La Red de Biodigestores en Chiapas es reconocida en la 3ra Edición de la Exhibición Virtual de experiencias comunitarias de Transición Energética Justa

Con mucha alegría, entusiasmo y orgullo les compartimos que la BIORED Red de Biodigestores en Chiapas fue reconocida en Latino América en la 3ra Edición de la Exhibición Virtual de experiencias comunitarias de Transición Energética Justa organizado por la CENSAT Agua y Vida/ Amigos de la Tierra Colombia

Nos alegra muchísimo que hayan hecho parte de la Tercera Edición de la Exhibición Virtual de experiencias comunitarias de Transición Energética Justa. Cada edición seguimos conociendo y visibilizando experiencias que le están apostando a la construcción de alternativas desde los territorios, haciendo posible la construcción de presentes y futuros distintos, ennmarcados en una transición socioecológica con justicia ambiental. 

La Tercera Exhibición virtual de experiencias comunitarias para la TEJ, ha sido hasta el momento la versión con mayor participación, al sumar un total de 38 propuestas con representantes de 6 países en América Latina, entre los que, además de Colombia, encontramos a Venezuela, Puerto Rico, México, República Dominicana y la zona fronteriza de Haití, postulándose por primera vez.

Esta edición de la exhibición contó con la participación de los siguientes jurados y juradas: Juan David Reina Rozo, María Paz Aedo, Nubia Carmenza Colo Vargas y Fernando Salazar Ferreira, quienes hacen parte de la academia, organizaciones sociales y experiencias alrededor de la TEJ, pueden ampliar la información de sus perfiles en las bases de la convocatoria del 2022. Las juradas y jurados revisaron todas las experiencias que se postularon y las evaluaron con unos criterios establecidos. Dentro de estos criterios, se tuvo en cuenta que la iniciativa hubiera sido consolidada y gestionada por la comunidad, familia u organización misma, la relación con las energías comunitarias y la TEJ, la capacidad de difusión y reproducción de la experiencia, la participación de las mujeres, su impacto social, ambiental y cultural, y la incidencia de la misma. 

 Aunque encontramos elementos muy valiosos en cada una de las experiencias y nos anima enormenente que sean tantas las apuestas a un modelo energético distinto, luego de hacer la sumatoria de los puntajes por criterios y por jurados, han sido seleccionadas las experiencias meritorias de la convoctoria del 2022. A continuación, les invitamos a conocer las cuatro propuestas que fueron destacadas en la tercera versión de la Exhibición virtual de experiencias comunitarias de Transición Energética Justa.

Les contamos que la selección de las experiencias meritorias fue anunciada en el marco del Convite de la Alternativas del 2022, un evento realizado por Censat Agua Viva en donde confluyen distintos procesos y organizaciones para intercambiar saberes y experiencias alrededor de la justicia ambiental y las transiciones socioecológicas. Pueden ver en línea la transmisión de este reconocimiento, en la cual intervienen dos de nuestros jurados. También, es importante mencionar que estamos trabajando en la actualización del sitio web con el fin de que crear la sección del 2022 de la exhibición y subir allí las experiencias inscritas en esta versión. 

Saludos y quedamos atentas cualquier cosa. 

Área de Energía y Justicia Climática 
Censat Agua Viva 

Más información:

Manifiesto de los Pueblos del Sur – Por una Transición Energética Justa y Popular

Compartimos este pronunciamiento de Global Just Transition, Institute for Policy Studies y la invitación al presentación del manifiesto y campaña por una transición energética justa – A 10 de febrero del 2023

Un llamamiento a líderes, instituciones y nuestros hermanos y hermanasA más de dos años después del estallido de la pandemia de COVID-19, a lo que se suman  las catastróficas consecuencias de la invasión rusa de Ucrania, vemos surgir una «nueva normalidad». Este nuevo statu quo global refleja un empeoramiento de varias crisis: social, económica, política, ecológica, biomédica y geopolítica. Se acerca el colapso ambiental. La vida cotidiana se ha militarizado cada vez más. El acceso a buenos alimentos, agua potable y atención médica asequible se ha vuelto aún más restringido. Más gobiernos se han vuelto autocráticos. Los ricos se han vuelto más ricos, los poderosos más poderosos y la tecnología no regulada solo ha acelerado estas tendencias.

Los motores de este statu quo injusto —el capitalismo, el patriarcado, el racismo, el colonialismo, las relaciones depredadoras con la naturaleza y diversos fundamentalismos— están agravando la situación. Por lo tanto, debemos debatir e implementar urgentemente nuevas visiones de transición y transformación ecosocial que sean justas respecto al género, regenerativas y populares, que sean a la vez locales e internacionales.

En el presente Manifiesto por una Transición Energética Justa y Popular de los Pueblos del Sur, sostenemos que los problemas del Sur Global geopolítico son diferentes de los del Norte Global y de las potencias emergentes como China. Un desequilibrio de poder entre estas dos esferas no solo persiste debido a un legado colonial, sino que se ha profundizado debido a una economía global neocolonial. En el contexto del cambio climático, de la creciente demanda de energía y la pérdida de biodiversidad, los centros capitalistas han aumentado la presión para extraer la riqueza natural y depender de la mano de obra barata de los países de la periferia. No sólo sigue vigente el conocido paradigma extractivo, sino que la deuda ecológica del Norte con el Sur va en aumento.

Lo nuevo de este momento actual es la ‘transición energética’ del Norte a las energías limpias, que han ejercido aún más presión sobre el Sur Global para producir cobalto y litio para la producción de baterías de alta tecnología, madera de balsa para turbinas eólicas, brindar superficies de tierra para grandes conjuntos de paneles solares y nuevas infraestructuras para megaproyectos de hidrógeno. Esta descarbonización para los ricos, un proceso orientado a la exportación impulsado por las grandes corporaciones, se asienta sobre una nueva fase de despojo ambiental del Sur Global que afecta la vida de millones de mujeres, hombres y niños, sin mencionar la vida no humana. Las mujeres, especialmente en sociedades agrarias, están entre las más afectadas. De esta forma, el Sur Global se ha convertido nuevamente en una zona de sacrificio, un almacén de recursos supuestamente inagotables, para los países del Norte.
Una prioridad para el Norte Global ha sido asegurar las cadenas de suministro globales, especialmente de materias primas críticas, y evitar que ciertos países, como China, monopolicen el acceso. Los ministros de comercio del G7, por ejemplo, recientemente abogaron por una cadena de suministro ‘responsable, sostenible y transparente’ para minerales críticos a través de políticas de cooperación internacional y finanzas, que incluye el comercio de bienes y servicios ambientales en el marco de la OMC. El Norte Global ha presionado para que se firmen más acuerdos comerciales y de inversión con el Sur Global para satisfacer su necesidad de recursos, en particular aquellos que son parte integral de la ‘transición energética’. Estos acuerdos, diseñados para reducir las barreras al comercio y la inversión, protegen e incrementan el poder y los derechos de las corporaciones al someter a los estados a posibles juicios legales, de acuerdo con los mecanismos de arbitraje para controversias entre inversores y estados (ISDS, por sus siglas en inglés). El Norte Global está utilizando estos acuerdos para controlar la transición energética y generar un nuevo colonialismo verde.

Mientras tanto, los gobiernos del Sur han caído en la trampa de la deuda, tomando dinero prestado para construir industrias y agricultura a gran escala para abastecer al Norte. Para pagar estas deudas, los gobiernos se han sentido obligados a extraer aún más recursos del suelo, creando un círculo vicioso de desigualdad y destrucción. Hoy, el imperativo de ir más allá de los combustibles fósiles, sin ninguna reducción significativa en la producción o el consumo en el Norte, solo ha aumentado la presión para explotar estos recursos naturales. Además, a medida que avanza con sus propias transiciones energéticas, el Norte no ha ofrecido más que palabras respecto a su responsabilidad de abordar su histórica y creciente deuda ecológica con el Sur.

Pequeños cambios en la matriz energética no son suficientes. Todo el sistema energético debe transformarse, desde la producción y distribución hasta el consumo y la disposición de residuos. La sustitución de coches de combustión interna por vehículos eléctricos es insuficiente, pues es necesario cambiar todo el modelo de transporte individualista, reduciendo el consumo de energía y promoviendo opciones de movilidad colectiva y pública sostenible.

De esta manera, las relaciones deben volverse más equitativas no solo entre los países del centro y la periferia, sino también dentro de los países, entre la élite y el pueblo. Las élites corruptas del Sur Global también han colaborado en este sistema injusto lucrando con la extracción, reprimiendo a quienes defienden los derechos humanos y de la naturaleza y perpetuando la desigualdad económica.Más que solo tecnológicas, las soluciones a estas crisis interrelacionadas son sobre todo políticas.

Como activistas, intelectuales y organizaciones de diferentes países del Sur, hacemos un llamado a las y los agentes de cambio de diferentes partes del mundo a comprometerse con una transición ecosocial radical, democrática, con justicia global, justicia de género, intercultural, regenerativa y popular que transforme tanto el sector energético como las esferas industrial y agrícola, que dependen de insumos energéticos a gran escala. Según los diferentes movimientos por la justicia climática, “la transición es inevitable, pero la justicia no”.

Todavía estamos a tiempo de iniciar una transición justa y democrática, que desmonte las relaciones (neo-)coloniales entre Norte y Sur Globales. Podemos alejarnos del sistema económico neoliberal en una dirección que sustente la vida, combine la justicia social con la justicia ambiental en lugar de ponerlas a competir entre sí, reúna valores igualitarios y democráticos con una política social holística y resiliente, y restablezca un equilibrio ecológico necesario para un planeta sano. Pero para eso necesitamos más imaginación política y más visiones utópicas de otra sociedad socialmente justa y respetuosa tanto de la diversidad como de nuestra casa común planetaria.

La transición energética debe ser parte de una visión integral que aborde la desigualdad radical en la distribución de los recursos energéticos y promueva la democracia energética. Debería restar importancia a las instituciones a gran escala (agricultura corporativa, grandes empresas de energía), así como a las soluciones basadas en el mercado. En cambio, debería fortalecer la resiliencia de la sociedad civil y las organizaciones sociales.
Por lo tanto, desde el presente Manifiesto, establecemos los siguientes ocho puntos:

  1. Alertamos que una transición energética liderada por megaproyectos corporativos, provenientes del Norte Global y aceptados por numerosos gobiernos del Sur, implica la ampliación de las zonas de sacrificio en todo el Sur Global, la persistencia del legado colonial, el patriarcado y la trampa de la deuda. La energía es un derecho humano elemental e inalienable, y la democracia energética debe ser nuestro objetivo.
  2. Llamamos a los pueblos del Sur a rechazar las falsas soluciones que vienen con nuevas formas de colonialismo energético, ahora en nombre de una transición ‘verde’. Hacemos un llamado explícito a continuar la coordinación política entre los pueblos del Sur y al mismo tiempo a buscar alianzas estratégicas con sectores críticos del Norte.
  3. Para mitigar los estragos de la crisis climática y avanzar en una transición ecosocial justa y popular, exigimos el pago de la deuda ecológica. Esto significa, ante la responsabilidad desproporcionada del Norte Global por la crisis climática y el colapso ecológico, la implementación real de un sistema de compensación al Sur global. Este sistema debe incluir una considerable transferencia de fondos y tecnología apropiada, y debe conllevar la cancelación de la deuda soberana para los países del Sur. Apoyamos una política de reparaciones por las pérdidas y daños sufridos por pueblos indígenas, grupos vulnerables y comunidades locales debido a proyectos de minería, grandes represas y energía sucia. También apoyamos las luchas para legalizar y restituir los territorios colectivos de los pueblos indígenas en todo el mundo.
  4. Rechazamos la ampliación de la frontera hidrocarburífera en nuestros países —a través del fracking y proyectos offshore— y repudiamos el hipócrita discurso de la Unión Europea, que recientemente declaró al gas natural y a la energía nuclear como “energías limpias”. Como ya se planteó en la Iniciativa Yasuní en Ecuador en 2007, siendo una idea que hoy es apoyada por muchos sectores y organizaciones sociales, apostamos por dejar los combustibles fósiles bajo tierra y a generar las condiciones sociales y laborales necesarias para abandonar el extractivismo y transitar hacia un futuro post combustibles fósiles.
  5. De manera similar, rechazamos el colonialismo verde bajo la forma de acaparamiento de tierras para parques solares y eólicos, la extracción indiscriminada de minerales críticos y la promoción de «soluciones» tecnológicas como el hidrógeno azul, verde y gris. El cercamiento, la exclusión, la violencia, la invasión y el atrincheramiento han caracterizado las relaciones energéticas Norte-Sur pasadas y actuales y no son aceptables en una era de transiciones ecosociales.
  6. Exigimos la protección efectiva de los y las defensoras de la naturaleza y los derechos humanos, en particular los pueblos indígenas y las mujeres que están en la primera línea de la resistencia al extractivismo.  
  7. La eliminación de la pobreza energética en los países del Sur debe estar entre nuestros objetivos fundamentales, así como de la pobreza energética de partes del Norte Global, a través de proyectos de energía renovable alternativos, descentralizados y distribuidos equitativamente que sean propiedad de las comunidades y sean operados por ellas mismas.
  8. Denunciamos los acuerdos comerciales internacionales que penalizan a los países que quieren frenar la extracción de combustibles fósiles. Debemos detener el uso de acuerdos comerciales y de inversión controlados por corporaciones multinacionales que, en última instancia, promueven una mayor extracción y refuerzan un nuevo colonialismo.

Nuestra alternativa ecosocial se basa en innumerables luchas, estrategias, propuestas e iniciativas comunitarias. Nuestro Manifiesto se conecta con la experiencia vivida y las perspectivas críticas de los campesinos, los pueblos indígenas y otras comunidades locales, mujeres y jóvenes en todo el Sur Global. Se inspira en el trabajo realizado sobre los derechos de la naturaleza, buen vivir, vivir sabroso, sumak kawsay, ubuntu, swaraj, los comunes, la economía de los cuidados, la agroecología, la soberanía alimentaria, el postextractivismo, el pluriverso, la autonomía y la soberanía energética. Sobre todo, hacemos un llamado a una transición ecosocial radical, democrática, popular, con justicia de género, regenerativa e integral.

Siguiendo los pasos del Pacto Ecosocial e Intercultural del Sur, este Manifiesto propone una plataforma dinámica que invita a unirse a nuestra lucha compartida por la transformación ayudando a crear visiones y soluciones colectivas.

PDF: Manual de Biodigestores

Compartimos con mucha alegría este manual sobre los Biodigestores y la producción de biogas y biofertilizantes – A julio 2022 >>Descargar el manual en pdf<<

Coordinación y revisión del texto: José Augustín Vázquez
Investigación y redacción: Anne-Marie Schömig
Textos y diseño: Anne-Marie Schömig
Ilustraciones: Marlene Sandner
Una Producción de Otros Mundos A.C.

Gracias al apoyo de: Global Greengrants Fund (GGF) y American Jewish World Service (AJWS)

Otros Mundos filosofía

Alter Natos – Muchas Maneras, esa es nuestra filosofía.

Hoy en día nos enfrentamos a grandes retos, ya sean las guerras, las enfermedades, la crisis climática o el capitalismo, el caos reina en todas partes. En medio de este mundo caótico y agitado, en Otros Mundos buscamos alternativas que contrarresten las crisis sociales, ecológicas, económicas y políticas. Denunciamos la concentración de poder y de capital de las empresas individuales que acumulan sus beneficios a costa de los derechos humanos y de la explotación de los recursos naturales.

La independencia desempeña un papel importante en la defensa del territorios.
A través de modelos energéticos alternativos y sostenibles, intentamos hacer posible la autosuficiencia
energética de los pueblos y, al mismo tiempo, contrarrestar la contaminación de la tierra a través de fuentes de energía convencionales como el carbón y el gas.

Porque parte de nuestra visión es un mundo limpio con un modelo de sociedad socialmente solidario.
Nuestra convicción es que hay diferentes caminos y puntos de partida en la vida. La diversidad de los problemas actuales exige abordarlos a distintos niveles. Por eso es importante no centrarse en un solo camino, sino utilizar diferentes vías, es decir, Alter Natos.

El cambio climático

Cambio climático: ¿Qué significa realmente este término? Para muchos, el término cambio climático sigue siendo muy abstracto, aunque los efectos ya son claramente perceptibles hoy en día. Para entender el proceso en el que nos encontramos actualmente, hay que distinguir primero entre el efecto invernadero natural y el efecto antropogénico, es decir, provocado por el hombre: El efecto invernadero natural es un proceso natural necesario para la vida en nuestro planeta. Nuestra atmósfera se calienta por la radiación solar. La radiación entrante se refleja desde la superficie de la Tierra hacia el espacio, pero los gases de nuestra atmósfera, como el CO2(dióxido de carbono) y el CH4 (metano), impiden que nos llegue parte de la radiación térmica. El calor atrapado hace que la temperatura media de la Tierra no sea de -18 °C, sino de +15 °C, lo que hace que la vida en la Tierra sea posible para nosotros en primer lugar.

Sin embargo, el efecto invernadero antropogénico hace que la temperatura media siga aumentando. Cada vez se liberan más gases de efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles o la cría de animales de granja. Desde la industrialización, la cantidad de CO2 en la atmósfera ha aumentado enormemente; este incremento de los gases de efecto invernadero intensifica el efecto natural y calienta la tierra cada vez más. Además de alimentar activamente el cambio climático, también estamos privando a la naturaleza de su capacidad para regular el propio efecto invernadero. Los árboles absorben el CO2, y al talar los bosques estamos inhibiendo la capacidad de la naturaleza para equilibrar este ciclo material por sí misma. La mayoría de los científicos coinciden en que el ser humano es responsable del rápido calentamiento global.

Los efectos

Los efectos del calor creciente son enormes para nuestro ecosistema extremadamente sensible. Los casquetes polares se están derritiendo, el nivel del mar está subiendo y las concentraciones de agua en los océanos están cambiando drásticamente. Esto, a su vez, influye en las corrientes oceánicas y, por tanto, también en las corrientes meteorológicas y eólicas. Los fenómenos meteorológicos extremos siguen aumentando y destruyen los hogares de muchas personas y animales, las hambrunas y las sequías se convierten en un peligro para cada vez más personas. En el sector agrícola, las lluvias atípicas están causando grandes dificultades a los agricultores, con períodos prolongados de sequía que se alternan con lluvias extremadamente intensas, que a veces provocan inundaciones. Los arrecifes de coral, que albergan cientos de especies, están muriendo. Un número extremadamente grande de especies está en peligro de extinción, y la desaparición de una especie afecta a todo el ecosistema. La lista de impactos es larga y los peligros para la naturaleza y los humanos son mayores que nunca.

Justicia energética

Aunque el calentamiento global es un problema mundial, las emisiones que contribuyen al mismo no están distribuidas por igual en todo el planeta. Las emisiones per cápita de gases de efecto invernadero son significativamente mayores en los países industrializados. Nuestro sistema de liderazgo global: el crecimiento económico infinito en un mundo finito con recursos limitados, sólo alimenta una profunda injusticia social. La disponibilidad de energía también está distribuida de forma desigual. La pobreza energética no describe la falta de acceso a la electricidad, que en gran parte ya está disponible en México. Más bien describe el acceso asequible a dispositivos, tecnologías y servicios que proporcionan un nivel mínimo de bienestar. Por tanto, para hacer frente a la crisis climática internacional, primero tenemos que cambiar nuestro sistema y poner a las personas, y no a los beneficios, en el centro. Para ello, necesitamos conceptos más descentralizados y estrategias de suministro local. Pero esto también significa que la mera sustitución de las fuentes de energía convencionales por las renovables no es suficiente si se sigue construyendo sobre un sistema económico de explotación.

>>Descargar el manual en pdf<<

Video: Escuela de Justicia Energética – Experiencia en Puebla Conociendo la energía fotovoltaica

Compartimos con ustedes este video sobre la experiencia conociendo energía fotovoltaica durante el encuentro Energía desde y para los pueblos, realizado en Cuetzalan del Progreso, Puebla en año pasado.

Durante este encuentro conocimos y profundizamos sobre la producción energética por celdas fotovoltaicas como una alternativa encaminada hacia la autosuficiencia energética. La Cooperativa Onergia nos compartió su experiencia organizativa acompañando procesos de energía fotovoltaica en comunidades de Puebla.

La Escuela de Justicia Energética se impulsa en torno a tres ejes:

a) Conocer el modelo energético capitalista dominante y sus efectos en los territorios por su centralización y despojo de los pueblos, y también experiencias energéticas comunitarias que son parte de la construcción de un modelo energético para los pueblos y desde los pueblos;

b) Organizarnos y generar acciones para informar, analizar y concientizar sobre los impactos del modelo extractivo energético dominante en nuestros territorios, así como generar debates en lo regional y binacional hacia una transición justa, movilizarnos para resistir al al despojo de los bienes comunes naturales; y

c) Producir nuestra propia energía para y desde los pueblos. Generar alternativas y proyectos de vida que abonen a un modelo de autosuficiencia y justicia energética, y a la construcción de una vida digna desde la gestión de nuestras necesidades energéticas

Mas información:

Nota: Usuarias y usuarios de biodigestores comparten experiencias acerca de su autosuficiencia energética

Compartimos con ustedes esta nota de Chiapas Paralelo sobre nuestras experiencias instalando biodigestores con diferentes familias en los altos y la meseta comiteca de Chiapas – A 7 de abril del 2022

*Un biodigestor es un sistema de tecnología apropiada, sirve para producir biogás y un fertilizante orgánico. Estos sistemas se adaptan a las condiciones y necesidades de comunidades rurales que se dedican a la producción ganadera. 


En la actualidad, la crisis climática es uno de los mayores retos que enfrenta el mundo.

Los efectos se aprecian en el aumento del nivel del mar, desaparición de arrecifes que albergan una variedad de especies, disminución de la biodiversidad, mayores especies en peligro de extinción, incremento de fenómenos meteorológicos extremos, y la sequia que cada vez amenaza a más personas, dio a conocer Anne Marie Schpomig, técnica e ingeniera de protección ambiental y energías renovables, y voluntaria en Otros Mundos A. C.

La lista de impactos es larga y los peligros para la naturaleza y las personas son mayores que nunca. Pero, ¿Qué podemos hacer para detener este proceso?, cuestionó Schpomig. Puesto que las empresas prometen salvar el futuro con las energías renovables, pero abusan de la protección del medio ambiente, el motivo, acumular enormes beneficios a través de megaproyectos a costa de la población y a veces con violaciones de los derechos humanos.

No se puede hablar de desarrollo sustentable. Muchos de estos megaproyectos destruyen la naturaleza y amenazan los territorios de nuestras hermanas y hermanos. En Otros Mundos Chiapas A.C., siempre estamos buscando modelos de energía alternativa, dijo la voluntaria.

En ese sentido, se encontraron con los sistemas de biogás, a pesar de ser pequeñas soluciones sustentables, refuerzan la autosuficiencia energética de los pueblos, una herramienta importante en la lucha contra la explotación capitalista y la defensa de los territorios.

De modo que el año pasado instalaron 18 pequeñas plantas de biogás en la Región V Altos Tsotsil-Tseltal y la XV Meseta Comiteco Tojolabal en Chiapas.

La especialista explicó que una bolsa de lámina negra impermeable al gas funciona como un pequeño biodigestor, y el material para la biomasa se obtiene de los excrementos de animales, convirtiéndose en biogás (metano CH4).

El biogás producido puede utilizarse para cocinar con una estufa de dos quemadores y el producto residual puede esparcirse en los campos como “biol”, un biofertilizante de calidad para nutrir plantas y recuperar suelos. Esto, trae consigo un alivio para las familias, pues desde la instalación ya pueden renunciar a la compra de los tanques de gas licuado de petróleo (gas LP) y del abono adicional.

En estos casos, Schpomig dijo que sólo el biogás y la leña son suficientes. Ya que las familias no sólo se ven aliviadas en lo económico, sino que contribuyen de manera activa a la producción de energía renovable, biofertilizante para las plantas y tratamiento de residuos de las pequeñas explotaciones.

A principios de febrero celebramos nuestra primera reunión de la Red de usuarias y usuarios de biodigestores en Chiapas. Se invitó a todas las familias en las que hemos establecido un sistema hasta ahora. Nos alegramos especialmente de la presencia de tantas mujeres y niños. De hecho, hay tantas mujeres como hombres que trabajan a diario con los sistemas, indicó la técnica.

El encuentro fue un intercambio de experiencias. Cortesía: Otros Mundos Chiapas

Por ello, se reunieron en la finca de Alermo López en la comunidad Cajcam, ubicado en Comitán de Domínguez, con el fin de compartir experiencias recogidas hasta el momento. Lo más importante es que todos los participantes se mostraron entusiasmados y deseosos de contribuir con el intercambio.

De manera que la diversidad del uso de las plantas de biogás es impresionante. Ya sea en las montañas, cerca de la ciudad o en las afueras, han surgido pequeñas soluciones descentralizadas por todas partes, enfatizó Schpomig. Por ejemplo, uno de los sistemas está conectado de manera directa al inodoro y se alimenta en un principio de excrementos humanos.

Otro participante está experimentando con el biogás y quiere utilizarlo para el transporte. “La magia del biodigestor inspira a todos los usuarios”, tal es el caso de Pedro Ruiz, usuario de biodigestor.

Es decir, la particularidad de la planta de biogás es que los productos utilizados proceden de la naturaleza y se convierten directo en energía, sin necesidad de emplear tecnología a gran escala. Incluso, el biol vuelve a encontrar su lugar en la naturaleza como abono.

Instalaciones de biodigestores en diferentes puntos de Chiapas. Cortesía: Otros Mundos Chiapas

Durante el intercambio de experiencias, la ingeniera en energías renovables destacó el diálogo sobre los problemas encontrados, uno de ellos es la reparación de los sistemas dañados. Como se necesita un equipo técnico especial, la reparación actual es cara.

Ya estamos planeando adquirir un dispositivo de este tipo en el futuro para estar preparados para estos casos. Es bonito ver cómo, además de una economía energética más sustentable, se está creando aquí una red entre usuarios. Ya estamos esperando el próximo encuentro con nuestras compañeras y compañeros, finalizó la técnica en protección ambiental.

Una alternativa encaminada a la autogestión energética

Por otra parte, Otros Mundos instaló biodigestores en diferentes puntos de Chiapas, para la generación de biogás y biofertilizante, pues están convencidas y convencidos que se puede transitar hacia un nuevo modelo energético. Por eso, apostaron a alternativas como esas, donde las comunidades y pueblos se van caminando hacia la autosuficiencia y autogestión de sus recursos naturales.

Instalaciones de biodigestores en diferentes puntos de Chiapas. Cortesía: Otros Mundos Chiapas

Además, el uso de los fogones abiertos afecta la salud, en especial de las mujeres, adultos mayores, niñas y niños. En muchas regiones del campo, la dificultad de conseguir leña o su uso exclusivo está provocando deforestación y otros problemas asociados como la falta de agua, pobreza de los suelos, entre otras consecuencias.

Aunado a ello, el consumo de tanques de gas comercial merma la economía familiar y acelera el uso de hidrocarburos que pretenden eliminar por el cambio climático. En el ámbito urbano o semiurbano, se da la crianza de cerdos y borregos, generando malos olores y descargas residuales a los ríos. Por ello, consideraron que el uso de los biodigestores es un mecanismo para contrarrestar esos efectos y problemáticas, tanto en las zonas rurales como urbanas y semiurbanas.

Imagen: Encuentro de la Red de Usuarias y Usiarios de Biodigestores en Chiapas – Febrero 2022 – Otros Mundos

Más información:

Conversatorio: Autonomía energética y alternativas desde los pueblos

En el marco de la Movida Global por los Ríos Y los Pueblos les invitamos a este conversatorio sobre la autogestión de la energía desde y para los pueblos que se llevara acabo este miércoles 22 de septiembre a las 10 hrs México por facebook live de Periódico Surcos

Más información:

Los biodigestores en la autogestión energética en Los Altos de Chiapas

Compartimos esta nota de La Jornada Ecológica en su emisión del julio donde entrevistaron a nuestro compañero Agustín Vázquez sobre los biodigestores – Julio 2021

En Los Altos de Chiapas, así como en otras comunidades rurales, el principal combustible para la cocina es la leña, la cual expone a las familias, en especial a las mujeres, a la inhalación de humos tóxicos y dañinos para la salud. Cuando no hay leña, se recurre a los tanques de gas licuado de petróleo (LP), un hidrocarburo derivado del proceso de refinación de petróleo que es muy costoso para la economía familiar.

Ante ello, los biodigestores que producen biogás representan una alternativa viable y económica de producción de energía limpia y renovable para comunidades rurales y semirurales que están bus-cando alternativas encamina-das a la autogestión y autosuficiencia energética.

Instalar un biodigestor permite sustituir el uso de gas LP por biogás para cocinar, lo que brinda muchos beneficios, incluyendo reducir las emisiones de gas metano a la atmósfera, mejorar la economía familiar, reducir el pesa-do trabajo de cortar y acarrear leña para la cocina, disminuir la exposición de la familia a los humos provenientes de la quema de leña y contar con un fertilizante natural de excelente calidad para la producción agrícola.

Además, resuelve el tema de los malos olores y el manejo de las descargas residuales que puedan resultar de la crianza de vacas, cerdos o borregos, así como de los desechos humanos.

¿Qué son los biodigestores?

Un biodigestor es un con-tenedor cerrado hermética-mente que, a través del aprovechamiento de estiércoles y desperdicios orgánicos por colonias de bacterias, genera un proceso anaeróbico de oxidación a partir del cual se produce un gas (metano) que es combustible y un líquido (biol) mejorador de suelos.

La asociación civil Otros Mundos Chiapas desarrolló el programa Autosuficiencia energética con biodigestores, a través del cual instalarán 20 biodigestores en la región de Los Altos de Chiapas, en acuerdo con las familias campesinas indígenas de la región. A sus bondades ambientales se añade el hecho de que es un proyecto que impacta de forma directa en la economía y en la salud familiar.

José Agustín Vázquez Álvarez, promotor comunitario y técnico certificado, colabora con Otros Mundos en la instalación de los biodigestores; ya antes había instalado este tipo de contenedores en diversas regiones de la península de Yucatán.

“El biodigestor funciona utilizando los desechos de los animales y las descargas de residuos sólidos urbanos, productos que en algún momento se tienen que manejar. Un proyecto de este tipo en una región como Los Altos es muy útil porque hay mucha dificultad para la obtención de leña, además de que el humo emitido durante la quema daña la salud. Es una zona en la que hay mucho enfisema pulmonar justamente por la exposición a los humos de la cocina de leña”, explica Agustín.

Actualmente, ya instalaron cinco biodigestores en esta región y ahora dan acompañamiento a las familias en su uso y manejo. Con este proyecto buscan impulsar la creación de una red de usuarios de biodigestores en la región.

Agustín agrega otros beneficios a los ya mencionados: al instalar los biodigestores, ya no se necesitan instalar fosas sépticas y el fertilizante es muy nutritivo para la milpa y las hortalizas que producen las familias, además de que no degrada el suelo, como sucede con los fertilizantes químicos.

“El biodigestor se adapta muy bien a las condiciones de una familia. Para instalar-lo, hay que tener dos vaquitas o cinco cerditos; también se puede utilizar con estiércol humano”.

Además señaló: “Hay que darle su cuidado, el biodigestor empieza a formar parte de la familia… Esto le genera un cambio de actitud a la familia. La instalación de biodigestores es un proceso len-to que requiere de la observación de resultados y de cierta labor de convencimiento. Las familias son complejas y desplazar el uso de la leña no es fácil pues el fuego, además, tiene un significado cultural. Hay familias que no tienen problema para hacerlo, hay otras que tienen temor. Las familias que aceptan instalar el biodigestor no dejan la leña por completo, sino que combinan su uso con el biogás”.

Para las mujeres, la instalación del biodigestor implica reducir la carga laboral de salir a buscar la leña para el fuego, además de reducir su exposición al material particulado emitido por estufas pobremente ventiladas.

La ciencia en la cocina

Alermo López y Melisa Presas viven en Comitán, Chiapas; tienen una hectárea de tierra, dos vacas y cuatro ovejas. En su casa viven cinco personas y hace un mes que instalaron su biodigestor.

“Llevamos 20 días de tener gas. El primer día que abrimos la estufa fue sorprendente. Balam, nuestro hijo de 11 años, vio todo el trabajo de instalación. Y cuando abrimos el gas, su reacción fue inolvidable. “¡Wowwww! Esto es increíble, es ciencia”, dijo. Es un regalo atreverse a hacer cosas distintas. Ya también tenemos un panel solar. Estamos agradecidos, sigue el asombro, pero ahora estamos aprendiendo el manejo.

Ahora también usamos las descargas humanas. Aquí en Comitán ya se contaminó todo un lago de Montebello, por la falta drenaje. El biodigestor es una solución. Soñamos que otro mundo es posible y que podemos construirlo colectivamente”, dice Alermo acerca de qué ha pasado en la vida familiar con la llegada del biodigestor.

Melisa añade: “Ahora los desechos son muy valorados. Podemos cocinar y sostener la vida, además el fertilizante es muy útil para nuestra huerta. La gente de alrededor se asombra, nos pregunta, viene a verlo. Agustín nos había dicho que tendríamos cuatro horas de gas al día, pero en realidad lo hemos usado diario y nunca se ha terminado. Hemos cocinado ahí todos los tiempos de comida, es suficiente para lo que se cocina. Nosotros gastamos 500 pesos de gas LP cada tres meses, entonces ahí nos ahorraremos unos 2 mil pesos al año; si a eso le agregas el gasto en leña, que es de mil pesos al año, el ahorro será de unos 3 mil pesos anuales”.

El fertilizante que se produce en el biodigestor, conocido como biol, mejora mucho las cosechas. Melisa y Alermo planean comenzar a sembrar nopales y pitahayas utilizando el biol que produce su biodigestor. El biodigestor requiere mantenimiento y eso genera cambios en la dinámica familiar y también en la valoración de los residuos. Si bien en las ciudades sería difícil instalar biodigestores, lo cierto es que esta ecotecnia puede instalarse incluso en zonas semiurbanas y usarse de manera cotidiana.

El biodigestor se puede adaptar a distintas condiciones del clima. En la experiencia de Agustín, ha funcionado muy bien en península de Yucatán, a nivel del mar y con altas temperaturas, pero también en Los Altos, a pesar del clima frío y de estar a más de 2 mil metros sobre el nivel del mar.

El reto hoy, señala Agustín, es ampliar el programa, incluso con apoyo gubernamental, pues se trata de una solución de bajo costo que mejora la calidad de la vida de la gente, la empodera energéticamente, ayuda en la regeneración del suelo y evita la contaminación de los cuerpos de agua.

Además, los residuos orgánicos pasan de ser un pasivo ambiental del que no se puede disponer adecuadamente, por la infraestructura inexistente en ciertas regiones, a ser revalorizados como un activo sostén de los medios de vida de las familias.

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