentos industriales y agronegocios (responsables de al menos un tercio de las emisiones mundiales),19 la aviación (entre los 10 principales emisores mundiales),20 la tala,21 el menudeo22 y la tecnología23 y los grupos que las apoyan. Esto también incluye a las instituciones financieras y aseguradoras que invierten billones en modelos empresariales extractivos y contaminadores.
Estas industrias no solo son responsables de la mayoría de las emisiones globales hasta la fecha, sino que también son fundamentales para la máquina de negación, retraso y engaño que ha llevado a una falla global para actuar para abordar de manera equitativa la crisis climática. Los Grandes Contaminadores llevan décadas gastando cantidades insospechadas en negar la ciencia climática, sembrar dudas y bloquear casi todas las políticas climáticas de relieve que se han puesto sobre la mesa.24252627 Tienen un historial contrastado de engaños, retrasos y negaciones, y el interés financiero de seguir contaminando a cualquier coste para las personas o el planeta.
Compartimos este video de Amigos de la Tierra Internacional ATI sobre la situación en Colombia – A 8 de junio del 2021
Llamamos a los pueblos en lucha de todo el mundo a solidarizarse con el pueblo colombiano, con sus movimientos y organizaciones populares. Y a exigir juntas/os al derechista gobierno de Iván Duque que cese las violaciones de los derechos humanos y la pandemia de asesinatos que ha desatado, y resuelva las causas estructurales de la violencia en el país.
Envía cartas a la Embajada de Colombia en tu país repudiando el accionar del gobierno, y a la Procuraduría y la Defensoría colombianas exigiendo medidas con funcionarios de la Fuerza Pública por las violaciones a los derechos humanos.
Era de desafíos: priorizar la protección de la vida en tiempos de un gobierno de muerte
Compartimos este informe de Amigos de la Tierra ATI sobre las constantes amenazas en la Amazonía brasileña – A 6 de julio de 2020
“Una tierra quemada es una tierra prácticamente vacante, que no tiene nada. Ahí surge la especulación. Porque la tierra con bosque puede tornarse un área de preservación, pero quemada se vuelve limpia, propicia para la llegada de más gente”.
Así explica el campesino Sávio Freitas Araújo, alumno de la Casa Familiar Rural de Santarém, estado de Pará, las razones de los incendios en la Amazonía, para un video que es parte de una investigación periodística que acaba de presentar Amigos de la Tierra Brasil. Se titula “¿Qué pasa realmente en la Amazonía?”.
Esa selva brasileña está militarizada. Y en el mismo camino avanzan las instituciones estatales que deben velar por su preservación. ¿El objetivo? Limpiar el terreno para que el ingreso de capitales del agronegocio, de las hidroeléctricas, las madereras y la minería de gran escala, sea aún más alevoso. Comunidades negras, campesinas, indígenas, quilombolas, entre otras, son expulsadas en el proceso y no pocas veces pagan con sus vidas la resistencia.
La Amazonía brasileña sorprendió al mundo en 2019: de enero a agosto de ese año, tuvo un 34% más de brotes de fuego, un 55% más de deforestación y un 11% más de lluvia, en comparación con el mismo período de los tres años anteriores. El agronegocio arrasó.
La militarización de la Amazonía no tiene nada de sorpresivo en un gobierno militarista como el de Jair Bolsonaro, plagado de demostraciones de respaldo al capital, odio de clase, racismo y misoginia. Es la lógica de un modelo de desarrollo que elimina las formas de vida tradicionales e impone la lógica capitalista.
“El único papel que podrían desempeñar las Fuerzas Armadas sería el de apoyar a las instituciones de protección en la Amazonía. Darles apoyo táctico, operativo y logístico a los agentes de inspección. Siempre subordinados a los técnicos”,
dice Fernando Campos, de Amigos de la Tierra Brasil.
Esa organización alerta que actualmente los Comandos Militares del Norte y el Amazonas se niegan a proporcionar ese tipo de apoyo. Además, agrega que en abril, el gobierno despidió a varios de los funcionarios de carrera dedicados a la fiscalización ambiental en el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (IBAMA), luego que el organismo realizara una operación para combatir la minería ilegal y prevenir la propagación del coronavirus. La administración Bolsonaro nombró en lugar de los cesados a ex policías militares de la violenta tropa de elite de la policía militar del estado de Sao Paulo conocida como “Rota”.
Con el respaldo del aparato militar, los diversos capitales avanzan desenfrenados. El caso del agronegocio es paradigmático.
“Cerca de Santarém, los campos de soja se extienden hasta perderse en el horizonte. Las escuelas están rodeadas de plantaciones, en las cuales la manipulación de agrotóxicos ni siquiera respeta el horario de clases”,
expresa elreportaje de Amigos de la Tierra Brasil.
“Las personas terminan vendiendo sus tierras debido a la falta de trabajo y van a buscar mejores oportunidades a las ciudades. Esto ha sucedido mucho aquí”,
cuenta la productora rural Dorilene Pereira de Lima.
Organizaciones y movimientos sociales brasileños denuncian desde hace décadas los procesos de “grilagem” de tierras en varias partes de Brasil. Se trata de una antigua (y siempre actual) práctica del capital de envejecimiento y deterioro de documentos falsos (con grillos que mastican los papeles), para presentarlos como títulos de propiedad de tierras antiguos y así hacerse de determinadas áreas. Según el nuevo trabajo de Amigos de la Tierra Brasil, la “grilagem” es también una de las prácticas preferidas del agronegocio en la Amazonía, para avanzar con el acaparamiento de tierras.
En los hechos, esto se traduce en familias de agricultores/as familiares perseguidas judicialmente, expulsadas de las tierras en que se han asentado durante varias generaciones. El aparato estatal, que no es eficiente para regularizar la posesión de tierras de las familias que tradicionalmente las han habitado, es muy ágil a la hora de desalojarlas. Y no faltan las veces que tiene “ayuda” de grupos armados, pagados por los empresarios, que atacan y expulsan a los/as pobladores/as de esos campos.
“Desde mi punto de vista el Estado es el gran responsable de los conflictos que existen hoy en el campo, la ausencia del Estado. Porque cuando el Estado no lleva la política pública al campo, deja a las familias vulnerables. Y los padres de familia, sin una escuela secundaria allí, electricidad, agua corriente ni carreteras transitables, tienen que dejar las tierras e irse a la ciudad”,
considera el vicepresidente del Sindicato de Trabajadores/as Rurales de Alenquer (Pará), João Gomes da Costa.
En mayo de 2019, la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés), que asesora a la Convención de Diversidad Biológica de Naciones Unidas, alertó: es central el papel de los pueblos indígenas y las comunidades locales en la defensa de los ecosistemas y la biodiversidad, para enfrentar la actual amenaza de un colapso ecológico mundial y la extinción masiva de especies.
“Continuaremos las articulaciones con los grupos de Amigos de la Tierra en todo el mundo, apelamos a la solidaridad internacionalista, y a fortalecer nuestras acciones locales y alianzas con los movimientos campesinos, indígenas, feministas, sindicales, que tienen un proyecto político similar al nuestro. La verdadera defensa de la Amazonía pasa por un cambio radical del sistema, para colocar la vida en el centro de la economía y la política. El cambio de sistema tendrá lugar en la lucha de clases y en la construcción del poder popular, para lograr la soberanía y autodeterminación de los pueblos”,
cierra Lucia Ortiz, de Amigos de la Tierra Brasil.
Imágenes de Carol Ferraz, Amigos de la Tierra Brasil.
Amigos de la Tierra Internacionales la mayor organización ambientalista de base del mundo. Cuenta con 73 grupos miembro y más de dos millones de miembros y seguidores en todo el planeta.
Nuestra visión es de:
un mundo pacífico y sustentable basado en sociedades que viven en armonía con la naturaleza.
una sociedad de personas interdependientes que vivan con dignidad y en plenitud, en la que se respete la equidad y los derechos humanos y de los pueblos.
una sociedad fundada en la soberanía y la participación de los pueblos.
una sociedad basada en la justicia social, ambiental, económica y de género, libre de todas las formas dedominación y explotación tales como el neoliberalismo, la globalización, el neo-colonialismo y el militarismo.Creemos que el futuro de nuestros niñas y niños será mejor gracias a lo que hacemos.Nuestra misión
Garantizar colectivamente la justicia ambiental y social, la dignidad humana y el respeto de los derechoshumanos y los derechos de los pueblos a fin de lograr sociedades sustentables.
Frenar y revertir la degradación ambiental y el agotamiento de los recursos naturales [la depredación de la naturaleza], nutrir la diversidad ecológica y cultural de la Tierra y garantizar medios [defender modos] de vida sustentables.
Garantizar el empoderamiento de los Pueblos Indígenas, comunidades locales, mujeres, grupos e individuos, y asegurar la participación pública en la toma de decisiones.
Provocar la transformación hacia la sustentabilidad y la equidad entre las sociedades y dentro de ellas conenfoques y soluciones creativas.
Participar en campañas vibrantes, sensibilizar y movilizar a la gente y construir alianzas con movimientosdiversos, vinculando las luchas de base, nacionales y mundiales.
Inspirarnos mutuamente y aprovechar, fortalecer y complementar recíprocamente nuestras respectivascapacidades, viviendo el cambio que queremos y trabajando conjuntamente en solidaridad.
Carta de Karin Nansen – Presidenta de Amigos de la Tierra Internacional
Estimadas amigas y amigos: El año 2019 representó enormes desafíos para la federación de justicia ambiental de base que es Amigos dela Tierra Internacional, y respondimos con logros inspiradores. El presente informe destaca solo algunos de ellos.El contexto en que trabajamos se ha tornado cada vez más amenazante. La democracia y la participación están bajo asedio en muchos países, y el poder de la extrema derecha y el neofascismo es cada vez mayor. La manipulación de nuestros datos, las noticias falsas y el discurso misógino,racista y xenófobo se están normalizando. Debido al control empresarial creciente, los ataques contra los derechos de los pueblos,especialmente las mujeres, son sistémicos. Los movimientos sociales,las comunidades y defensoras/es de la naturaleza y los medios de sustento son criminalizados y en algunos países asesinan a sus miembros.
Nuestros propios grupos y colaboradores se encuentran en la primera línea. Nuestro nuevo sistema de monitoreo y denuncia de los ataques contra los derechos de los pueblos está demostrando ser muy valioso. En 2019, a través de este Sistema de Solidaridad Internacionalista,pudimos denunciar 14 casos de violaciones de derechos humanos, emprender acciones de apoyo político a las comunidades y movimientos sociales y responder ante situaciones de emergencia en muchos países.
Arraigadas/os en las luchas en tantos países, estamos bien posicionadas/ospara apuntalar el combate contra los proyectos y políticas que empeorarán lascrisis sociales y ambientales. El rechazo a las falsas soluciones basadas en elmercado y lideradas por las empresas siguió siendo una dimensión clave denuestro trabajo a todos los niveles durante 2019.
En materia de justicia climática y energía, nosotras/os y nuestros aliadosevitamos que se llegara a un acuerdo sobre los mercados de emisiones decarbono y la compensación de emisiones en las negociaciones de la ONU sobreel clima en Madrid. Además, nuestros grupos miembro lucharon contraproyectos de combustibles fósiles y represas en Escocia, Bosnia y Herzegovinay Noruega, así como en Bangladesh e Indonesia y también en Mozambique,Uganda y Togo, al igual que en Honduras.
En lo que hace a la biodiversidad, continuamos nuestro trabajo para evitar quela Financierización de la naturaleza gane terreno en el Convenio sobre laDiversidad Biológica. Con este fin, en las negociaciones de la ONU para prepararun Marco Mundial de la Diversidad Biológica argumentamos fuertemente encontra de los mecanismos basados en el mercado.
En lo relativo a la justicia económica, continuamos trabajando con aliados paragarantizar un ambicioso tratado vinculante de la ONU sobre empresastransnacionales y otras empresas con respecto a los derechos humanos. Nosaseguramos de que varios Estados adoptaran posiciones que pudieran mejorarel texto revisado del Tratado Vinculante de la ONU cuyo propósito es conseguirque las empresas transnacionales se hagan responsables de sus violaciones dederechos humanos y crímenes ambientales. También enfrentamos a grandesempresas como Shell y Total en los tribunales y luchamos contra su impunidad.
Además de oponernos a políticas, proyectos y mecanismos neoliberalesdañinos, estamos abocados a construir enfoques sistémicos para lograr lajusticia ambiental, social, de género y económica, y en 2019 obtuvimos algunosresultados importantes.
Respecto de la soberanía alimentaria, junto con otros movimientos yorganizaciones sociales, incluido nuestro aliado estratégico La Vía Campesina, ejercimos presión exitosamente ante organismos de la ONU para quereconozcan que la agroecología es una solución clave para un sistemaalimentario en crisis. Este logro allana el camino para que se procesen cambiosen las políticas a nivel nacional e internacional, lo que es aún más importantea la luz del COVID-19: la pandemia ha demostrado, entre otras cosas, cuanurgente es desacoplarnos de la agricultura industrial y fomentar los sistemasalimentarios agroecológicos campesinos.
Al mismo tiempo, avanzamos en nuestro trabajo sobre manejo comunitario debosques, un enfoque para frenar la deforestación y la pérdida de biodiversidadque pone a los Pueblos Indígenas y las comunidades locales en el centro.
Mientras trabajamos para cambiar el mundo, también procuramosdesarrollarnos como federación. Para esto es clave integrar una perspectivafeminista y de justicia de género en nuestros programas y el desarrollo de lamembresía. Durante la COP del clima organizamos un taller sobre cómo deberíaser una transición justa y feminista, con aliados de Pueblos Indígenas ymovimientos feministas, sindicales, campesinos y de jóvenes. Tambiénavanzamos en nuestro trabajo sobre las mujeres como protagonistas políticasclave en términos de la soberanía alimentaria y la relevancia de la justicia degénero para la biodiversidad. Para hacer avanzar la justicia de género y cambiarlas relaciones de poder patriarcales dentro de la federación, comenzamos aimplementar la estrategia aprobada en nuestra Asamblea General Bienal de2019 y realizamos talleres en las asambleas generales anuales de las cuatroregiones. La nueva política de la federación sobre violencia y acoso sexual es unpaso clave en nuestro compromiso para terminar con la opresión patriarcal.
Nuestras regiones siguen interactuando con posibles nuevos grupos miembro.Procuramos ampliar nuestro alcance geográfico y nuestra fuerza en las bases paraconstruir un movimiento por la justicia ambiental que sea más diverso e inclusivo.
Nuestro año fiscal de 2019 culminójustamente mientras surgía la amenazade propagación del COVID-19. Más alláde sus impactos estremecedores para lasalud, la pandemia tiene profundasconsecuencias para los temas en losque trabajamos y para nuestros aliados,grupos y comunidades. Pero hemosdemostrado nuestra capacidad paraorganizarnos, movilizarnos y hacerlesfrente a las crisis socio-ecológicas queenfrenta la humanidad y luchar porpoder popular, los derechos colectivos yla justicia de género y contra elpatriarcado. Es con renovadas energíasentonces que reafirmamos nuestrocompromiso con la lucha.
Nueve meses de resistencia contra un proyecto minero de plata y oro que amenaza con terminar con la poca agua que existe en la zona metropolitana de ciudad de Guatemala, concretamente en los municipios de San José del Golfo y San Pedro Ayampuc, constituyen un ejemplo de acelerada concientización de las comunidades amenazadas por dicha industria extractiva de cuño trasnacional.
Con esta realidad de resistencia, moteada de sonrisas de hombres y mujeres que preparaban el desayuno para las 200 personas que en la jornada de este viernes hacían efectivo el bloqueo al predio por donde se ingresa a la mina, se encontró la Misión Internacional de Solidaridad en la que participan miembros de Amigos de la Tierra Internacional (ATI) y el Trasnational Institute (TNI).
Los habitantes de las varias aldeas que pertenecen a ambos municipios han decidido no permitir la operación de esta minera, que sin embargo penetró sus territorios en el más absoluto mutismo desde hace diez años. La presencia de la extractiva ya ha generado situaciones de violencia, en especial el ataque a una de las lideresas de la resistencia, que fuera baleada y casi pierde su vida.
Telas de varios idiomas y colores manifestando solidaridad internacional y local con la lucha para impedir la instalación de la minera, cocinas colectivas y dormitorios para quienes, en forma rotativa realizan el plantón a la vera del camino vecinal por el cual se accede a la mina, mucha alegría y compromiso se podían observar y respirar en la mañana del viernes 16 de noviembre.
Arroz y frijol son los víveres básicos para el desayuno y almuerzo que comparten cada día quienes asumen la responsabilidad de, pacíficamente, decir no e impedir de hecho la instalación de la minera. Varias fogatas encendidas doran las tortillas de maíz amarillo y desde las ollas se disfruta el perfume del atol de elote.
Sin embargo, desde hace algunas semanas la resistencia pacífica ha debido soportar la presencia periódica de un conjunto de asalariados y asalariadas de la empresa Mina Exmingua que se instalan con abundancia de recursos y sillas de alquiler bloqueando la libre circulación de los vecinos y, mediante altavoces, provocan a quienes han asumido una lucha que no tiene fin cercano y para la cual, cada día que pasa es un desafío con sabor a victoria. La Policía objetivamente actúa como “custodia” de estas personas al permaneces parqueada a escasos metros del lugar.
Rompiendo esquemas
Las mujeres han sido las verdaderas impulsoras de esta resistencia y claramente son una parte fundamental del día a día en “La Puya” o el “Punto de resistencia” como se ha conocido el sitio, nos cuenta Ángela Ochoa, una de ellas.
Asimismo, el caso de la Mina Exmingua, rompe con el esquema de que la minería en Guatemala se reduce a la afectación “apenas” de comunidades indígenas o rurales, al darse en la mera cercanía de la ciudad capital, donde las trasnacionales del comercio y la alimentación han dejado su huella en el mobiliario urbano, ocultando los grandes barrios populares y asemejándola a una capital europea.
La visita de la Misión Internacional, integrada por activistas y comunicadores de España, Croacia, Colombia, Argentina, Brasil, Honduras, Costa Rica, El Salvador, Filipinas y Guatemala cerró su actividad en el país guatemalteco y a partir de este sábado seguirá con su trabajo en la zona de Cabañas, El Salvador, donde la lucha organizada a través del Comité Ambiental de Cabañas, logró detener las actividades a la canadiense Pacific Rim.
Ángela Ochoa nos dice que su lucha y la de sus vecinos, compañeros y compañeras “es por la vida, por el futuro de nuestros niños. La iniciamos las mujeres cuando nos enteramos que andaban engañando a la gente en las aldeas. Empezaron a investigar y descubrimos que era la mina. Como no se podía hacer nada, empezamos a hacer la resistencia”.
La mentira fue desde el año 2000, momento de la llegada de la empresa a la zona, la carta de identidad de Exmingua, señala Ángela, quien junto a su esposo vive de las tareas de agricultura y, por ello, conoce el alto valor del agua, que en el caso de su aldea se encuentra ya hoy estrictamente racionada.
Sobre la provocación, con intenciones de romper el cerco de la resistencia, Ángela reitera que su lucha es pacífica y que muchas veces las mujeres han detenido a sus esposos para evitar que los mismos reaccionaran a los insultos y provocaciones que se les realizan durante varias horas al día.
“Son personas que no son de aquí. Las han comprado”, dice Ángela. Asimismo, señala que “luchamos porque van a destruir la tierra, se va a acabar el agua que es lo principal. Las mujeres, como madres que somos, entran en conciencia más rápido que los hombres”, concluyó.
Escuche la entrevista con Ángela Ochoa en audio adjunto.
La integrante de la organización croata Zelena Akcija, Jadoga Munic, fue elegida como presidenta de Amigos de la Tierra Internacional en la recientemente finalizada Asamblea Bienal de la principal federación ambientalista mundial realizada en El Salvador.
La activista ambiental dialogó con Radio Mundo Real acerca de las enseñanzas de la Conferencia Internacional Cambio Climático, Movimientos Sociales y Territorios, organizado por el Movimiento de Víctimas, Afectados y Afectadas (MOVIAC) y por el Centro Salvadoreño de Tecnologías Apropiadas (CESTA), Amigos de la Tierra El Salvador.
Asimismo, nos da su reflexión acerca de uno de los puntos principales de la agenda en la Asamblea General Bienal de la federación, como lo ha sido la discusión en torno a la definición de un “cambio de sistema” a nivel estructural como parte de su plataforma estratégica.
Jagoda trabaja en el área de recursos naturales dentro de su organización de base, en Croacia, contra la privatización de los mismos, nos indica.
Sobre la importancia de la Conferencia en el ítem que hace a la “construcción de movimiento”, Jagoda señaló que la región de América Latina y Caribe (ATALC) ha demostrado ser muy buena en materia de movilización de comunidades organizadas, así como con trabajar junto a esas organizaciones.
“Para el resto de nosotros el trabajo de ATALC ha sido un ejemplo inspirador acerca de cómo trabajar con aquellas comunidades afectadas por minería, grandes represas y otros megaproyectos. Estar aquí en El Salvador nos ha permitido conocer el MOVIAC, integrado por los países de Centroamérica y sus luchas, lo cual nos ha enseñado un camino de trabajo junto a comunidades en otras regiones”, dijo Jagoda Munic.
Consideró esa experiencia como buena para la federación en su conjunto dado que hace “más fácil de entender el contexto en que las organizaciones viven y trabajan”. Por lo tanto es un gran aporte, opinó, al esfuerzo de ATI en relación a “construir movimiento”. En ese sentido y dada la alta criminalización de las luchas por la vida y el territorio, Jagoda consideró que se deben hacer esfuerzos para construir una “red de seguridad” para lo cual se requiere el aporte organizativo internacional de la federación y sus organizaciones aliadas.
La Asamblea bianual significó un espacio de cuatro jornadas íntegras de intercambios y debates entre los representantes de cinco continentes en momentos en que la temática ambiental se encuentra en un lugar destacado de las luchas y preocupaciones de las poblaciones alrededor de todo el mundo.
Acerca del “cambio de sistema” y el rol de ATI en la actual crisis del capitalismo y sus consecuencias, lo que discutió la federación en su Asamblea, la nueva presidenta opinó que para una organización con presencia en 77 países del mundo en torno al ambientalismo la diversidad de voces, con un balance entre organizaciones del “norte” y el “sur” globales, representan una ventaja que enriquece el análisis colectivo.
“En los próximos años, debido a la crisis que enfrentamos en múltiples niveles –ya que no se trata de una única crisis sino que tenemos crisis climática, degradación en los recursos naturales, en el precio de los alimentos, hambre- y al colapso de la economía que afecta sobre todo a la clase trabajadora, desde Amigos de la Tierra debemos ser mucho más proactivos y claros respecto a cuál es nuestra misión en esos cambios”, agregó.
Semillas de cambio
Finalmente, consultamos a Jagoda acerca del significado de la discusión sobre el “cambio de sistema”, la cual pese a no haber agotado sí alcanzó algunos consensos en la Asamblea. “He visto que el actual sistema económico capitalista le está fallando a la gente y a la naturaleza. Por lo tanto no es bueno para las poblaciones y definitivamente no es bueno para el planeta”, dijo.
Sobre las alternativas a dicho sistema que ha demostrado incapacidad para dar continuidad a la vida en el planeta, Jagoda, quien representará a la federación en los próximos dos años, indicó que los medios masivos de comunicación han impuesto la idea de que “ya no existe posibilidad de generar alternativas”, en especial tras la experiencia de la Unión Soviética en Europa del Este. “Hoy vemos en muchas partes del planeta semillas de cambio: muchos grupos hoy discuten una alternativa para nuestros sistemas económicos, financieros, de consumo y de producción”, manifestó.
“No somos los únicos pero estamos entre quienes están discutiendo la alternativa a este sistema y quizá hace unos cinco años no hubiéramos sido capaces de discutir acerca de estos aspectos”, concluyó Jagoda.
La identificación tendenciosa entre capitalismo y “democracia” ha significado, en los países de Europa del Este un falso espejismo y hoy en día los pueblos buscan sus propias alternativas en todo el planeta.
Es la primera ocasión que El Salvador es sede de este encuentro internacional, mediante el cual se discutieron estrategias y líneas de acción que conduzcan a mejorar el planeta tierra y se emiten resoluciones que respaldan el trabajo y lucha de los grupos asociados.
Amigos de la Tierra Internacional condena enérgicamente la violencia de la que ha sido objeto CEIBA – Amigos de la Tierra Guatemala (Asociación para la Promoción y el Desarrollo de la Comunidad – Amigos de la Tierra Guatemala) así como la Red Nacional en Defensa de la Soberanía Alimentaria de Guatemala (REDSAG). El pasado 25 de febrero del año en curso, sus oficinas fueron violentadas y todo su equipo de cómputo fue robado. Llama la atención que las oficinas de las personas coordinadoras fueron revisadas en detalle. De igual forma, llama la atención que otros objetos de valor y dinero fueron dejados en las oficinas por lo que la hipótesis de una acción delictiva común no es de recibo. El trabajo de CEIBA y REDSAG es ampliamente conocido en Guatemala y el mundo entero por participar y promover procesos en la defensa de los derechos de Pueblos Indígenas y comunidades guatemaltecas. De igual forma, se han opuesto a iniciativas altamente destructivas como lo es la minería.
Desde ATI demandamos a las autoridades ejercer todas las acciones necesarias para la defensa de los bienes e integridad física de las personas que trabajan en CEIBA y REDSAG así como los de estas organizaciones. Los derechos de quienes defienden los Derechos Humanos es una tarea ineludible. De igual forma, esperamos que las investigaciones se lleven a cabo con celeridad y transparencia en forma inmediata.
Amsterdam, 29 de febrero del 2012
Envíen cartas de denuncia a: Lic. Héctor Mauricio López Bonilla Ministerio de Gobernación Dirección: 6ta. Av. 13-71 Zona 1 Guatemala, C.A. Tel: 2413-8888 ext. 1621 email: kldivas@mingob.gob.gt
DENUNCIA URGENTE DESDE ASOCIACION CEIBA Y RED NACIONAL EN DEFENSA DE LA SOBERANIA ALIMENTARIA –REDSAG- La Asociación Para la Promoción y el Desarrollo De la Comunidad “CEIBA” y la Red Nacional en Defensa de la Soberanía Alimentaria de Guatemala “REDSAG” a la comunidad nacional e internacional
Con Mario Godínez de CEIBA-AT Guatemala tras el robo de archivos en la sede de esa organización
RADIO MUNDO REAL – Como un hecho intimidatorio con finalidad estrictamente política fue definido el hurto de material informático ocurrido el pasado sábado 25 de febrero en la oficina de la Asociación Para la Promoción y el Desarrollo De la Comunidad (CEIBA) y la Red Nacional en Defensa de la Soberanía Alimentaria (REDSAG) en Chimaltenango, Guatemala.
Cuarenta años de ambientalismo (Amigos de la Tierra Internacional en sus 40 años)
VIDEO 40 años – Amigos de la Tierra Internacional:
Amigos de la Tierra Internacional COMUNICADO DE PRENSA
Amigos de la Tierra Internacional celebra 40 años de movilización, resistencia y transformación
15 de junio de 2011 — Hoy, Amigos de la Tierra Internacional, la federación de grupos ambientalistas más grande del mundo, conmemora su 40 aniversario. A lo largo del año celebraremos junto a nuestros grupos miembro y seguidores, todo lo que hemos logrado en los últimos cuarenta años. Nuestra aniversario también es una oportunidad de mirar hacia los próximos cuarenta años y destacar la urgencia de la transformación mundial hacia sociedades ambientalmente sustentables y socialmente justas.
Amigos de la Tierra Internacional fue fundada en 1971 en Roslagen, Suecia, por un grupo de ambientalistas de Francia, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos, que identificaron la creciente necesidad de que existiera una organización que tratara temas ambientales que trascienden fronteras. Cuarenta años más tarde, la federación cuenta con 76 grupos nacionales y más de 2 millones de miembros individuales y seguidores en todo el mundo. Nuestras posiciones y campañas se basan en nuestro trabajo con las bases y las comunidades. Amigos de la Tierra Internacional también es parte de un movimiento mundial y social que abarca campesinos, pueblos indígenas, trabajadores, mujeres y jóvenes.
Solidaridad Nnimmo Bassey, presidente de Amigos de la Tierra Internacional dijo: “Al trabajar juntos en todo el mundo, mostramos a las instituciones y gobiernos beligerantes que el camino hacia el futuro es de solidaridad y no de competencia ni de destrucción. Estamos orgullosos de decir que en cuarenta años hemos crecido en número y poder y continuaremos apoyando firmemente a quienes luchan por justicia ambiental en todo el mundo.”
Los miembros de Amigos de la Tierra Internacional realizan campañas juntos acerca de los problemas ambientales y sociales más acuciantes, desde la biodiversidad al cambio climático y de los agrocombustibles a la minería. Trabajamos para reducir la influencia que ejercen las políticas económicas neoliberales y las acciones de algunas de las empresas trasnacionales e inversores más poderosos del mundo. Queremos sociedades sustentables que aseguren la justicia ambiental y social, la dignidad humana, y el respeto de los derechos humanos y de los pueblos. Estamos convencidos de que un mundo mejor es necesario y posible y continuaremos trabajando con ese fin en los próximos cuarenta años.
Hemos producido una serie de materiales para conmemorar nuestro aniversario, como por ejemplo:
-40 Luchas y éxitos: una recopilación de ejemplos de campañas y victorias inspiradoras de nuestros grupos miembro y de las comunidades con las que trabajan: http://www.foei.org/es/luchas-exitos
El 11 de marzo, un terremoto de magnitud 9.0 azotó la costa noreste de Japón provocando un gran tsnuami y graves daños en todo el norte de Japón. Más de 8.000 personas están desaparecidas y 500.000 están viviendo en refugios temporales. Amigos de la Tierra Japón está recaudando dinero para colaborar en los esfuerzos de ayuda. Por favor dona lo que puedas.