Los “Escaramujos” son documentos de análisis producidos por Otros Mundos A.C. Les presentamos el último número de la colección, esperando les sirva para sus trabajos en defensa de los territorios. (Ver todos los números del Escaramujo)
LAS RESOLUCIONES DE LA ONU SOBRE ISRAEL
La soberbia sionista…
Gustavo Castro Soto
Otros Mundos Chiapas
26 de Febrero 2024, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México
https://otrosmundoschiapas.org/
Israel viola sistemáticamente el derecho internacional, los Convenios de Ginebra y todos los acuerdos firmados en materia de conflictos armados y de derechos humanos originados por su mismo creador, la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Israel se burla de la Corte Internacional de Justicia, no se adhiere a compromisos multilaterales y tampoco cumple con las Resoluciones del Consejo de Seguridad (C.S.), de la Asamblea General (A.G.) ni de la Comisión de Derechos Humanos (C.D.H.).
En 1947, la Asamblea General de la ONU adoptó el plan de partición de Palestina con el fin de crear el Estado de Israel. Inmediatamente reaccionaron en contra los Estados árabes. Desde entonces avanzó la violencia en la región por parte del recién nacido estado, por la ocupación del territorio con el apoyo y la responsabilidad de sus aliados, especialmente de Estados Unidos y de Europa. La ONU nunca ha tenido la capacidad de detener los genocidios del Estado que creó.
Ahora, Israel exige la renuncia del Secretario General de la ONU, le bombardea sus refugios y asesina a sus empleados. La ONU ha creado un Frankestein incontrolable, aunque algunos de sus miembros le aplauden, le apoyan, le financian, le compran y le venden armas. Y necesitan de este monstruoso Frankestein que camina con soberbia y juzga al mundo entero para conformar una cuña en el mundo árabe. Si se les critica, se les señala o se les denuncia por genocidas, se sienten ofendidos pese a que lo reconocen en sus declaraciones todos los días. Pero entonces señalan, acusan, amenazan y estigmatizan a todo aquél que no se pliegue a su discurso. Alemania sale a callar las protestas, Francia persigue a quien se oponga a la narrativa sionista, Reino Unido encarcela a quien muestre una bandera palestina.
Los tres países prohíben las manifestaciones en solidaridad con Palestina. En Estados Unidos se reprimen las protestas en solidaridad con los miles de niños y niñas asesinadas por los sionistas genocidas. Israel llama “non grato” al presidente brasileño y le reclama al mexicano por qué no se adhiere a su discurso logrando así intimidarlo y callarlo. Al interior de Israel sus ciudadanos marchan en protestas por la corrupción del Primer Ministro Netanyahu y sus reformas anti democráticas, y son reprimidos. Todos deben callar, no hablar, no oír, sino solo ver en vivo la limpieza étnica contra el pueblo palestino. Pretenden que todo el mundo les aplauda porque por fin invaden el territorio palestino, se apoderan de él y logran cumplir la voluntad de su dios que les dijo que esa tierra les pertenece, que la asalten, que la roben y que maten a todos para poseerla. Así de absurdo.
Israel es el único país de la ONU que no ha definido sus limites territoriales y así continuar con su ocupación y invasión territorial mientras fulmina a los palestinos dueños del territorio. Israel va a usar
siempre cualquier pretexto para continuar con su expansionismo y el genocidio hasta lograr invadir,
ocupar y exterminar a sus dueños o al menos expulsarlos a otros países. Para justificarlo, el sionismo
israelí manipula y revuelve todo tipo de argumentos políticos, míticos, religiosos, divinos, históricos,
antropológicos, sociales, ideológicos, pero esconde los intereses económicos propios y de sus aliados, entre ellos, la mutua venta de armas, uno de los negocios más lucrativos en el capitalismo actual.
LAS RESOLUCIONES
Una Resolución de Naciones Unidas se emite cuando un organismo deliberativo de la ONU hace una declaración formal, como las Resoluciones del Consejo de Seguridad, la Asamblea General o la Comisión de Derechos Humanos. Estas Resoluciones pueden ser o no vinculantes dependiendo de qué organismo lo emite y bajo qué capítulo de la Carta de las Naciones Unidas se invoque. Las Resoluciones de la Asamblea General se aprueban por mayoría de las dos terceras partes de los votantes (Art. 18.2, Carta Naciones Unidas). Algunas Resoluciones de la Asamblea General de carácter administrativo, de funcionamiento interno o de instituciones de rango inferior son vinculantes. Del resto, aunque no sean vinculantes, representan una presión moral y política. Sólo son vinculantes las Resoluciones del Consejo de Seguridad, pero tienen el veto de los cinco miembros permanentes y Estados Unidos lo utiliza sistemáticamente a favor de Israel.
Israel, en el contexto de la ocupación de los territorios palestinos y el conflicto con Líbano, es el país con más Resoluciones emitidas por la ONU. Por ello, la relación con la mayoría de los países del mundo es tensa, aunque no con sus incondicionales aliados. En el caso del Consejo de Seguridad, ha emitido numerosas Resoluciones en los últimos 75 años sobre el conflicto en Palestina en las que, en su mayoría, no sólo condena a Israel sino que le exige que rectifique su política hacia los palestinos y cumpla las obligaciones que impone la Convención de Ginebra a esta “potencia ocupante”.
Las relaciones entre Israel y la ONU se deterioraron significativamente luego de la Guerra de los Seis Días en 1967 y la ocupación sionista israelí de territorios palestinos. Desde entonces aumentó el número de Resoluciones de la Asamblea General, críticas con Israel. La ONU considera que Palestina es un ‘territorio ocupado’ por una ‘potencia ocupante’. Desde hace tiempo exige a Israel que frene los asentamientos ilegales, que favorezca la creación de un Estado palestino y no declare Jerusalén como su capital. Los sionistas israelíes han hecho caso omiso y han ignorado sistemáticamente las Resoluciones. Ni siquiera la primera han cumplido, la Resolución 181 de 1947.
En 2018, el embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, amenazó con «consecuencias significativas” por la aprobación de cinco Resoluciones contra Israel en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU donde se le exige que cese sus acciones en los territorios ocupados de Palestina. Danny Danon alertó que su país trabaja «estrechamente» con sus amigos y aliados para «poner fin a lo absurdo que representa este Consejo», y expresó que las medidas contra Israel son «hipócritas» y resultarán en un «daño irreparable» a la causa mundial que lucha contra la violación de los derechos humanos. De ese tamaño el cinismo.
En 2020, de un total de 23 Resoluciones de la Asamblea General, más del 70% que equivalen a 17 de ellas, fueron contra Israel. Los sionistas condenaron esto y se sintieron ofendidos mientras siguen asesinando palestinos, expulsándolos de sus tierras y viviendas y encarcelando y torturando a niños.
En 2023, Israel rechazó la resolución de la ONU que pedía una “tregua humanitaria” en Gaza. La Resolución condenó la violencia contra la población civil palestina y contra los israelíes. Gilad Erdan, embajador israelí ante la ONU, dijo que a la ONU ya no le queda «ni una pizca de legitimidad o relevancia», que «Ha llegado el momento de darles una lección» y ratificó la intención de su gobierno de continuar con la operación en Gaza. En otras palabras, los sionistas israelíes podrían decir: “el mundo está equivocado y solo nosotros tenemos la razón. Y los vamos a castigar por no tener nuestra razón”. Esto es la soberbia fascista en su máxima expresión.
Por su lado, el ministro de Exteriores de Israel afirmó que ha sido “un día oscuro para la ONU y para el género humano”, y afirmó que prefieren “defender a los nazis terroristas de Hamás antes que al Estado de Israel, que cumple las leyes para defenderse”. Israel anunció que negaría las visas al personal de la ONU y pidieron la renuncia del Secretario General de la ONU luego de que Antonio Guterres afirmara que los «horribles» ataques de Hamás «no surgieron de la nada», ya que «el pueblo palestino lleva sometido a 56 años de asfixiante ocupación». Inmediatamente el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores israelí dijo que Antonio Guterres había traspasado una «línea roja” y había «justificado las atrocidades de Hamás”. Las relaciones entre Israel y la ONU están rotas. Así la arrogancia sionista.
Cabe recordar que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, nunca ha sido especialmente crítico con Israel. Incluso en 2020, el Congreso Judío Mundial le concedió el Premio Theodor Herzl. Pero tal es el tamaño de la violación a los derechos humanos y al derecho internacional, el evidente genocidio, etnocidio e infanticidio, que Guterres no ha tenido opción que señalar esta catástrofe. Sin embargo, el sionismo israelí va por todo. Netanyahu declaró que «Israel rechaza categóricamente los dictados internacionales respecto de un acuerdo permanente con los palestinos», «Israel seguirá oponiéndose al reconocimiento unilateral de un Estado palestino». Para los sionistas, solo existen ellos, y el mundo entero debe estar a su servicio, porque “son el pueblo elegido”.
En el contexto del exterminio y genocidio de Israel y sus aliados contra los palestinos semitas en Gaza y Cisjordania, también abre fuego contra el Líbano sin distinguir entre ejército, civiles o prensa con el pretexto de combatir a Hizbulah o Partido de Dios. Líbano tampoco quiere a los invasores en el territorio árabe, pero Israel pretende imponer su invasión y buscar pretextos en cuanto se pueda. En 1982 tomó su capital, Beirut. Ahora utiliza fósforo blanco, una sustancia prohibida por convenciones internacionales.
En 1978, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas emitió las Resoluciones 425 y 426 donde se pedía a Israel suspender las acciones militares y la retirada del territorio libanés. También creó la Fuerza Provisional de la ONU compuesto por 10,500 Cascos Azules de casi 50 naciones del mundo con el fin de confirmar la retirada del ejército israelí, garantizar la seguridad y la paz y ayudar a Líbano a restablecer su gobernabilidad.
El movimiento político y militar Hizbulah surgió en 1982. En 2000 logró la expulsión sin condiciones de los militares israelíes del territorio nacional. Líbano logró protegerse con la resistencia islámica de las amenazas y ambiciones de Israel y sus aliados, amparada en la resolución 30/70 de la ONU que legitima las decisiones de los pueblos para librarse de la dominación colonial extranjera y la subyugación foránea por cualquier medio posible, “incluida la lucha armada”. También “Insta a todos los Estados a que, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas., reconozcan el derecho de todos los pueblos a la libre determinación e independencia, y ofrezcan ayuda moral, material y de otra índole a todos los pueblos que luchan por el pleno ejercicio de su derecho inalienable a la libre determinación e independencia”, lo que no hacen los mismos gobiernos sionistas europeos como los Estados Unidos.
En 2006 el Consejo de Seguridad adoptó la Resolución 1701 para exigir nuevamente a Israel un alto a las acciones militares contra el Líbano y la retirada de su ejército. Sin embargo, Israel ha violado las Resoluciones 279 (1970), 280 (1970), 313 (1972), 316 (1972), 332 (1973) y 347 (1974) que exigían el fin de las hostilidades y la retirada de su ejército del Líbano. También ignoró al Consejo de Seguridad de la ONU y sus Resoluciones 498 (1981), 501 (1981), 509 (1982), 517 (1982), 587 (1986), 1559 (2004), 1680 (2006) y 1701 (2006).
En 2022, el ministro interino de Transporte y Obras Públicas de la Organización de la Aviación Civil Internacional, durante la Cuadragésima primera reunión en Canadá, informó sobre las más de 10 mil infracciones israelíes en el espacio aéreo libanés durante la última década. Denunció la utilización de Israel del cielo nacional para atacar a Siria. En 2023 el gobierno de Líbano denunció que Israel sigue ocupando las tierras de las granjas de Shebaa, las colinas de Kfar Shuba, las afueras de la ciudad de Mari y 13 puntos en la línea azul que continúan ocupadas Israel.
Netanyahu presentó recientemente el plan que realizaría su gobierno una vez termine la guerra contra los palestinos, que incluye toda renuncia a su autodeterminación, el total sometimiento, control y humillación de los palestinos. Esto se traduce en la total ocupación militar de la Franja de Gaza y Cisjordania; que el pueblo palestino renuncie al reconocimiento internacional como Estado; la negación a reconstruir el territorio destruido hasta que los palestinos no tengan capacidad de respuesta frente a la ocupación; que Israel definiría la autoridad palestina y la posibilidad de cerrar la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).
La Carta de las Naciones Unidas estipula en el Artículo 4 que:
“Podrán ser Miembros de las Naciones Unidas todos los demás Estados amantes de la paz que acepten las obligaciones consignadas en esta Carta, y que, a juicio de la Organización, estén capacitados para cumplir dichas obligaciones y se hallen dispuestos a hacerlo.”
En su Artículo 5 afirma que:
“Todo Miembro de las Naciones Unidas que haya sido objeto de acción preventiva o coercitiva por parte del Consejo de Seguridad podrá ser suspendido por la Asamblea General (…)”.
Y en el Artículo 6 reza:
“Todo Miembro de las Naciones Unidas que haya violado repetidamente los Principios contenidos en esta Carta podrá ser expulsado de la Organización por la Asamblea General a recomendación del Consejo de Seguridad.”.
O sea, no se explica qué sigue haciendo Israel en las Naciones Unidas. Hagamos ahora un repaso de las
principales Resoluciones de la Asamblea General (A.G.), del Consejo de Seguridad (C.S.) y de la Comisión de Derechos Humanos (C.D.H.) de la ONU en torno a Israel, y las múltiples Resoluciones incumplidas sobre el conflicto con Palestina por los sionistas israelíes:
- 1947, 29 de noviembre, Resolución 181 A.G.: Acepta, pese a la oposición de la Liga Árabe y de los palestinos, la creación de dos estados en el antiguo protectorado británico de Palestina, uno judío (55%) y uno árabe palestino (45%), con Jerusalén bajo mandato internacional. Nunca sucedió.
- 1948, 11 de diciembre, Resolución 194 A.G.: Resolvió el retorno de los refugiados palestinos, expulsados por Israel, a sus hogares y tierras, y a aquellos que eligieran no volver deberían ser indemnizados. Nunca sucedió.
- 1949, 11 de mayo, Resolución 273 A.G.: Israel es admitido como miembro de la ONU.
- 1949, 9 de diciembre, Resolución 303: Jerusalén será administrada por las Naciones Unidas
bajo un régimen internacional.
- 1949, 20 de diciembre, Resolución 114 C.S.: Preocupación con la transferencia hacia
Jerusalén de instituciones públicas de Israel, consideró que generaría dificultades para la
implementación del estatus de Jerusalén.
- 1967, 4 de julio, Resolución 2253 ES-V: Rechaza la expansión militar israelí durante la guerra
de 1967, exige el retiro de los territorios árabes ocupados, incluyendo Jerusalén ocupada.
Exhorta a Israel revocar todas las medidas adoptadas y desista de realizar cualquier actitud que
alterase el estatus de Jerusalén. Nunca sucedió.
- 1967, 4 de julio, Resolución 2254, 1: Preocupación por el no cumplimiento por parte de Israel
de la resolución 2253 ES~V. Reitera su pedido a Israel a rescindir todas las medidas adoptadas y
desistir de cualquier actitud que alterase el estatus de Jerusalén. Nunca cumplió.
- 1967, 22 de noviembre, Resolución 242 C.S.: Exige a Israel fijar sus fronteras internacionales,
la retirada de los territorios ocupados en la Guerra de los Seis Día incluyendo Jerusalén Este, las
alturas del Golán de Siria y el Sinaí de Egipto; y «el reconocimiento de la soberanía, integridad
territorial e independencia política de todos los estados de la región y su derecho a vivir en paz». Nunca sucedió y hasta la fecha no fija sus fronteras.
- 1968, 19 de diciembre, Resolución 2443 A.G.: Expresa una «grave preocupación por la violación de los derechos humanos en los territorios árabes ocupados» y le exige que «desista de destruir casas de civiles» en las áreas ocupadas y expresa su preocupación «por la violación de los derechos humanos». Nunca hizo caso.