La invasión de la palma africana en la Selva Lacandona

Compartimos esta investigación especial de Mongabay sobre el avance y los impactos de la Palma africana en Chiapas- A 13 de febrero 2020

Las condiciones climáticas del sureste mexicano propician la expansión del cultivo de la palma, provocando la deforestación de la Selva Lacandona, en Chiapas, uno de los territorios emblemáticos para la conservación en México

En Boca de Chajul, una pequeña comunidad del municipio de Marqués de Comillas, en Chiapas, Rafael Lombera ha visto desaparecer grandes extensiones de la selva Lacandona y ha sido principalmente —afirma— por la costumbre de explotar recursos naturales y por la ganadería. Hoy una de las causas es la siembra del cultivo de palma africana.

Cuando se viaja hacia Chajul, y hasta la entrada de este pequeño poblado, se observa a orillas de la carretera letreros con la leyenda de “Pago de Servicios Ambientales”, un programa del gobierno de México que promueve la conservación en propiedades privadas o en ejidos (una figura legal que da derechos sobre la tierra a campesinos). Los tramos de selva se disputan así el paisaje con los predios sembrados con palma africana.

Reserva de la Biósfera Montes Azules en Chiapas. Foto: Moysés Zúñiga Santiago.

En el municipio de Marqués de Comillas, según un estudio del Instituto Nacional de Ecología, están los únicos tramos de tierra en México con selva inundable porque en otros estados, como Tabasco, han desaparecido.

Las chozas de Rafael Lombera están alzadas por grandes soportes de madera que permiten el paso de las aguas del río Lacantún cuando sale a inundar sus inmediaciones. Este rincón selvático es la puerta de entrada a la Reserva de la Biósfera Montes Azules; ahí todo el año llegan investigadores de flora y fauna. También es la región donde empezó la siembra de la palma en México, a mediados del siglo pasado.

1.Cambios en la selva

La mayor parte de la superficie propicia para la palmicultura está en el sureste de México (dos millones de hectáreas, según el gobierno federal), una región a la que pertenece Chiapas, que tiene las condiciones agrícolas y climáticas para extender hasta en 400 mil hectáreas las plantaciones de palma, cultivo destinado a saciar las necesidades de los mercados extranjeros y nacionales que demandan biodiesel y aceites para la industria de los alimentos.

Rafael Lombera, quien vive en esta región desde que era niño, hace poco más de cuatro décadas, nota cambios en las dinámicas de la selva. Tiene una opinión clara de cuál es la mayor amenaza para uno de las más grandes reservas naturales de México: “la selva se está talando para sembrar la palma africana”.

El cultivo de la palma africana ha sido impulsado tanto por el gobierno estatal como el federal. Funcionarios estatales aseguran que lo hacen en predios donde ya no hay selva, que ya se habían utilizado para la ganadería.

En 2017, las estimaciones de la Secretaría del Campo de Chiapas eran que existían cerca de 64 000 hectáreas sembradas en el estado; el objetivo es llegar a 100 000. Para ello el gobierno chiapaneco impulsó la creación de cuatro viveros de palma que, según el Instituto de Fomento a la Agricultura Tropical, son los más grandes de América Latina.

Hasta 2013, el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) calculaba que el 44 % de la Palma sembrada en Chiapas estaba en zonas selváticas.

Frutos de Palma Africana. Foto: Moysés Zúñiga Santiago.

2.Campos sin vida

El investigador León Enrique Ávila, especialista en palma africana y profesor de la Universidad Intercultural de Chiapas, aseguró que la siembra de palma en el estado no incluye un control ambiental efectivo.

Antonio Castellanos, investigador del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur, con seis años de trabajo con los productores de palma en los ejidos, aseguró que una de las condiciones para recibir el apoyo del gobierno mexicano “es comprometerse a sembrarla solo como monocultivo”. Donde hay palma africana, no hay más flora.

Para León Ávila la sensación cuando recorre zonas de palma es la de estar en un “desierto del silencio donde ya no hay ruido al amanecer”. Él ha caminado la región durante años y dice haber visto cómo ese cultivo ha cambiado las dinámicas de la flora, la fauna y de las comunidades.

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Las personas que antes vivían de sus cosechas y los productos que les ofrecía la selva —explicó el especialista— ahora esperan con ansia la fecha en que los dueños de las fábricas pagan a los palmicultores y estos, a su vez, reparten los sueldos entre sus empleados jornaleros.

El investigador coincide con Antonio Castellanos: la principal falla está en el hecho de que el cultivo ha sido introducido como monocultivo. Y de acuerdo con la publicación especializada, Gloobal, “las miles de hectáreas de palma africana implican no solo mantener la deforestación sino aumentar el CO2 e incrementar la contaminación del agua con agroquímicos en las regiones de alta biodiversidad, como las regiones de la biosfera (de Montes Azules) y la selva Lacandona”.

Rafael Lombera, poblador en Boca Chajul, muestra los plantíos de palma africana en el ejido. Foto: Moysés Zúñiga Santiago.

3.Realidad que contradice el discurso

Según el Banco de México, el país importa cerca de 462 000 toneladas de aceite de palma al año, lo cual equivale al 82 % de la cantidad que consumen sus industrias. Por lo tanto, se requieren 200 850 hectáreas produciendo para poder abastecer de aceite al mercado interno.

Las condiciones están puestas para que el cultivo avance porque hay programas que impulsan la siembra de palma africana en los gobiernos estatales, en el gobierno federal y en fondos extranjeros.

La investigadora del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Bárbara Linares Bravo, conoció a fondo la reconversión productiva con la llegada de la palma africana al Valle de Tulijá, en el norte de Chiapas. Ella observa un fuerte cambio que está erradicando las costumbres productivas y de autoconsumo con la llegada de los apoyos internacionales y nacionales para propagar el cultivo de palma.

Frutos de Palma Africana. Foto: Moysés Zúñiga Santiago.

“La expansión de este cultivo, paradójicamente, en contraposición al discurso de desarrollo sustentable que le justifica, incrementa las contradicciones sociales y ambientales”, señala Linares Bravo.

El avance de los cultivos de la palma africana en la selva de Chiapas se desarrolla bajo tres compromisos adquiridos por el país con actores internacionales. Uno de ellos es el Proyecto Mesoamérica, con 10 naciones adheridas (Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, República Dominicana, Colombia, Panamá y México) y su Programa Mesoamericano de Biocombustibles, dentro del cual México estableció su programa de reconversión productiva.

Además, México tiene 10 plantas extractoras de aceite de palma; siete están en Chiapas y todas son privadas. Alrededor de ellas los productores se organizan y hacen lo necesario para “limpiar” sus tierras y pasar de ganar —por ejemplo— 5000 pesos (277 USD) mensuales por el total de su cosecha de maíz sembrado para venta y consumo, a recibir hasta 35 000 (1862 USD) cada mes por el monocultivo, según el testimonio de José Baldovinos, palmicultor de Boca de Chajul.

Jose Baldovinos sostiene que la palma los ayudará a salir de la pobreza. Foto: Moysés Zúñiga Santiago.

4.Deforestación hormiga

Baldovinos ha sembrado con palma africana 27 hectáreas en las inmediaciones de Boca de Chajul y está listo para sumar otras seis. Este cultivo permitió enfrentar los gastos médicos que tuvo cuando dos de sus parientes se enfermaron de gravedad.

Como miles de habitantes de Marqués de Comillas y la región selvática, Baldovinos llegó desde Michoacán en 1972 en una avioneta que aterrizó en algún camino rural o simplemente en un claro entre la vegetación. “Aquí era pura selva, pero ha ido cambiando drásticamente”, recuerda.

En los setenta, dentro de los ejidos, comenzó la práctica indiscriminada de la ganadería y el cultivo de la palma africana. Proliferaron los “acahuales”, que son unos espacios de selva en los que los ejidatarios talan, esperan un par de años y después inscriben esas tierras en programas de financiamiento para la palma africana sorteando así el “obstáculo” de que hay selva. Talan para allanar el camino hacia el cultivo que les es redituable.

Una fuente del gobierno de Chiapas que pidió el anonimato contó a Mongabay Latam que actualmente la principal causa de deforestación en la selva es la tala de madera a manos de “empresas clandestinas” que trabajan de noche.

Es el avance hormiga de la palma en la región tropical que abarca la mayor parte del sur de México. De acuerdo con los testimonios recabados por Mongabay Latam, es así como han crecido los cultivos de la palma en Veracruz, Quintana Roo, Tabasco, Oaxaca, Guerrero y Chiapas (los estados con suelos propicios para la palmicultura) en terrenos de ganadería, pastizales, “acahuales” o sitios selváticos deforestados clandestinamente.

Plantación de Palma Africana en Boca Chajul, ubicado en la frontera con Guatemala, Selva Lacandona, Chiapas. Foto: Moysés Zúñiga Santiago.

5.Salida para pobladores

La palma africana, según el testimonio de Rafael Lombera y de José Baldovinos, es el cultivo que ofrece la oportunidad de salir de la pobreza a todos los campesinos dueños de pequeñas porciones de tierra que están aumentando exponencialmente sus ganancias.

Baldovinos ha sido agricultor más de 65 años y solo hasta ahora logró la tranquilidad económica. Gana 30 000 pesos al mes sin mayores esfuerzos cuando el resto de su vida trabajando otros cultivos como frijol, maíz o chile, lograba una mínima parte con esfuerzo máximo.

La ecuación es simple: en el programa de Pago de Servicios Ambientales el gobierno mexicano paga 300 pesos al año por hectárea de selva (en 2017) y una hectárea sembrada de palma en edad productiva genera una ganancia de 100 000 pesos al año.

Rafael Lombera muestra un juego de lotería en sus manos en el que figuran las fotos de animales. Foto: Moysés Zúñiga Santiago.

Rafael Lombera, que es ejidatario en un tramo selvático manejado entre más personas, asegura que “la gente se está desesperando y está talando la selva para sembrar palma”.

Es una lógica que recorre la región selvática de Chiapas que se extiende a lo largo de la frontera con Guatemala, donde se encuentran predios que suman hasta 4000 hectáreas que surten a la fábrica de la empresa Aceites Sustentables, según cálculos de los investigadores.

Y en territorio mexicano también hay productores que acaparan hasta 1000 hectáreas o pequeños propietarios que apenas comienzan —como don José en sus inicios— a acumular sus primeras extensiones de tierra. “Así se va cambiando de la selva a la palma”, dijo don José Baldovinos, dueño de una de las casas más amplias del pueblo.

“El futuro es la palma”, lamenta Rafael Lombera, con un juego de lotería en sus manos en el que figuran las fotos de animales y vegetales tomadas por él mismo dentro de esa espesura de selva que se levantaba frente a él del otro lado del río Lacantún.

Imágenes: Moysés Zuñiga

Más información:

Palma africana: Denuncias, demandas y un Estado sordo

El informe de la Inspectoría no registra si las prevenciones fueron cumplidas. Pero sí menciona que la cantidad de dinero no pagada a los trabajadores por concepto de salario mínimo, alcanzó en esas inspecciones la cantidad de Q14.96 millones.

Las denuncias en contra de algunas empresas palmeras por motivos ambientales y laborales no han cesado desde 2012. El caso de Repsa, en el río La Pasión, es sólo el último y el que más impacto mediático ha tenido, pero hay más casos. Pese a las denuncias, demandas y presiones internacionales, ni el Estado ni las empresas dan respuesta o muestras de darse por aludidos.

Por Rodrigo Véliz
Centro de Medios Independientes, Guatemala

Los vecinos dijeron que los peces del río estaban muriendo. Acusaban a la empresa palmera. Cuando hacía mucho sol y durante el verano, las viviendas se llenaban de moscas. La peor parte la llevaban los animales domésticos, cerdos y algunas vacas, decían. Las moscas les generan picazón, y el roce con la corteza de árboles o el suelo buscando alivio les provoca la caída del pelo. Algunos animales enferman ante las plagas, y las pérdidas afectan la dieta de los comunitarios de Ixcán, Quiché.

El olor también era un problema. La pestilencia de los desechos de la planta extractora de palma africana, agudizada por el calor de las tierras bajas, era insoportable cuando llegaba la noche.

Esa era la queja de los alcaldes auxiliares y los Comités de Desarrollo Comunitario (Cocode) de la microregión V del municipio de Ixcán, a inicios de diciembre de 2013. La denuncia es muy similar a los relatos que se escuchan año y medio después en el municipio de Sayaxché, Petén, donde la empresa Repsa es señalada por comunitarios y organizaciones ambientales de contaminación y de ser responsables del desastre ecológico ocurrido en el río La Pasión.

Los representantes de la microregión V dirigieron esta denuncia a la empresa Palmas del Ixcán, cuya planta extractora colinda con el río Jute, un afluente del río Chixoy. La empresa contestó con otra carta, 10 días después, el 13 de diciembre de 2013. En ella se lee textualmente: «Respecto al medio ambiente (moscas y río), reconocemos que hay un problema ocasionado por un accidente dentro de nuestras instalaciones de planta extractora».

Odilsar Cardona, encargado de asuntos laborales y administrativos de Palmas del Ixcán, reconoce, en una entrevista con CMI y Plaza Pública, que en efecto, tuvieron un problema. “Se reventó un tubo de aguas, y en el proceso se salieron los residuos. La intensa lluvia que cae por las noches en Ixcán hizo que esos residuos fueran arrastrados al río”. La respuesta de la empresa, asegura Cardona, fue inmediata. Ubicaron unos filtros para que, si volvía a ocurrir un rebalse, el agua residual al menos cayera filtrada. Dice que el problema duró “dos o tres días, máximo”. Asegura, con una voz firme que nunca más volvió a suceder algo similar.

En mayo de este año varios representantes de los municipios de Chisec, Fray Bartolomé de las Casas, Ixcán, y Sayaxché, realizaron una conferencia pública en el centro de la ciudad de Guatemala. Su objetivo era solidarizarse con lo que pasaba en las comunidades de Sayaxché, y enfatizar lo contrario a lo que Cardona asegura: Los problemas de la producción y extracción de palma son iguales en todas las regiones. Y, en el caso de Ixcán, no han cambiado desde 2013.

“Nosotros dependemos de los ríos por la falta de agua entubada. Las plantas extractoras afectan desde 2013 en el río Limón, en el río Jute, en río San Ramón. En todos esos lugares hay muertes de peces y proliferación de moscas”, dijo Margarita Osorio, representante de organizaciones de mujeres de Alta Verapaz, durante la conferencia. Y el representante de Ixcán, donde se encuentra la extractora de Palmas del Ixcán, afirmó: “Así como se dio en Sayaxché, así se sigue dando en nuestra región. Hemos puesto denuncias a nivel local, departamental y nacional. En el Ministerio Público, el Ministerio de Trabajo y en el de Ambiente. Y hasta ahora, no ha habido respuesta”. En el documento de 2013, las autoridades del Ixcán mencionaba el problema ambiental como uno entre otros de varios tipos: resaltaba sobre todo el laboral, y la incapacidad del Estado por hacer valer las leyes.
La primera visita del Ministerio de Trabajo

El 27 de febrero de 2012 en la delegación de San Benito, Petén, se reunieron inspectores de la Inspectoría General de Trabajo (IGT) del Ministerio de Trabajo, organizaciones campesinas, de derechos humanos, Cocodes de la región, y tres miembros de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (OACNUDH). El objetivo era planificar una serie de visitas a las empresas de palma africana del municipio: Reforestadora de Palma (Repsa), Tikindustrias, Palmas del Ixcán, y Empresa Nacional Agroindustrial (Naisa).

La reunión se realizó en respuesta a una denuncia que algunas autoridades comunitarias realizaron ante el anterior Procurador de Derechos Humanos, Sergio Morales, por un conflicto de derecho de paso. Las comunidades se quejaban de haber quedado sin acceso a las carreteras estatales. A su alrededor solamente queda palma. Miles de hectáreas de palma.

Las visitas se hicieron desde la mañana del día siguiente, el martes 28. A las 8.30 de la mañana salió la comitiva desde Sayaxché. Casi 50 minutos después, llegó a las comunidades Las Pacayas y Las Arenas, donde a unos metros se encuentra la empresa Tikindustrias, según quedó plasmado en los informes que redactó el Consejo de Desplazados de Guatemala (Condeg).

En otro informe de ese día, escrito por la inspectora de la IGT, Emma Castillo Barrera de Morataya, se detallan las violaciones de la empresa Tikindustrias al Código de Trabajo. De una lista de 38 aspectos a tomar en cuenta, Tikindustrias no cumplió con 20. Doce no aplicaban, cumpliendo solamente con seis: las instalaciones cuentan con ventilación, iluminación electricidad, pasillos despejados y extinguidores. Todos aspectos importantes en las oficinas de la empresa.

En los cultivos es otra la realidad. Allí los resultados no fueron positivos: Tikindustrias, según se lee en el informe, no cuenta con contratos individuales, constancias de pagos, libros de salarios, planillas del IGSS, reglamento interior de Trabajo, boleta de informe patronal, no se cumplen las jornadas de trabajo, el descanso semanal, no hay días de asueto, vacaciones, horas de lactancia, licencia por maternidad, se paga por debajo del salario mínimo, y no se reciben bonificaciones ni aguinaldo.

Esa fue la primera vez que el Ministerio de Trabajo visitaba la empresa para una inspección, según dejó dicho OACNUDH en el informe de la Condeg.

Tikindustrias se inscribió en el Registro Mercantil en 2004, y un año después se instaló en el municipio de Sayaxché, al norte de la Reserva Biológica San Román, y al sur de los sitios arqueológicos Dos Pilas y Aguateca, en la antigua finca El Arenal. Tikindustrias, según una investigación de ActionAid, es de los mismos dueños del Ingenio El Pilar, la familia Weissenberg (Campollo y Ossaye).

Las visitas al resto de empresas palmeras fueron frustradas. Ninguna de las tres restantes permitió que la comitiva ingresara, como consta en esta acta de la IGT para la empresa Palmas del Ixcán.

(…)

La demanda que hizo todo visible

Las denuncias por abusos laborales y los paros de carreteras, trascendieron las fronteras nacionales. En noviembre de 2014, Estados Unidos decidió terminar con la espera que tenía para demandar al Estado de Guatemala. Con poco eco en la prensa local, Washington señaló al Estado de Guatemala de violar el artículo 16.1.2 del Tratado de Libre Comercio de la región (Cafta-DR, por sus siglas en inglés).

Guatemala es acusada de no tomar medidas para hacer valer el Código de Trabajo de manera recurrente y sostenida a lo largo del tiempo, afectando de esta forma el comercio entre las partes: los empresarios guatemaltecos señalados estarían compitiendo de manera desleal, ya que ahorrarían costos al no cumplir la legislación laboral. Y el Estado sería responsable de esto. Si se perdiera el caso, Guatemala tendría que utilizar Q120 millones para solucionar sus problemas de fortaleza institucional de cumplimiento de legislación laboral. Cuatro de las principales palmeras (Naisa, Repsa, Palmas del Ixcán y Tikindustrias) están en el listado de empresas que no cumplen derechos laborales.

La estrategia de Guatemala ha sido es atacar cuestiones formales para que el fondo (en este caso las violaciones a los derechos laborales) no sea abordado. El argumento se centra en la manera de interpretar el artículo 16.1.2, en el poco tiempo para presentar los escritos, en la forma que se presentan las pruebas, en el carácter anónimo de los relatos de testigos, en que el resto de pruebas documentales son ilegibles, o que ciertas instituciones no pueden ser parte del debate. Pocas veces se debate sobre el problema principal, la violación al Código de Trabajo y la escasa regulación del Estado. Y cuando éste finalmente se plantea, se dice que las cuatro empresas señaladas -las cuatro más grandes del país- no son representativas de todo el sector palmero.

En octubre de 2014, como respuesta al pacto firmado por el gobierno y las empresas palmeras, comunidades, trabajadores y organizaciones sociales presentaron otra denuncia ante el Ministerio de Trabajo en contra las mismas cuatro empresas señaladas en el informe de Estados Unidos. Y las demandas son las mismas que se escuchan desde 2012: bajos salarios, falta de contratos, negación a acceso al Seguro Social, exposición a químicos tóxicos, despidos injustificados, y otros.

Firmando de recibido están todas las empresas señaladas, también el IGSS, el Ministerio de Trabajo, el Procurador de Derechos Humos, y la gobernadora de Petén. Cardona, de Palmas del Ixcán, dice que sólo es una denuncia, no una demanda. Y que está basada en generalizaciones, que todo es mentira.

Nueve meses después, según los comunitarios y la PDH, la denuncia no ha tenido ningún seguimiento.

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Honduras: El Banco Mundial debe dejar de financiar a empresa de palma aceitera involucrada en docenas de asesinatos

Comunicado de Prensa
19 de marzo 2013

Honduras: El Banco Mundial debe dejar de financiar a empresa  de palma aceitera involucrada en docenas de asesinatos

DinantWashington (EEUU), 19 de marzo de 2013 – Organizaciones no gubernamentales internacionales condenarón hoy una declaración de la Corporación Financiera Internacional (CFI) [1] del Banco Mundial que defiende las actividades de la compañía de palma aceitera hondureña Grupo Dinant, involucrada en docenas de asesinatos y otras violaciones de derechos humanos. La declaración de CFI admite explícitamente dar apoyo financiero para el entrenamiento de las fuerzas de seguridad de la compañía .

Las ONG son: Amigos de la Tierra Internacional, Global Forest Coalition, Global Initiative for Economic, Social and Cultural Rights, Urgewald, Rights Action, Salva la Selva, Global Justice Ecology Project, y Biofuelwatch

El Ombudsman del Banco Mundial [2] investiga actualmente un préstamo de 30 millones de US$ al Grupo Dinant aprobado en 2009, del que al menos la mitad ya ha sido desembolsado.

Este mes, una Carta Abierta de 17 ONGs [3] y una protesta internacional a la que se adhirieron 63.000 personas [4] expresan rechazo  a  dicho crédito y piden al Banco Mundial que cese inmediatamente su apoyo al Grupo Dinant.

Desde 2009, organizaciones internacionales de derechos humanos han documentado docenas de casos de asesinatos de campesinos y personas que acompañan su defensa frente a los conflictos por la tierra en los que está involucrado el Grupo Dinant, los guardias de seguridad de esta empresa, así como la policía y el ejército hondureños.

Las evidencias se reflejan en un informe elaborado por una Misión Internacional de Verificación realizada por organizaciones de derechos humanos en marzo de 2011 , una audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en octubre de 2011, una audiencia pública internacional sobre los derechos humanos en mayo de 2012 [5] y un informe sobre las violaciones de derechos humanos atribuídas a efectivos militares, elaborado por Rights Action y publicado este mismo mes [6].

Este último informe confirma que al menos 88 miembros y acompañantes del movimiento campesino del Bajo Aguán, han sido asesinados de forma selectiva en la región durante los últimos tres años. Documenta además la responsabilidad directa de las fuerzas de seguridad armadas del Grupo Dinant por la violencia hacia los movimientos campesinos. Muy al contrario de lo que afirma el Banco Mundial acerca del fin de la violencia en 2012, dos campesinos fueron torturados y asesinados en febrero de 2013 [7].

Annie Bird de Rights Action afirma: “Es una acusación muy seria acerca del rol del Banco Mundial en el conflicto por la tierra en Honduras, ya  que la Corporación Financiera Internacional admite tener una conexión directa con el entrenamiento de los ‘guardias de seguridad’ paramilitares del Grupo Dinant. No está claro si esta conexión es una respuesta a las preocupaciones por las violaciones de los derechos humanos, pero de todas formas, reciclar paramilitares involucrados en asesinatos no es, en ningún caso, una respuesta aceptable. El Banco Mundial debe romper dicha relación y dejar de financiar al Grupo Dinant inmediatamente.”

Almuth Ernsting, miembro de la Global Forest Coalition y del Observatorio de los Biocombustibles Biofuelwatch añade que: “La afirmación del Banco Mundial de que los asesinatos están siendo investigados en los juzgados hondureños con la total cooperación del Grupo Dinant contradice las verificaciones hechas durante las visitas de los grupos de derechos humanos, que constatan una impunidad total alrededor de estos asesinatos. Tal estado de impunidad ha sido confirmado por el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre los Mercenarios. El Banco Mundial, no sólo debe cancelar el préstamo a Dinant, sino abrir una investigación completa sobre su rol en las violaciones de los derechos humanos en Honduras.”

En 2011, el banco alemán de desarrollo, DEG, canceló un préstamo al Grupo Dinant, basándose en las patentes relaciones de la empresa con las graves violaciones de derechos humanos. Y todavía hoy el Banco Mundial continúa respaldando a la compañía y desechando las evidencias independientes, como lo muestra su reciente declaración.

Jeff Conant de Friends of the Earth/Amigos de la Tierra USA añade que “la declaración del Banco Mundial sobre el  Bajo Aguán revela la magnitud de su complicidad con una compañía de palma aceitera involucrada en algunas de las violaciones más graves de derechos humanos que están teniendo lugar en Centroamérica. Años después de una auditoría condenatoria de su financiación de proyectos de palma aceitera y una supuesta revisión de sus políticas, el Banco Mundial está legitimando el uso de fuerzas armadas paramilitares en contra de campesinos que reclaman su propia tierra, desestimando una gran cantidad de evidencias recogidas de manera independiente por misiones internacionales de verificación.”

Las ONGs demandan que el Banco Mundial suspenda el crédito al Grupo Dinant y que se realice una investigación inmediata, completa e independiente sobre la relación del Banco Mundial con el Grupo Dinant, que debe ir más allá de la actual investigación del Ombudsman.

NOTAS:
[1] www1.ifc.org/wps/wcm/connect/REGION__EXT_Content/Regions/Latin%20America%20and%20the%20Caribbean/Strategy/Corporacion_Dinant?

[2] Una queja remitida por Rights Action está siendo investigada actualmente por el Ombudsman de la Oficina de Quejas (CAO). CAO es una agencia independiente que investiga quejas remitidas por comunidades afectadas por proyectos financiados por la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial (CFI).

[3] http://www.fian.org/fileadmin/media/publications/Pronunciamiento_Internacional_CAO_-_Bajo_Aguan_01-03-201.pdf

[4] https://www.salvalaselva.org/mailalert/909/banco-mundial-credito-para-la-palma-de-la-muerte

[5] http://www.fian.org/fileadmin/media/publications/2011_07_InformeHondurasBajoAguan.pdf, http://hrbrief.org/2011/10/human-rights-situation-in-the-bajo-aguan-honduras/ y http://www.fidh.org/Declaracion-de-la-audiencia

[6] http://rightsaction.org/sites/default/files//Rpt_130220_Aguan_Final.pdf

[7] See http://www.coha.org/21693/

Banco Mundial: crédito para la palma de la muerte

Banco Mundial: crédito para la palma de la muerte

Dólares del banco mundial financian la palma en Honduras

Firma:  Salva la Selva

banco mundialEl Banco Mundial financió en 2009 a la empresa palmicultora Dinant en Honduras con un crédito de 15 millones de dólares, aunque esta empresa se ha visto envuelta en asesinatos y violentos conflictos por la tierra.

La oficina de reclamaciones del Banco Mundial investiga el caso, pero pronto podría estar dando un segundo crédito por igual monto a Dinant.

Por favor, firme una carta al Banco Mundial exigiendo que no financie la palma de la muerte en Honduras.

El Grupo Dinant es la empresa palmicultora más grande de Honduras. En noviembre de 2009, la Corporación Financiera Internacional, parte del Grupo del Banco Mundial, pagó a la empresa la primera mitad de un crédito de 30 millones de US dólares. En junio del mismo año, un golpe de estado derrocó al presidente elegido democráticamente, Manuel Zelaya. El gobierno de facto en el país centroamericano fue respaldado por el presidente del grupo Dinant, el empresario Miguel Facussé.
 
El conflicto con las plantaciones de palma de Dinant se remonta a los años 70. Desde el golpe, la región del Bajo Aguán ha sido militarizada y los campesinos desplazados violentamente de sus asentamientos. Entretanto, la expansión de la palma y las actividades de Dinant y otras empresas palmicultoras han sido de una u otra forma relacionadas con la muerte de 88 campesinos en el Valle del Aguán. La impunidad es total. En el marco de este conflicto podrían incluirse hasta 109 muertes.
 
En febrero de 2013, el Banco Mundial actualizó en su web la descripción de su proyecto de crédito para la compañía palmicultora. La documentación no dice nada sobre la violencia y los asesinatos. Únicamente se lee “Dinant entiende la importancia de tener buenas relaciones con las comunidades vecinas y es muy activa en este sentido”.
 
Con todos estos antecedentes, la oficina de reclamaciones del Banco Mundial (CAO) está investigando. Pero sus competencias son muy limitadas. Es de temer que el Banco Mundial pronto conceda la segunda parte del crédito -otros 15 millones de USDólares. El banco alemán DEG investigó y reaccionó tras una protesta de Salva la Selva en 2011 en consecuencia, retirando un crédito de 20 millones de US Dólares a la misma empresa.

Por favor, firme una carta al Banco Mundial

Urgente: El Deutsche Bank saca a bolsa la deforestación

Salva la Selva

El Deutsche Bank apoya la salida a bolsa la semana próxima del mayor comerciante de palma aceitera del mundo. FELDA ya ha talado cientos de miles de hectáreas de selvas para establecer monocultivos de palma.

monocultivosAhora pretende obtener tres billones de dólares en la bolsa para invertir en la destrucción de más selvas en Indonesia y África para establecer más monocultivos.

En Malasia existe gran oposición contra la salida a bolsa de FELDA y contra el acaparemiento de tierras que implica. Al mismo tiempo, la nueva directiva del Deutsche Bank dice en la publicidad que en el futuro desean actuar de manera más sostenible que sus predecesores.

Por favor, pida a la nueva directiva del Deutsche Bank que se distancie inmediatamente de la multinacional FELDA, destructora de la selva: FIRMA

“El Deutsche Bank ayuda a FELDA a quitarnos nuestra tierra y talar el bosque” dice Mazlan Aliman. El agricultor es el portavoz de los afectados en Malasia. Su cooperativa está en contra de la salida a bolsa del gigante de la palma aceitera FELDA, que tendrá lugar el 28 de junio de 2012. El dinero que consigan se utilizará para la destrucción de grandes extensiones de selvas.

La empresa FELDA Global Ventures Holding pretende reunir en las próxima semana tres billones de dólares para establecer nuevas plantaciones de palma. El Deutsche Bank está ayudando en la búsqueda de inversores. Ya hoy, FELDA es el tercer mayor propietario de monocultivos de palma, y el primer comerciante, así como líder en producción de azúcar.

Dinero para la destrucción de la selva y votos

El destructor de la selva FELDA ha anunciado que con el dinero de la salida a bolsa comenzará un tour de compras alrededor del mundo. Especialmente Indonesia y África están en la mira de la transnacional del agronegocio. Ahí comprarán superficies de selvas, que serán destruidas y convertidas en monocultivos.

Además, existe la sospecha, que con el dinero de la bolsa se podrían llegar a comprar votos para las próximas elecciones. El partido del primer ministro malasio está vinculado a FELDA.

El Deutsche Bank apoya la deforestación y el robo de tierras

El Deutsche Bank califica este plan como ecológico y socialmente inobjetable. Mazlan Aliman y sus compañeros no lo ven de la misma manera: para ellos, la salida a bolsa tropieza directamente con sus derechos y significa que van a se inmediatamente desposeídos.

Por favor, exija al Deutsche Bank que se distancie distancie inmediatamente del destructor de selvas FELDA y que no promocione ningún otro robo de tierras.
FIRMA

Comienzo de la acción: 27/06/2012

Banco Mundial y palma aceitera: Ni ahora, ni nunca

Ni ahora, ni nunca

El Banco Mundial y su impulso a la palma aceitera

palma aceiteraRadioMundoReal

“Los monocultivos de palma no son ni podrán ser nunca sostenibles” dicen organizaciones ambientalistas como Biofuelwatch, Salva la Selva, Ecologistas en Acción y el Movimiento Mundial por los Bosques tras cerrarse en Frankfurt el proceso de revisión -más formal que real- del Banco Mundial sobre su apoyo financiero a dicho agronegocio.

Las plantaciones de palma aceitera, consistentes en gigantescos monocultivos destinados a la industria alimentaria, cosmética, química y de agrocombustibles, tienen consecuencias devastadoras para poblaciones, medio ambiente y clima, pese a lo cual cuentan desde hace décadas con el financiamiento del Banco Mundial (BM).

En los últimos diez años han crecido de forma alarmante las críticas aerca de este agronegocio, lo cual ha forzado al BM a abrir un espacio de “consulta” sobre esta línea de financiamiento.

De ahí que los días 31 de agosto y 1° de setiembre se realizó en la ciudad alemana de Frankfurt la última sesión de este proceso consultivo, con resultados desalentadores para las comunidades, explicó a Radio Mundo Real Guadalupe Rodríguez, de la organización Salva la Selva.

Para las organizaciones críticas a la expansión de este cultivo, el proceso de revisión del BM se asemeja a una “cortina de humo” que no toma en cuenta realmente los derechos de los países y pueblos afectados.

“Nuestra exigencia al BM es que detengan inmediatamente el financiamiento a proyectos de cultivo de palma y por supuesto que no lo retomen”, señala la activista.

“A pesar de que el BM se presenta como un organismo de combate a la pobreza, nuestra visión es justamente la contraria: donde el BM se presenta empeoran las condiciones de pobreza, y las oportunidades para un auténtico desarrollo se ven mermadas”.

Guadalupe insiste en que no se debe ingresar en la lógica de discusión del BM sobre estos problemas desde la perspectiva técnica.
“De eso no se habla”

“Una cuestión que para mí es muy crítica es que todo este interés del BM en financiar este tipo de proyectos es totalmente expansivo” con el objetivo de que el aceite de palma sea cada vez más barato y esto implica un crecimiento “totalmente descontrolado e igualmente insostenible”.

Multinacionales de la palma como la empresa Wilmar son causantes de graves violaciones de derechos humanos, desplazamiento de personas que viven y dependen de los bosques tropicales, destrucción de selvas y su biodiversidad, contaminación de suelos y cauces de agua, y empeoramiento del cambio climático.

Sin embargo, en el formato de “debate” propuesto por el BM este tipo de denuncias no encuentran lugar. “De las implicancias éticas de este agronegocio simplemente no se habla”, dice Guadalupe.

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ACCIÓN DE SALVA LA SELVA: El Banco Mundial seguirá destruyendo selvas

Banco Mundial: cortina de humo para las plantaciones de palma

Boletín de Prensa del Movimiento Mundial por los Bosques, Biofuelwatch,

Red Latinoamericana contra los Monocultivos de Árboles RECOMA,

Rettet den Regenwald, Ecologistas en Acción y Salva la Selva

 

Banco Mundial: cortina de humo para las plantaciones de palma

plantacionesFrankfurt, 31 de Agosto de 2010 

El Banco Mundial realiza en Frankfurt entre el 31 de Agosto y el 1 de Septiembre de 2010 la última sesión de su proceso de consulta acerca de una estrategia de financiación para sus proyectos de palma aceitera.
Grupos ambientales exigen al Banco Mundial que detenga definitivamente su financiación a la palma aceitera.
 
A nivel mundial las críticas a la producción a escala industrial de palma aceitera no han parado de crecer. En septiembre del año pasado, tras las críticas de varios grupos de todo el mundo, especialmente de Indonesia y Papua Nueva Guinea, el Banco Mundial decidió detener la financiación del sector. El presidente del banco, Robert Zoellick, aclaró en un escrito que había encargado a la Corporación Financiera Internacional (IFC) una revisión de la estrategia actual. Los resultados de dicha revisión resultaron vergonzosos para todo el Grupo del Banco Mundial.
 
Las plantaciones de palma aceitera, consistentes en gigantescos monocultivos destinados a la industria alimenticia, cosmética, química y de agrocombustibles, tiene consecuencias devastadoras para poblaciones, medio ambiente y clima. La industria de la palma aceitera que el Banco Mundial viene financiando desde hace 45 años tiene impactos nocivos no sólo para las comunidades locales dependientes de los bosques, sino también para los pequeños productores. Multinacionales de la palma como la empresa Wilmar son causantes de graves violaciones de derechos humanos, desplazamientos de personas que viven y dependen de los bosques tropicales, destrucción de selvas y su biodiversidad, contaminación de suelos y aguas y agravamiento del cambio climático.
 
El Banco Mundial no cumple de esta manera en absoluto con su objetivo de combatir la pobreza, sino más bien todo lo contrario, causa de más pobreza, más cambio climático y es co-responsable de crímenes ambientales y sociales. La expansión de los monocultivos de palma aceitera con su dinero debe detenerse. Las organizaciones ambientales exigen al Banco Mundial que “¡NO financie más plantaciones de palma!”
 
Klaus Schenck, de la organización alemana Rettet den Regenwald, dice: “El marco presentado por el Banco Mundial para el sector de la palma aceitera es totalmente insuficiente e inaceptable. Es una mera cortina de humo; las exigencias de las organizaciones sociales y ambientales de todo el mundo no han sido en absoluto tomadas en cuenta”.
 
Teresa Pérez, del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM), dice desde Uruguay: “Queremos resaltar que las plantaciones de palma de aceite no son sostenibles, sino que forman parte de un modelo extractivo basado en la exportación. Para nosotros, el plan presentado por el Banco Mundial para la palma aceitera es una farsa sin resultados positivos”.
 
Guadalupe Rodríguez, del grupo Salva la Selva, de España, añade: “Los monocultivos industriales de palma aceitera no son ni podrán nunca ser sostenibles. La financiación de plantaciones de palma aceitera hace al Banco Mundial directamente responsable del incremento de la pobreza, violaciones de derechos humanos y crímenes ambientales”.
 
Almuth Ernsting, de Biofuelwatch, el Observatorio de los Biocombustibles, dice: “Cientos de organizaciones en todo el mundo han condenado el ‘maquillaje verde’ que se hace de la palma aceitera. La certificación de las plantaciones, así como las directrices propuestas por el Banco Mundial no son más que maquillaje verde”.

Las plantaciones de palma aceitera no serán nunca sostenibles

plantaciones de palma aceitera no serán nunca sosteniblesCarta Abierta a RSPO y WWF

SALVA LA SELVA

http://www.salvalaselva.org/news.php?id=1444

Hace un año se publicó la Declaración Internacional en contra del “maquillaje verde” de la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible, que fue firmada por más de 250 organizaciones en todo el mundo (www.salvalaselva.org/news.php?id=1067). Desde entonces, la RSPO ha continuado certificando el aceite de palma producido por empresas que son directamente responsables de la violación de los derechos de comunidades locales, de la destrucción continua de selvas tropicales y turberas y de otros abusos contra poblaciones, medio ambiente y clima. Y lo que es más grave, a proveedores de aceite de palma les están siendo otorgandas certificaciones “provisionales” de la RSPO basadas únicamente en autoevaluaciones.

Carta Abierta a RSPO y WWF

Hace un año se publicó la Declaración Internacional en contra del “maquillaje verde” de la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible, que fue firmada por más de 250 organizaciones en todo el mundo (www.salvalaselva.org/news.php?id=1067). Desde entonces, la RSPO ha continuado certificando el aceite de palma producido por empresas que son directamente responsables de la violación de los derechos de comunidades locales, de la destrucción continua de selvas tropicales y turberas y de otros abusos contra poblaciones, medio ambiente y clima. Y lo que es más grave, a proveedores de aceite de palma les están siendo otorgandas certificaciones “provisionales” de la RSPO basadas únicamente en autoevaluaciones.

En Malasia, Indonesia y Papua Nueva Guinea ya se han certificado destructivas plantaciones de palma aceitera y el mismo ejercicio de maquillar de verde se ha iniciado en Colombia, Tailandia y Ghana.

Nos preocupa profundamente que la certificación de la RSPO se utiliza para legitimar la expansión de la demanda de aceite de palma y por lo tanto de las plantaciones de palma aceitera, y sirve para maquillar de verde los desastrosos impactos sociales y ambientales de la industria de aceite de palma. Las normas de la RSPO no excluyen la tala de muchos bosques naturales, la destrucción de otros ecosistemas importantes, ni las plantaciones en turberas. La RSPO certifica plantaciones que impactan en el sustento de la vida de comunidades locales y su medio. Los problemas se exacerban al crearse un conflicto de intereses en un sistama en el que la compañía que desea ser certificada contrata a otra compañía para que lleve a cabo la evaluación.

Nos preocupa también el papel desempeñado por la WWF en la promoción de la RSPO y en su utilización para apoyar el crecimiento interminable en la demanda de aceite de palma. WWF fue el iniciador de la RSPO, y continúa cabildeando para esta iniciativa en todo el mundo, la cual se combina con su apoyo a la industria de agrocombustibles, que incluye el aceite de palma.

La participación de la WWF está siendo utilizada por las empresas de agrocombustibles para justificar la construcción de más refinerías y más centrales energéticas a base de aceite de palma en Europa. La promesa de «aceite de palma sostenible”, respaldada por la WWF, fue un factor importante detrás de la decisión de la Unión Europea de mantener un porcentaje obligatorio de agrocombustibles de un 10% para 2020 y la RSPO será utilizada para permitir que el aceite de palma pueda optar por recibir subvenciones y a otros beneficios. Esto está acelerando la expansión indiscriminada de la palma aceitera en muchos otros países como México, Guatemala, Camerún, RD Congo, República de Congo, Uganda y Tanzania.

La empresa Unilever, la mayor consumidora de aceite de palma del mundo, con 1,6 millones de toneladas por año, habla de un “compromiso” de utilizar aceite de palma RSPO en el futuro, de lo que hace uso para presentarse como una “empresa responsable”, ignorando los impactos reales del aceite de palma. La empresa Wilmar Internacional ha solicitado certificados de RSPO en Indonesia, a pesar de las evidencias de que su participación en la apropiación ilegal de tierras, quema de bosques y destrucción de selva tropical y turberas ha llevado al Banco Mundial a suspender la financiación para el aceite de palma. Esta suspensión que se ha logrado con gran esfuerzo está en riesgo debido a las falsas promesas de la RSPO.

En Colombia, la empresa Daabon productora de aceite de palma, un miembro de RSPO, logró ser retratada en los medios europeos como una “empresa responsable”, a pesar de haber desalojado ilegalmente a pequeños agricultores de sus tierras, talado árboles y contaminado el mar Caribe con derrames de aceite de palma. En el Sudeste de Asia, la empresa IOI ha obtenido certificaciones de plantaciones, a pesar de ser responsable de la destrucción ilegal de bosques y turberas en Kalimantan (Indonesia), destruyendo así el sustento de los pueblos indígenas. La empresa Neste Oil que es uno de los principales clientes de IOI, ha obtenido un “certificado provisional” RSPO y sobre esta base está promocionando los agrocombustibles para la aviación y construyendo la refinería más grande del mundo de aceite de palma para biocombustibles.

Los monocultivos de aceite de palma para la industria alimentaria, cosmética, química y de agrocombustibles son una de las principales causas de la deforestación y por ende del cambio climático, destruyen los medios de subsistencia y la soberanía alimentaria de millones de pequeños agricultores, pueblos indígenas y otras comunidades. Requieren de productos agroquímicos que envenenan a los trabajadores y a las comunidades, y contaminan los suelos, las aguas y la biodiversidad, agotan el agua dulce y los suelos. Los monocultivos de aceite de palma no son y no podrán nunca ser sostenibles y la “certificación” sirve como un medio de perpetuar y ampliar esta industria destructiva.

Por ello, reiteramos el llamamiento formulado en la Declaración Internacional el pasado año 2008 y demandamos:
Que se eliminen todos los porcentajes obligatorios, subsidios e incentivos, especialmente en Europa y los Estados Unidos
Gran reducción en la demanda de aceite vegetal y energética en el Norte
La cancelación de las relaciones comerciales entre compañías compradoras de aceite de palma y proveedores que destruyen bosques y turberas y desplazan cultivos de granos básicos para el autoconsumo de comunidades locales, que son además responsables y se benefician al mismo tiempo que violan los Derechos Humanos
Reforma agraria para devolver tierras a comunidades locales, garantizar la soberanía alimentaria y restaurar la agricultura biodiversa y los ecosistemas
Resolución de conflictos de tierras, respeto a los derechos humanos, reparación por los múltiples daños causados
Restauración de todos los humedales todavía existentes que hayan sido drenados para plantaciones de palma, en tanto en cuanto esto sea todavía posible, en orden a mitigar el calentamiento global.

Las ONG no deben dar legitimidad a la RSPO y el WWF debe dejar de promover el apoyo a los agrocombustibles de aceite de palma por medio de RSPO;

Los gobiernos de Europa y los EE.UU. deben reducir la demanda de aceite de palma suspendiendo las políticas que crearon el mercado artificial de los agrocombustibles y poniendo fin al uso de los agrocombustibles

NOTA:
La Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible (RSPO por sus siglas en inglés), es una organización privada o “foro de interesados”, que fue creado como una instancia “independiente” para la certificación de aceite de palma “sostenible”. Entre los miembros de RSPO se encuentran 80 compañías palmicultoras y federaciones, 8 bancos y compañías financieras, 51 fabricantes de bienes de consumo, 23 minoristas, 118 procesadores y comerciantes y 21 ONGs.

LINK: http://www.salvalaselva.org/news.php?id=1444

LA RED LATINOAMERICANA CONTRA LOS MONOCULTIVOS DE ÁRBOLES (RECOMA)

¡Por la Defensa de la Tierra, los Territorios y el Agua!

En la reunión de la RECOMA llevada a cabo del 31 de julio al 2 de agosto en Uruguay, se reflexionó sobre la ley para inversores de plantaciones y la campaña contra los monocultivos de soja y el uso del mecanismo REDD en Argentina. En Chile el modelo forestal se expande alarmantemente con mayores plantaciones llegando a 2.5 millones de hectáreas de pino y eucalipto con grandes subsidios gubernamentales, y el 98% de la producción forestal se destina altercado internacional. Al igual en Uruguay, el subsidio del gobierno a las plantaciones ha facilitado su expansión con 1.5 millones de hectáreas donde más del 50% en manos de pocas multinacionales extranjeras y con el uso de la certificación FSC. En Brasil la ley forestal ha facilitado la expansión de las plantaciones. Más de 5.5 millones de hectáreas se han forestado y se han incorporado a los agronegocios. Preocupa en Brasil el tema de los árboles transgénicos, la incorporación de las plantaciones al mercado de carbono entre otros aspectos que mantienen una resistencia social fuerte y conflictos de tierra.

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