Slim y paraestatales chinas, entre los 15 consorcios interesados en segundo tramo del Tren Maya

Compartimos esta nota publicada en Proceso sobre el proyecto del Tren Maya en el sureste del país – A 14 de abril de 2020

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Quince consorcios, prácticamente idénticos a los compiten por el contrato multimillonario del primer tramo del Tren Maya, enviaron hoy sus propuestas para construir el segundo tramo del megaproyecto de Andrés Manuel López Obrador; para esta ruta, que unirá Escárcega y Calkiní, en Campeche, las cotizaciones oscilan entre 16 mil millones de pesos y 21 mil 800 millones de pesos.

En esta segunda ronda, empresas paraestatales de China participan en cinco propuestas, entre ellas una con GIA+A, una empresa dirigida por Hipólito Gerard Rivero, cuñado del expresidente Carlos Salinas de Gortari; Carlos Slim Helú –a través de su constructora Cicsa– mantuvo su alianza con la española FCC, con una propuesta de 18 mil 553 millones de pesos; Carlos Hank Rhon –y La Peninsular– siguió en consorcio con Carmargo y Cydssa con una oferta de 20 mil 403 millones de pesos; mientras que ICA guardó su alianza con Grupo Indisa.

Esta vez, en lugar de irse sola, la española Sacyr formó una alianza con la empresa Impulsora de Soluciones en Infraestructura, una empresa de Invecture Group, vinculada con el multimillonario Ricardo Salinas Pliego y dirigida por Julio Belmont Garibay, uno de los principales operadores del dueño de Grupo Salinas; su propuesta se elevó a 21 mil 22 millones de pesos.

A pesar de que el gobierno federal decretó el congelamiento de la mayor parte de las actividades económicas del país en respuesta a la pandemia de covid-19, exentó la aplicación del decreto a las obras relacionadas con los megaproyectos que promueve el presidente Andrés Manuel López Obrador, entre ellos el Tren Maya, el Corredor Interoceánico o la refinería de Dos Bocas.

Si bien el modelo de financiamiento del Tren Maya cambió en varias ocasiones desde la elección de 2018, hasta la fecha la información oficial plantea que el gobierno federal aportará el 100% de los cerca de 150 mil millones de pesos que costaría el proyecto.

Al igual que en las propuestas del primer tramo, la más económica –por 16 mil 49 millones de pesos– fue presentada por el consorcio encabezado por la empresa tabasqueña Grupo Vázquez del Sur y la española Rubau, mientras que la más onerosa fue entregada por Caabsa, de los hermanos Amodio, empresarios vinculados con el Grupo Villar Mir, dueño de la polémica empresa OHL.

En lugar de aliarse con Pinfra –de David Peñaloza Alanís–, como lo hicieron en el primer tramo, las españolas Caltia y Copasa formaron un consorcio con Prodemex, del magnate Olegario Vázquez Raña, dueño de Grupo Empresarial Ángeles; juntos presentaron una propuesta por 18 mil 157 millones de pesos; mientras que la constructora ibérica Azvi pactó con la empresa Gami Ingeniería.

A diferencia del tramo uno, Omega, de Jorge Miguel Melgarejo Haddad, no envió propuesta; por lo contrario, Grupo Constructor ZEA –de los hermanos Zecua Muñoz, quienes en el sexenio de Enrique Peña Nieto recibieron contratos multimillonarios– mandó una propuesta con una paraestatal china.

Para este tramo, la portuguesa Mota-Engil envió una nueva propuesta en consorcio con la China Communications Construction Company –por 19 mil 425 millones de pesos–; Nexumrail y Emartrons enviaron una cotización por 19 mil 575 millones de pesos–, mientras que Grupo Cemza, de la familia Zavala Solis, envió una propuesta por un costo de 16 mil 382 millones de pesos.

Imagen: La consulta sobre el Tren Maya. Foto: Alejandro Saldívar

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El COPINH sobre desvinculación del BCIE al proyecto Agua Zarca

Compartimos comunicado del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras COPINH – A 20 de abril de 2020

El COPINH sobre la desvinculación del BCIE al proyecto Hidroeléctrico Agua Zarca, de la familia Atala Zablah, comunica lo siguiente:

La desvinculación del BCIE (Banco Centroamericano de Integración Económica) del proyecto de muerte Agua Zarca implica una victoria del Pueblo Lenca, del COPINH y de Berta Cáceres y una aceptación de responsabilidad del BCIE en la violencia ocurrida. Tal como lo exigía el COPINH. Este hecho se suma como importante precedente con la desinversión de los bancos FMO (Holandés), FinnFund (Finlandés) y en su momento el Banco Mundial.

El BCIE, sin embargo, omite decir que en realidad no retiró su financiamiento sino que vendió el mismo a un consorcio suizo. Lo que implica que abrió la ventana para que la amenaza de la construcción de dicho proyecto inconsulto siga en pie con otros actores y otros nombres.

El COPINH rechaza el cinismo con el que el BCIE se refiere a la Consulta Previa cuando su “desvinculación” viene muy tarde y ya han pasado más de 7 años de la denuncia de la comunidad de Río Blanco, la muerte de por lo menos 6 compañeros y compañeras de esa comunidad y 4 años después del asesinato de Berta Cáceres, crimen que necesitó de ese financiamiento internacional.

El COPINH exige que el BCIE realmente respete el derecho de consulta y no continúe financiando proyectos inconsultos como el denominado “Tren de carga para Honduras” desde Puerto Castilla y hasta la Isla de Amapala, que afecta a las comunidades garífunas en la costa norte y a las comunidades de la zona Sur, que ya han sido criminalizadas y amenazadas de ser expulsadas de sus territorios

El BCIE no se retira del proyecto porque piense hacer lo correcto, sino porque ha quedado claro que sus socios, la familia Atala Zablah, son los criminales responsables intelectuales del asesinato de Berta Cáceres, por lo cual sus empleados fueron condenados y están presos. Por la misma responsabilidad que sus socios Holandeses, el FMO, enfrentan una demanda en La Haya.

A más de 4 años de su muerte, Berta Cáceres sigue obteniendo victorias.

¡Berta Vive y vive!

Dado en La Esperanza a los 20 días del mes de abril del 2020

Con la fuerza ancestral de Berta, Lempira, Mota, Iselaca y Etempica se levantan nuestras voces llenas de vida, justicia, libertad, dignidad y paz.

Imagen: COPINH

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[Video] Aguas para la vida, no para la muerte

El pasado 14 de marzo conmemoramos el Día Mundial en Defensa de los Ríos y en contra de las represas en el Río Cacaluta en Acacoyagua junto con integrantes del Frente Popular en Defensa del Soconusco “20 de Junio”. Elaboramos el siguiente video que compartimos con ustedes:

El Río Cacaluta abastece de agua a la gente de Acacoyagua y es una fuente de alimentación con los peces que pueden pescar ahí. Hace unos años se vio amenazado por la contaminación de la mina Cristina y por un proyecto de una represa para producir energía eléctrica para la mina. Este 14 de marzo decimos #RíosLibres ¡¡QUEREMOS EL RÍO CACALUTA LIBRE!! #AguasParaLaVida #NoParaLaMuerte

Les compartimos un poema dedicado a este hermoso río, símbolo de fuerza, dador de vida, albergue de rica fauna acuática. Muchas personas sobreviven con el producto de la pesca, además sus frescas aguas es deleite de bañistas y sobre todo es agua que pobladores de la cabecera municipal y muchas comunicades se abastecen de este vital líquido para cubrir sus necesidades en el hogar.

Desafortunadamente está destinado a que sis aguas se contamiene con la actividad minera, e ahí la lucha para que esta mortal actividad no se active nuevamente.

Cacaluta

Autor: Prof. Luis Rojas Nomura, Acacoyagua Chiapas, Febrero 2017

Tu origen en las refulgentes e intrépidas montañas, Que vierten día y noche el fluido milagroso, Alentando vidas de los mundos que recorres, Preservando el hoy y la dicha del mañana.

En las profundas cañadas que es tu suelo, Mismo que acaricias con tu húmedo andar, Que a tu paso cantas y llevas esperanzas, Hasta llegar feliz al alejado mar.

“Cacaluta” es tu nombre de singular cariño: Eres río, eres agua, eres lágrima del gran creador, Eres fuerte, eres vida, eres ángel de bondad, Eres mago, eres lluvia y nube de amoroso llanto.

Serpenteando corres entre llanos y cascadas, Frondosas sombras que árboles prodigan, Hacen que tus corrientes bullangueras, Den el toque gentil de mis recuerdos.

Desde lo lejos vienes acariciando tu inerte lecho, Que sienten tu frescura y tenues mimos, Quiénes como aves o pasajero viento, Arrullan el suave adiós que nunca vuelve.

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Samir vive y la R-existencia sigue!!!

Les compartimos esta nota publicada en Desinformémonos sobre la presentación del libro «Samir sin reserva» , un video y el archivo para descargar en pdf – A 10 de abril de 2020

Este 10 de abril, a 101 años del asesinato a traición del revolucionario Emiliano Zapata en la Hacienda de Chinameca, Morelos, Desinformémonos presenta el libro «Samir sin reversa» y el video «Samir», materiales que reúnen los testimonios de familiares, anécdotas de amigos e historias de compañeros sobre el defensor nahua Samir Flores Soberanes, sus primeros pasos en la resistencia, su vida en comunidad y el asesinato que detonó la indignación de los pueblos, quienes, a más de un año de su muerte, lo consideran una referencia inalcanzable de lucha para las comunidades indígenas de México y el mundo.

Samir sin Reversa

Gloria Muñoz Ramírez

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«Mi nombre es Samir Flores Soberanes, esta es la comunidad de Amilcingo, municipio de Temoac, Morelos. Soy campesino orgullosamente. ¿Qué es lo que me gusta de mi pueblo? De mi pueblo me gusta todo, sus barrancas, el ejido, el campo donde cultivamos, la gente con la que me topo a diario, mis vecinos, la comida de la región, me gusta todo».

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Samir no conocía el miedo, dice su padre Cirino Nabor Flores, a quien le hubiera gustado que lo conociera, pues así, piensa, a lo mejor estaría vivo. Sentado en el patio de su casa, habla por vez primera de su primogénito, el luchador social, organizador de pueblos y defensor del territorio asesinado el 20 de febrero de 2019. No es fácil. La voz se corta, los silencios se alargan, la vista se nubla. Una luz aparece en su rostro cuando lo recuerda de pequeño: parlanchín, preguntón, sociable, juguetón y bueno para la calle, tanto que a los cinco años ya se regresaba solo del kinder “Siervos de la Nación”, a donde sólo permitió que su mamá lo acompañara los primeros días.

Samir

Producción y dirección 
Gloria Muñoz Ramírez 

Realización y edición 
Gerardo Magallón 

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«Hoy, cuando los pueblos tienen un momento de victoria o coraje, gritan “¡Samir vive!”, y “ahí está la justicia. El día en que no haya justicia para Samir será porque estaremos muertos. Hay muchos Samires y Samiras en el Frente de Pueblos y en el país, y cada quien tendrá a su compañera o compañero al cual ama y al cual admira. Para nosotros es Samir»

La crisis del COVID-19 es una señal de alarma que exige un cambio de sistema

Pronunciamiento de Amigos de la Tierra Internacional (ATI) ante por COVID-19 en el mundo – A 15 de abril de 2020

La crisis del coronavirus sólo puede enfrentarse con soberanía de los pueblos y justicia ambiental, social, de género y económica

Amigos de la Tierra expresa su profunda consternación y solidaridad en este momento en que el mundo enfrenta la crisis del COVID-19  que ya está afectando a tantos pueblos en todo el mundo, especialmente a quienes sufren el impacto de las desigualdades estructurales. La dramática pérdida de vidas humanas nos conmueve profundamente, en un mundo que no estaba preparado para enfrentar una catástrofe como esta. Una crisis que trasciende con creces los impactos sanitarios inconmensurables de la pandemia, develando injusticias ambientales, socioeconómicas y de género sistémicas, y causas y consecuencias políticas sumamente nocivas.

Esta crisis se ve acentuada por el sistema político-económico actual, que exacerba sus impactos e interpone obstáculos importantes a las respuestas estructurales. Las horrendas consecuencias del coronavirus son el resultado de la concentración cada vez mayor de la riqueza y la imposición de una doctrina neoliberal que sacrifica la preservación de la vida. Hoy es más evidente que nunca que la economía basada en el libre mercado es el problema, no la solución.

El neoliberalismo condujo a la  privatización y debilitamiento de los sistemas de salud pública  y seguridad social y de los servicios públicos, al desmantelamiento de los derechos de las trabajadoras/es y la precarización del empleo, y a mayor explotación del trabajo de las mujeres. Además le ha otorgado poderes y privilegios extraordinarios a las empresas transnacionales, al tiempo que redujo el rol y la posición del Estado, aumentando la vulnerabilidad de nuestro mundo ante los impactos de la crisis.

La pandemia está dejando al descubierto y agravando las violentas desigualdades del capitalismo entre y dentro de los países. Socava nuestras necesidades humanas básicas y deja vulnerables a millones de personas ante la pérdida repentina de acceso a medios de sustento. Muchas personas simplemente no pueden aislarse, distanciarse socialmente o dejar de trabajar. Los desalojos serán la norma mientras la gente no pueda pagar los alquileres e hipotecas. Las más afectadas serán la clase trabajadora rural y urbana, los Pueblos Indígenas, las mujeres, los pueblos que sufren el racismo, las/os inmigrantes, refugiadas/os, los pueblos en zonas de guerra y conflicto y los que viven en países que padecen bloqueos económicos. Cada vez será mayor el número de trabajadores que pierden su empleo y de migrantes que se enfrentan a una denegación criminal de sus derechos humanos, así como a muros más altos y largos.

El COVID-19 está develando la magnitud de la crisis del cuidado en nuestras sociedades: una crisis que se ha venido gestando desde hace siglos por la incapacidad del sistema patriarcal, racista y capitalista de cuidar a los pueblos, la naturaleza y los territorios, y porque se sostiene sobre la base del trabajo y los cuerpos de las mujeres para compensar y reparar los daños provocados por el sistema de explotación capitalista neocolonial. A través de la división sexual del trabajo, las mujeres han sido y continúan siendo socialmente responsables del trabajo de cuidado y soportando sobre sus hombros esa carga. Las mujeres, familias y madres solteras de la clase trabajadora, se ven obligadas a elegir entre el aislamiento en sus hogares o trabajar para alimentar a sus familias, a riesgo de contagiarse con el virus. Esto sucede particularmente con las mujeres que sufren el racismo. Las/os trabajadores/as del sector de la salud que están en la primera línea, en su mayoría mujeres, enfrentan una explotación creciente y reciben una compensación financiera inadecuada que no se condice con los riesgos que asumen y las responsabilidades que tienen respecto de las/os demás.

La globalización del sistema de libre mercado, en el que las empresas transnacionales juegan un papel clave, ha conducido a una ruptura devastadora entre nuestras sociedades y la naturaleza. La crisis del coronavirus pone al descubierto hasta qué punto verdaderamente el control empresarial de los alimentos, la energía, los bosques y la biodiversidad es la causa principal de la destrucción de los ecosistemas que está facilitando la propagación de los patógenos que afectarán cada vez más nuestra salud. El agronegocio y la producción de commodities agropecuarias generan enormes problemas de salud pública mediante la destrucción de hábitats naturales y/o la intensificación de la ganadería y la cría de animales. Quienes padecen afecciones respiratorias e inmunológicas debido a la energía sucia y otras industrias contaminantes, corren mayores riesgos de infección.

Los impactos devastadores de las industrias extractivas en los territorios de los Pueblos Indígenas los hacen cada vez más vulnerables al COVID-19. Sus sistemas y prácticas de conocimiento tradicional, incluidos el cuidado de la salud, la producción, almacenamiento y consumo de alimentos, se están fragilizando. Además siguen siendo excluidos de los sistemas de salud y no se les brinda información culturalmente apropiada acerca de la crisis.

La pandemia está agravando las consecuencias de décadas de inacción de los países ricos frente al cambio climático, así como de sus políticas dañinas. Los ojos del mundo están puestos con razón en la crisis sanitaria actual; pero las catástrofes relacionadas con la injusticia climática, tal como el reciente ciclón que golpeó a Vanuatu, se repiten sin parar y es necesario encararlas. Los pueblos del Sur global más azotados por los impactos climáticos son sumamente vulnerables a contraer y propagar el COVID-19 y carecen de acceso a sistemas sanitarios fuertes.

Se avecina una crisis alimentaria profunda, principalmente en países que dependen de las importaciones y donde las tierras han sido acaparadas para producir commodities agropecuarias. A medida de que los pueblos pierden sus medios de sustento e ingresos, ya no podrán acceder económicamente a los alimentos, que además están cada vez más expuestos a la especulación financiera. En muchos países, el cierre de los mercados locales impide que los alimentos de la producción campesina familiar y artesanal  lleguen a la población, al tiempo que se privilegia a grandes empresas que priorizan sus ganancias por sobre el derecho a una alimentación saludable.

Hacemos frente a esta pandemia en un contexto en el que la democracia ya venía sufriendo ataques, con elecciones manipuladas mediante el control empresarial de nuestros datos y los medios de comunicación, e incluso golpes de Estado en algunos países. El auge de la extrema derecha y el neofascismo y sus discursos y políticas misóginas, xenófobas, militaristas y racistas, está derivando en un ataque frontal contra los derechos conquistados por la ardua lucha de las clases populares y el movimiento feminista. Muchos gobiernos ya comenzaron a silenciar las voces que defienden la verdadera democracia y el poder y participación popular, criminalizándolas e intentando desmantelar las organizaciones y movimientos sociales.   

Las mujeres están enfrentando un brutal aumento de la violencia y los femicidios en todo el mundo. Las directivas de quedarse en casa encierran a muchas mujeres y sus hijas/os en hogares inseguros junto a sus agresores y perpetradores, sin ningún lugar adónde ir ni posibilidad de recibir ayuda.

En tiempos en que el escrutinio público y la capacidad de movilización y protesta se reducen, enfrentamos amenazas aún mayores de un incremento de los ataques criminales contra las defensoras/es de los territorios y derechos de los pueblos, así como la imposición de nuevos proyectos empresariales perjudiciales.

Los países con poca o nula soberanía para producir muchos insumos clave son vulnerables. El riesgo de que las grandes empresas lucren con esta crisis mediante su control de los sistemas de salud, alimentos y medicamentos es enorme. A esto se agrega el peligro real de que se usen fondos públicos para rescatar grandes empresas, tales como empresas de combustibles fósiles que destruyen el clima y la biodiversidad.

Nuestras demandas

Para hacerle frente a esta crisis y sus causas estructurales, Amigos de la Tierra Internacional se suma al  movimiento feminista, campesino, sindical, a los Pueblos Indígenas y a otros movimientos sociales, para exigir que los gobiernos cesen inmediatamente la represión, abandonen las políticas de austeridad, detengan los desalojos e incrementen los presupuestos públicos, la justicia fiscal y la distribución de ingresos.  Asimismo, nos hacemos eco del llamado a la anulación de la deuda externa.

Es necesario reconocer la centralidad de la vida y el trabajo de cuidados aplicando reglamentaciones ambientales más fuertes, revirtiendo la división sexual del trabajo y ofreciendo una respuesta sistémica a la crisis, enmarcada en la justicia  ambiental, social, de género y económica y una economía feminista.

Los gobiernos tienen que velar por que los derechos fundamentales a la salud, seguridad social, vivienda, energía, agua, educación, transporte, alimentos y los cuidados estén garantizados a través de servicios públicos proporcionados por el Estado. Deben proveer asistencia financiera a la clase trabajadora y las comunidades. Los fondos públicos deben usarse priorizando a las trabajadoras/es, el clima y la salud duradera  de nuestro planeta y los pueblos.

Los paquetes de estímulo y recuperación económica y financiera internacionales y de los gobiernos nacionales deben destinarse necesariamente a crear millones de empleos dignos que contribuyan a impulsar una transición justa que nos libere del capitalismo y la economía dependiente de los combustibles fósiles y garantice la autonomía de las mujeres. Es inadmisible que los gobiernos vayan al rescate incondicional de grandes empresas contaminantes como las empresas de combustibles fósiles y las aerolíneas. Después de esta crisis no podemos regresar a la situación que vivíamos anteriormente. Debemos sentar las bases para un mundo mejor. No podemos permitirnos otro ciclo de capitalismo agresivo y políticas neoliberales que destruyen la vida de los pueblos y nuestro planeta.

Los gobiernos deben indispensablemente fortalecer los sistemas alimentarios locales, los mercados locales descentralizados y los programas de compras públicas directas que contribuyan a garantizar la venta de la producción campesina familiar y artesanal y la disponibilidad de alimentos para quienes más los necesitan. Los programas públicos dirigidos a la niñez, las personas con discapacidad y todas las personas que padecen hambre, deben mejorarse y ampliarse radicalmente.

Es imprescindible revertir inmediatamente la tendencia actual de incremento del poder, beneficios e impunidad de las grandes empresas, lo cual incluye poner fin a todas las negociaciones sobre comercio e inversiones que empoderan aún más a las empresas transnacionales, así como garantizar un tratado jurídicamente vinculante sobre empresas transnacionales y derechos humanos en el marco de la ONU.

Deben abolirse urgentemente los mecanismos de solución de controversias inversionista-Estado, que les permiten a las empresas transnacionales demandar a los gobiernos por llevar a cabo acciones para proteger la vida, argumentando que tales acciones en función del interés público son discriminatorias o representan una expropiación indirecta de sus inversiones.

Los medios de carácter médico para hacerle frente al coronavirus, inclusive una futura vacuna, deben ser accesibles para todas/os y se deben suspender todos los derechos de propiedad intelectual para los suministros, dispositivos y tratamientos médicos, incluidos medicamentos y vacunas.

Nuestras acciones

Las acciones que llevemos a cabo ahora determinarán lo que suceda después de la crisis. Amigos de la Tierra Internacional y nuestros aliados sabemos qué camino seguir. Tenemos que aprovechar esta oportunidad para luchar por y avanzar hacia el cambio de sistema, a través del desmantelamiento del patriarcado y otros sistemas de opresión, y asimismo del poder empresarial. Debemos redoblar nuestros esfuerzos para hacer avanzar la soberanía de los pueblos y la justicia ambiental, social, de género y económica.

Es el momento de reafirmar la esperanza, nutriendo y fortaleciendo nuevos paradigmas ecológicos y emancipatorios, centrados en la justicia y la sustentabilidad de la vida y una nueva relación con el trabajo de cuidados.

La solidaridad internacionalista entre los movimientos y que atraviesa fronteras es clave, a medida que construimos nuestra respuesta colectiva a esta crisis, organizando y movilizando a nuestras comunidades, organizaciones y movimientos para fortalecer nuestras propias iniciativas y luchar por nuestras demandas.

Nuestros grupos miembro están organizando y sumándose a comités locales de solidaridad para apoyar a las/os más afectados/as. Se están sumando también a plataformas políticas de movimientos sociales, junto a sindicatos, organizaciones campesinas y feministas, para luchar por respuestas sistémicas adecuadas frente a esta crisis y las múltiples crisis interrelacionadas que enfrentamos -ambiental, climática y social. Seguiremos forjando unidad con nuestros aliados para combatir las injusticias que el COVID-19 ha develado y exacerbado, y construir el mundo que necesitamos.

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Defensa del ambiente, actividad letal en México

Compartimos este articulo de opinión publicado en La Jornada sobre el activismo en México y los riesgos de defender la vida – A 13 de abril de 2020

Asesinados, 147 ecologistas en 24 años, En lo que va del sexenio de AMLO han matado a 18 protectores de la naturaleza

Por Angélica Enciso L.

Entre 1995 y 2019, el periodo de cinco mandatos presidenciales, 147 defensores de la naturaleza han sido asesinados. Los estados que concentran el mayor número son Guerrero con 44, Oaxaca 23 y Michoacán 18. De ellos, 134 han sido hombres y 13 mujeres, indica Lucía Velázquez.

En el reporte La defensa del ambiente en México ¿cuestión de vida o muerte?, divulgado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, indica que se contabilizaron 17 asesinatos de integrantes de la Organización Campesina de la Sierra Sur en 1995, que pese a que no era ambientalista, entre sus demandas incluía el cese a la tala inmoderada, la protección de los recursos y la demanda de mejores condiciones de vida.

Indica que en el sexenio de Ernesto Zedillo 23 defensores ambientales fueron asesinados, cifra que bajó a seis con el panista Vicente Fox, para crecer casi seis veces con Felipe Calderón, cuando ascendieron a 35 los casos, y esta cifra casi se duplicó en la gestión de Enrique Peña Nieto, con 65. En la administración de Andrés Manuel López Obrador sumaban 18 hasta 2019.

El documento refiere que, de acuerdo con el Global Witness 2019, el año en que más defensores ambientales fueron privados de la vida fue en 2017, con 207 homicidios. Brasil presentó la mayor cantidad con 57. En 2018, el número se redujo, aunque aún fue alarmante: 165. Más de 50 por ciento de los crímenes ocurrieron en América Latina, indica.

Agrega que en México hay alrededor de 500 conflictos socioambientales, y en los que se han registrado asesinatos son: en el rubro forestal, 53 casos; despojo del territorio 37; minería, 24; proyectos energéticos relacionados con obras como gasoductos, eólicas e hidroeléctricas, 18; proyectos hidráulicos y políticas públicas de privatización del agua, siete; denuncias, tres; protección ambiental, proyectos turísticos y proyectos minero-forestales, uno en cada rubro.

Precisa que el sexenio de Felipe Calderón se caracterizó por su contradicción entre la política ecológica y los proyectos destructivos de gran escala, además del combate al crimen organizado, lo cual produjo un ambiente de violencia generalizado. Con Peña Nieto siguió la inercia, de gobernar verde, pero mantener megaproyectos y privatización. La actual admi-nistración puede ser el parteaguas entre una línea ambiental seria que erradique las prácticas de los anteriores presidentes y la continuación de proyectos de muerte que sólo benefician a unos cuantos.

Imagen: Agua.org.mx

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Víctor Toledo; Entre la utopía y la realidad

Comunicado de la Red Mexicana de Afectadas y Afectados por la Minería REMA – A 11 de abril de 2020

El martes 7 del presente mes, Víctor Manuel Toledo, funcionario federal responsable de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) escribe un artículo de opinión en el diario La Jornada nombrado “El último llamado de la naturaleza” en el cual, dentro del marco de la crisis del Covid-19, hace un atinado llamado para llevar a cabo “una profunda transformación civilizatoria”, compartiendo varias recomendaciones de las cuales sin duda algunas son totalmente obligadas, por ejemplo; el fin de los monopolios, economías solidarias, energías renovables, sistemas agroecológicos, democracia participativa… entre otras. Evidentemente todas ellas -necesarias y urgentes-, incluso podrían ser aún mucho más eficientes si también, al mismo tiempo, iniciáramos el desmantelamiento de la matriz energética, la recuperación de la soberanía alimentaria y dejar de una vez por todas de mirar a la biodiversidad y los bienes naturales como mercancía. 

No obstante, no es la primera vez que el Sr. Toledo pareciera no acabar de asentarse en la nueva silla que ocupa, en donde los hechos y posturas científicas, antropológicas y sociales que recurrentemente plantea en los medios, no encuentran ni espacio, ni eco, ni fuerza dentro del aparato político, menos aun se acercan a las decisiones totalmente contradictorias impulsadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Es decir, en la silla que hoy ocupa, es evidente no tiene espacio para hacer realidad sus declaraciones científicas, menos las filosóficas de construcción con escenarios deseables entre otras cosas porque su alrededor está lleno de personajes y personeros de una añeja tradición política que tampoco están dispuestos a dejar las “costumbres” de los rumbos económicos actuales y principales causales de los daños hoy explícitos en un pequeño pero devastador virus, ese mismo microorganismo que sólo sobrevive y se reproducen cuando se alimentan de un ser vivo, capas de poner contra la pared la forma en la que el modelo del progreso y desarrollo impuesto a toda la humanidad ahora presenta una de sus grietas más contundentes.

En ese contexto, nos gustaría ver a un Secretario de Medio Ambiente con planteamientos de tipo político -no mediáticos, ni científicos-, con posiciones y posturas fuertes, claras y sin ambigüedades, que provoquen, reten y desafíen el pensamiento y la acción del Ejecutivo Federal, simplemente porque se encuentra en crisis y en consecuencia, no sabe para dónde caminar construyendo un nuevo sendero. Hoy al mundo entero se nos presenta una gran oportunidad para empezar a cambiar el modelo político mundial –o por lo menos el mexicano-, en el cual por supuesto, está inmerso el proyecto denominado 4T, y para quien no lo cree, basta ver al presidente cómo es que enaltece a sus piezas financieras consentidas; Slim, Larrea y Bailléres, tres poderosos empresarios que han hecho su riqueza gracias al saqueo inmisericorde en nuestro país.

Por ello vemos que el Sr. Toledo pareciera que aun no sabe que hacer desde la silla que ocupa, ni tampoco se ha dado cuenta que desde ahí ya no puede hacer ciencia, ni tampoco le funciona que, bajo la retórica del uso del conocimiento científico, tenga en sus manos la forma adecuada para calificar la viabilidad de megaproyectos neoliberales como el Tren Maya y el Corredor Transístmico asegurando no habrá impactos ambientales ni sociales. Hoy el Covid-19 nos desnuda totalmente, porque si al pasar la pandemia regresamos a la misma forma de actuar antes de entrar en refugio, esa que se acompaña de; la velocidad cibernética que no necesariamente se traduce en buena información, el uso de petróleo como la principal fuente energética, el modelo de producción y de consumo con transgénicos acompañado del uso indiscriminado de agrotóxicos, el despojo simulado con procesos de participación instrumental, pero no efectiva, menos aun representativa, entre las otras barbaridades del modelo económico que todas y todos conocemos, entonces vayámonos acostumbrando a trabajar desde casa, porque parece que, ante este presente hoy obligado, parece puede transformase en un futuro económicamente muy eficiente. ¿Será que estamos en la antesala de ser los próximos insumos de confinamiento controlado por los servicios y la economía, tal cual sucede en una granja de cerdos o de pollos, en donde tendremos al alcance de la mano agua, alimento y un cuidador desde fuera…..todo resuelto con un dedo al hacer clic?

Medir los impactos o peor aún, paliar los impactos después de ser ocasionados tanto a la naturaleza como a la sociedad, no puede seguir siendo una ruta “avalada científicamente” para que tengamos un mundo culturalmente más biodiverso o más armónico, o ponerle la etiqueta de sustentable cuando el mundo en tiempo real se nos cae a pedazos. Tampoco le podemos apostar al progreso y desarrollo a partir de preguntarle a la gente, cuando ya sabemos que los megaproyectos tienen una serie de efectos adversos, irreversibles y con daños acumulativos inimaginables, porque no se trata de darle viabilidad al establecimiento de procesos participativos, sino de detener condiciones antiéticas que atentan contra la vida, en donde la permisibilidad de la destrucción a través de, por ejemplo, una consulta, rompen de facto con la construcción de un mundo diferente, menos aun si los “procesos, las consultas o la democracia participativa” se realizan en condiciones de una gigantesca asimetría, porque claramente son un engranaje que permiten la continuidad de la economía de mercado y del sistema capitalista y patriarcal que, como mencionamos, el Sr. Toledo cuestiona en su artículo, pero en su praxis como político es totalmente antípoda.

Igual de contradictorio sucedió cuando el Sr Toledo, anunció muy emocionado la nueva era de la energía renovable con el “nuevo petróleo de México: el litio”. Un insumo capital de gran relevancia y central para la mal llamada transición hacia la energía renovable. Es por ello que no entendemos su discurso de preocupación por “la madre tierra”; cuando un sólo insumo, como el litio, adscrito a una gran cadena de valor de otros componentes derivados de la minería a cielo abierto o de tumbe y relleno, es justo darle continuidad a la barbarie, esa que en la comunidad de Bacadéhuachi, Sonora, en donde opera la empresa canadiense Bacanora Minerals y la china Gangfeng Lithium, está gobernada por los carteles de Juárez, de Sinaloa y del Pacífico, en franca guerra abierta por la disputa el territorio a costa de asesinar a opositores o a quienes se atreven a realizar denuncias. Al igual como sucede en el emblemático “cinturón del oro” en el estado de Guerrero, donde los daños a la salud y al ambiente son descomunales ocasionados también por megaproyectos extractivos. ¿Será que al Sr. Toledo no tiene claro que cada proyecto mega-extractivo que se valide desde Semarnat, es potencialmente la repetición del infierno que ya viven muchos pueblos?, ¿conocerá alguno de esos infiernos de forma directa?, porque entonces no sabemos a qué se refiere cuando habla de “Proteger a la Madre Tierra”.

Ejemplos sobran en los que el responsable de la SEMARNAT ha mostrado sus incongruencias como sucede por ejemplo con las presas de el Zapotillo en Jalisco o Paso de la Reina en Oaxaca. Igual sucede cuando menciona que el Río Coatzacoalcos, el Río Atoyac y El Salto son verdaderos infiernos (que lo son), al mismo tiempo sale en defensa del proyecto más neoliberal de este sexenio El Corredor Transístmico, ese mismo que integra parques industriales, entre muchos otros componentes que verterán sus desechos tal cual sucede en los ríos de Coatzacoalcos, de Atoyac o El Salto. Parece que según sople el viento el Sr. Toledo un día está del lado de la ciencia, otro de la madre naturaleza y otro de crecimiento industrial.

Sr. Toledo, hoy más que nunca está a tiempo de clarificar su verdadero valor y peso especifico en la silla que ocupa. Lo invitamos a plantear la construcción de una postura política fuerte a favor de la madre tierra porque es urgente y necesaria, pero no en la prensa, sino en los actos que desde su envergadura le competen. No deje su prestigio en manos de un ejecutivo que va en sentido contrario.

Firma

RED MEXICANA DE AFECTADAS Y AFECTADOS POR LA MINERÍA

Imagen: Vértigo político

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Adán Vez Lira, Otra víctima del modelo extractivo

Comunicado de la Red Mexicana de Afectadas y Afectados por la Minería REMA – A 9 de abril 2020

Desde la Red Mexicana de Afectadas y Afectados por la Minería (REMA), condenamos enérgicamente el asesinato del ambientalista y defensor del territorio Adán Vez Lira, ocurrido el día de ayer en el Estado de Veracruz.

Este asesinato se suma a la lamentable ola de violencia, desapariciones forzadas y asesinatos en contra de hombres y mujeres que han dedicado su vida al cuidado del ambiente y defensa de los territorios en nuestro país, lo que claramente muestra la impunidad con la que opera la delincuencia organizada en contubernio con las empresas extractivas que siguen empeñadas en seguir saqueando los bienes comunes naturales de nuestra nación, sin que veamos voluntad de los gobiernos por investigar todos los casos que se vienen denunciando y van quedando en la impunidad y el olvido.

El compañero Adán era un gran defensor de los humedales costeros y los manglares, año con año organizaba el “Festival de las Aves y los Humedales”, así mismo había estado involucrado en la lucha por impedir que empresas mineras se instalen en la región del Alto Lucero y Actopan en las montañas del Golfo de México.

Lamentamos también lo insensible que ha sido este gobierno, a tal grado que es inevitable compararlo con los gobiernos anteriores, porque están decididos a continuar la política de oídos sordos ante tantos gritos de ¡YA BASTA! ¡NO MAS DEFENSORAS Y DEFENSORES DEL TERRITORIO ASESINADOS!

Hacemos llegar nuestro más sentido pésame y un abrazo solidario a familiares y amigos/as cercanos del compañero Adán Vez Lira, en especial a nuestros compañeras y compañeros de La Vida quienes mantenían una relación muy cercana con Adán, uniéndonos a la exigencia de que se esclarezca este crimen y se castigue a los responsables.

Adán tu nombre quedará tatuado en los humedales costeros y manglares de México y las aves no pararán de cantar agradecidas por tu lucha.

 ¡JUSTICIA PARA ADÁN VEZ LIRA!

¡JUSTICIA PARA TODAS Y TODOS LOS DEFENSORES DEL TERRITORIO ASESINADXS!

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RED MEXICANA DE AFECTADAS Y AFECTADOS POR LA MINERÍA

Imagen: Agua para todxs

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Lo que el Coronavirus devela, Reflexiones desde la REMA

Comunicado de la Red Mexicana de Afectadas y Afectados por la Minería REMA – A 8 de abril de 2020 >>Descargar en pdf<<

“Despertemos Humanidad, ya no hay tiempo” Berta Cáceres

Independientemente de las teorías no concluyentes sobre el origen del COVID-19 incluyendo las conspiraciones o su comparación con otros virus y males que han causado más muertes en el mundo, creemos fundamental señalar, visibilizar y hacer consciente qué se devela con esta pandemia, cuál es su tendencia y quién o quiénes se benefician de este fenómeno de graves consecuencias en lo sanitario, político, social y mediático.

Desde hace tiempo varios analistas insisten que el capitalismo entró en una crisis sistémica terminal en todos sus componentes; social, política, financiera, alimentaria, energética y, sobre todo ambiental. Sin embargo, por lo visto no será necesario esperar a que el descongelamiento del planeta por el Cambio Climático libere otros virus para darnos cuenta de lo que sucederá. El COVID-19 y algunos de sus antecesores, son una “pequeña” prueba de lo que pasará nuevamente en un futuro, quizás no muy lejano, sobre todo si tomamos en cuenta no sólo la frecuencia en la cual aparecen otras pandemias, sino el poco tiempo transcurrido entre, por ejemplo, la influenza y este nuevo brote planetario.

Es contundentemente claro que no existen hoy por hoy estructuras multilaterales que respondan a esta crisis de emergencia sanitaria, menos aún cada nación estaba lista para enfrentarla, sea por sus insuficiencias, por su infuncionalidad o simplemente porque están colapsadas. Tampoco las Naciones Unidas con todo su andamiaje es suficiente y en cada una hay un común denominador; son estructuras que han sido corroídas por la corrupción y la apropiación corporativa. Por su parte, las alianzas multilaterales regionales tampoco han reaccionado ni mostrado estar a la altura de las circunstancias. Los gobiernos asiáticos -al parecer con un menor daño social-, hasta el día de hoy han logrado controlar de forma “más exitosa” el contagio comunitario con el uso del autoritarismo y el control digital sobre los ciber-usuarios de una sociedad la cual, a pesar de estar digitalizada al extremo, todavía experimentará mucho más control en ese sentido en el mediano plazo.

Al otro lado, en occidente, los muertos se contabilizan por miles al día a quienes simplemente se les abandona. La población de los países “supuestamente desarrollados” viven una vulnerabilidad que los atormenta, y que de alguna manera les “es extraña” porque al parecer han olvidado que las pandemias, las guerras, las crisis y la violencia estructural global ha surgido desde su seno. Quizás creyeron que eran inmunes a los efectos y defectos del “progreso capitalista”. Así, la crisis sistémica iniciada hace décadas desde la periferia hacia el centro del capitalismo, ahora como boomerang, regresa desde el centro hacia la periferia del capital.

Al final de la II Guerra Mundial la economía de guerra reactivó a los Estados Unidos luego de la Gran Depresión de 1929, y luego lanzó la iniciativa conocida como “El Plan Marshall” (European Recovery Program -ERP-), inyectando recursos financieros para que los países devastados levantaran sus economías, sustituyeran las importaciones y generaran sus propios medios de subsistencia con deuda externa, generando así la base del condicionamiento acreedor-deudor. Por su lado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) endeudaron a naciones enteras que los llevó a la crisis de la Deuda Externa del Modelo Estado de Bienestar. De esa forma, con un claro incremento durante la década de los 70´s, las Políticas de Ajuste Estructural (PAE) impuestas por ambas instituciones financieras, paulatinamente desmantelaron este Modelo que terminó por avasallar los raquíticos logros que garantizaban mínimos estándares de derechos humanos.

Así fue que el Modelo Neoliberal cumplió con su objetivo: se desmanteló el sistema de salud y su red de suministros a partir de entregarlo a manos privadas; se demolieron los sistemas alimentarios locales que abonó a la concentración de la producción alimentaria en pocas empresas semilleras en el mundo, creando una gran dependencia alimentaria; se rompieron los eslabones de las cadenas de producción nacional y se debilitaron los derechos de los trabajadores que aspiraban a empleos permanentes para cambiarlos por temporales y hasta por horas; se desincorporaron medios de comunicación y bancos, se fortalecieron las patentes de medicamentos y alimentos como control del capital, al mismo tiempo que igual sucedió con desmontar la educación pública, entre otras áreas de oportunidad dispuestas al capital. En esta lógica, el desarrollo medido por un mayor nivel de población inserta en el sector industrial y de servicios, hoy muestra su desastre. Estos y muchos más elementos de las políticas neoliberales dieron pie a lo que denominamos el Modelo Corporación. Y, efectivamente, todo se ha entregado a la lógica del mercado, con precio y dueño siempre relacionado con las grandes corporaciones. Esto es parte de lo que el COVID-19 ha hecho tan evidente por medio de un mensaje contundente: el capitalismo es insustentable e integral. Bastaron unas semanas para ponerlo en evidencia y en jaque.

El COVID-19 se acompaña de otras plagas: el terror mediático que se retroalimenta del pavor e histeria, implantando como norma “el miedo colectivo”, lo cual deja a la intemperie la aparición de crisis nerviosas vinculadas al “nuevo” ciber-control político y social. Así, estas otras plagas han provocado la caída del Producto Interno Bruto (PIB) que, sumado a la actual guerra comercial que ha derrumbado los precios del petróleo, están ya afectando otros componentes económicos como la devaluación de las monedas y la siempre “siniestra e incomprensible” caída de la Bolsa de Valores. Se aceleró el crecimiento del desempleo, aumentó la población en pobreza en medio de un incremento descontrolado de los precios de productos básicos que, en conjunto colapsa el nivel de consumo y el consumismo, y por supuesto favorece la generación de brotes de violencia y desfalcos comerciales. Un caso emblemático develado por el COVID-19 como ejemplo, sin duda alguna es el sector turístico, ese mismo que se promueve como una de las principales fuentes de desarrollo y empleo del mundo, y que hoy esta actividad extractiva “tan dependiente”, ha quedado totalmente colapsada.

El virus ha hecho evidente que el sistema capitalista no se sustenta a sí mismo, al mismo tiempo que demuestra su fragilidad sistémica. Se pregona una recesión más fuerte que la de 1929 o la de la década de los 90’s o inicios del presente siglo, sin embargo, no hay forma de compararlas porque esta nueva debacle nunca había paralizado en tal magnitud al mismo tiempo. En ese contexto, pareciera que Kondrátiev tuviera razón. En medio de todo, Estados Unidos, a quien parece es al que menos le interesa los efectos que sufre, pretende reactivar su economía y su crisis pretextando guerras, narcotráfico o terrorismo para que la economía de guerra, tal cual lo hizo después de la II Guerra Mundial, nuevamente lo levante y ayude a sostener su hegemonía sobre el capitalismo, intentando revertir su actual crisis, la cual en REMA consideramos es terminal, frente al gigante asiático.

Por otra parte, Europa presume tener la esperanza de vida más prolongada y lleva años discutiendo el dilema de la sobrevivencia del sistema de salud pública para la atención médica a los adultos mayores, quienes por mucho rebasan a la población joven económicamente activa que no cotiza en el sistema de salud lo suficiente ni con salarios ni con atención de calidad para poder sostenerlos. Esa presunción ha quedado desgarrada ahora que los ancianos están muriendo y sus esfuerzos por salvarlos son inermes. El capitalismo los ha desechado y con ello agudiza la crisis de los cuidados que los ancianos otorgan a la población trabajadora. El panorama es peor en los países donde el sistema de salud se ha privatizado, siendo Estados Unidos quizás el caso más emblemático de la catástrofe sanitaria que ha provocado el COVID-19. Frente a todo este panorama, nuevamente la población clama por una salud pública de calidad, clama también por alimentos de calidad y a precios accesibles, y clama por un salario justo que por supuesto el capitalismo corporativo no pretende otorgar fácilmente.

Frente a la crisis del Modelo Corporativo cuyas empresas sucumben y otras se fortalecen, pero que no están dispuestas a sacrificar ni ganancias ni garantizar la vida digna de la población, ni sus espacios de control del sector; las grandes empresas exigen al Estado que salve la situación, utilizando la ya conocida fórmula del endeudamiento externo, el cual sabemos pagaremos con fondos de todas y todos los mexicanos. De la misma manera, se exige que, al conjunto de la economía, incluyendo un gran sector de pequeños y medianos empresarios que cerrarán sus negocios, se les otorguen apoyos y estrategias para amortiguar y paliar esta nueva crisis que facilitará la acumulación de los más grandes.

Sin embargo, y a pesar de lo que nos devela el COVID-19, las fórmulas para el rescate son iguales, las mismas, de los mismos hacia los mismos, y no hay una sola reacción política que se dirija a la implementación de acciones de fondo desde, por ejemplo, romper la matriz energética que tenemos en el mundo, hasta romper totalmente el modelo corporativo impuesto. Sin ello, el actual Modelo Corporativo suplanta totalmente al estado y en ese contexto, es ingenuo pensar que el Estado debe tener un sistema de salud efectivo que salve vidas, justo porque se encuentra a merced de las farmacéuticas y de la intervención del control expandido en la atención de la salud privada. El actual sistema de salud en México y en el mundo, no es más que la historia del desmantelamiento del Estado de Bienestar, para dar paso al Estado Corporativo, ese Estado que siempre apunta en favorecer la acumulación, a veces interviniendo, a veces alejándose, pero siempre sin poner en riesgo total ni su proceso ni su permanencia.

Sin duda el capitalismo está en su fase terminal. Pero no nos referimos con ello a una mutación estructural del sistema-mundo de un día para otro. Esta etapa del Modelo Corporativo muestra ya su período de transición sistémica que durará otros años y quizás décadas -si es que la naturaleza o una nueva pandemia nos lo permite-, porque no hay duda, este sistema capitalista muestra su insustentabilidad cada vez con más fuerza. Irremediablemente estamos instalados en la era de la transición capitalista post pandémica cuya acumulación y concentración mostrará, como el virus, su pico más alto a partir del final de la contingencia mundial, sin que ello signifique que no habrá ganadores desde ahora, como ya sucede con grandes corporativos comerciales de abarrotes.

Esta fase de acumulación acelerada afectará a muchos que integran el sector empresarial pequeño, medio e incluso grande, por varias razones, entre las que destacan algunas de tipo estructural. El COVID-19 no acabará para siempre, aunque sí pone en jaque, el control de los medios de producción, tampoco tocará el “mercado” de las patentes, menos aun terminará con el despojo y el desplazamiento forzado vinculado al modelo extractivo en búsqueda de bienes naturales, ni menos alterará el tipo y la forma en la cual ha impuesto el consumo y el consumismo. Luego entonces continuará la especulación, la corrupción y la siempre bien vista estrategia económica de los rescates privados con fondos públicos. Dicho de otra forma, en esta pandemia el capitalismo gestiona “otros tipos de virus” que están en consonancia con las necesidades y prioridades de su fórmula de acumulación. Esta geo-bio-política gestiona para sí la vida y selecciona lo desechable. Así, el virus no vencerá al capitalismo, sino que lo fortalecerá hacia su etapa final de transición sistémica, misma en la cual habrá nuevos perdedores, pero prácticamente los mismos ganadores.

En este contexto, no tenemos dudas que hoy vivimos un período más en el aceleramiento de la concentración del capital cuyo proceso no se entiende sin el mecanismo de la deuda externa e interna que pondrá las bases para otros y más profundos condicionamientos estructurales. Nuevamente los gobiernos tendrán la tentación de caer o ya están cayendo, en las garras del FMI, del BM y otras Instituciones Financieras Internacionales (IFIs), como los bancos multilaterales de desarrollo regionales e incluso de la banca privada, con el propósito de contraer más deuda y reactivar la macro economía con otros acuerdos financieros tipo “Plan Marshall” tal como sucedió en la Segunda Guerra Mundial, y por ello, preocupa que varias naciones hayan implementado posturas y políticas de guerra contra virus, o aletargar deudas, con su consecuente pago de intereses, sin precisamente condonarlas.

Otros países, los menos, usarán sus reservas creyendo que serán suficientes para contener la crisis y crear crecimiento posteriormente. Ambas son las mismas fórmulas de siempre, y ninguna toca el modelo económico ni la matriz energética.

Nuevamente los Estados se obligan a salir y “salvar” la economía que está en manos de las trasnacionales y de los grupos financieros y de poder más fuertes, mismas que en estos momentos ya están al frente de la fila para beneficiarse de esta pandemia: farmacéuticas, militares, semilleras, minería, bancos, sectores energéticos, incluyendo petroleros y “sustentables”, entre otros. Mientras, nos mantienen sojuzgados por la mala e incompleta información en una condición de miedo, esperando que el “quédate en casa” pase de ser voluntario, a empezar con avisos estrictos, toques de queda o la amenaza de la fuerza y represión, tratando de convencernos que “nosotros seremos los culpables o los héroes” para la humanidad si controlamos o expandimos el contagio.

El mismo sistema atenta contra lo que en esencia somos: la colectividad, la solidaridad, la diversidad, sin una sola línea que desnude, con fuerza y claridad, la real incapacidad que tienen actualmente los sistemas de salud públicos y privados, esos mismos que las y los políticos de antes y de ahora han aceptado como viables. No obstante, es también la antesala que podría reproducirse cuando los poderes quieran imponer un “Nuevo Orden Mundial” y necesariamente aparezcan los primeros brotes de la rebelión sistémica, esa que se encuentra vigente pero apagada frente al desorden mundial, y veremos entonces si estamos listos para encauzarlo hacia la lucha por diversidad de los pueblos, donde otros mundos sean posibles y donde quepamos todas y todos.

En México, al igual que muchos ya lo observan, NO VEMOS ALENTADOR el transitar durante y después de la pandemia: a) Los bancos no condonarán deudas de la población, pero sin duda florecerá su ya conocida cara de responsabilidad social para, en todo caso, aletargar las deudas; b) La canasta básica quedará desbordada para su adquisición, a causa de la depreciación del peso, pero sobre todo porque simplemente este gobierno, al igual que los anteriores, tampoco apuesta a la producción nacional de manera robusta, porque los programas actuales dirigidos al campo son más enunciativos que efectivos, carecen de capital suficiente y no hay en la mira un verdadero rescate de la soberanía alimentaria; c) Cede de manera alarmante más y más presupuesto y control a las fuerzas armadas, a las que no se contempla adelgazarlas financieramente, a pesar de su cada vez más ineficiente actuación en, por ejemplo, el rubro de seguridad; d) El presidente se niega al diálogo colectivo, sobre todo si este lo increpa, le hace observaciones o le propone alternativas diferentes a las suyas, por lo tanto, una sola cabeza “dirigiendo” este país tan diverso es no sólo insuficiente, sino terriblemente ineficiente. Ya estamos en la antesala de negocios cerrados, desempleo galopante, incremento de la pobreza, mayor cantidad de pobres, al mismo tiempo que, vemos noticias en donde impera la toma de decisiones con visos desesperados de los pueblos por obtener dinero que los hará más propensos -a lo que ya eran-, para ser presas más accesibles de proyectos extractivos o de procesos para la implementación de economías de “enclave”, a cambio de recibir las que denominamos “las migajas del despojo”. No es casual que ya en otras regiones del país estemos observando la intención de aprovechar “la actual desmovilización social por pandemia” para que las empresas y los políticos intenten hacerse de minerales, petróleo y otros bienes naturales que insistentemente buscan los proyectos extractivos. En una palabra, “El Tren Maya Va porque Va”.

Sin embargo, mientras la élite privilegiada -esa integrada por los grandes ricos y sus empresas, los gobiernos de derecha y de supuestas izquierdas-, va olvidando en las calles a los muertos, por otro lado, los pueblos se solidarizan y, como siempre, LA HUMANIDAD RESISTE. Salen al encuentro del otro. Gestos de solidaridad son un oasis en medio de la tragedia humana. Se hace evidente la importancia de hacer énfasis sobre la importancia plena, integral, de calidad, oportuna, suficiente y total del acceso a la salud pública, se habla de la producción nacional, la soberanía alimentaria, la sustitución de las importaciones y de la dependencia, la descentralización contra la centralización de la producción, la eliminación de las patentes que usuran en contra de la vida, entre otros muchos aspectos.

A nivel local, familiar y comunitario se revalora la producción local y se esfuerzan por rescatar más y más la vinculación con la tierra; se piensa en la importancia de las pequeñas unidades de producción y del comercio vecinal que asume en la diversidad a su principal componente; se asume la importancia de la salud comunitaria a partir de la alimentación sana y de la medicina tradicional; los sistemas alimentarios regionales se plantean y cobran fuerza, así como la participación equitativa de los ciudadanos pero, sobre todo, pensar qué mecanismos colectivos son los que finalmente darán perpetuidad a la libre determinación y a la autonomía que integre a la diversidad. Eso mismo que desde la sobrevivencia histórica han logrado los pueblos para estar listos, para apoyar a todas y todos, cuando esto vuelva a suceder. Diversificar y descentralizar se convierten en ejes rectores de las alternativas.

El COVID-19 desvela la actual “fuerza” que por años tuvo el discurso neoliberal impuesto de boca en boca por políticos, académicos, científicos, economistas, empresarios, multifinancieras, banqueros, medios de comunicación, entre otros. Un virus les muestra y lanza globalmente a la pobreza y desesperanza al mundo entero, pero “extrañamente”, por lo menos hasta ahora, sus mayores impactos están presentándose en aquellas ciudades que fueron partícipes directas del progreso y desarrollo capitalista. En ese contexto, son otra vez las comunidades indígenas y campesinas, sobre todo aquellas que todavía mantienen mecanismos mínimos de producción local quienes, al parecer tendrán, como ya sucede en las provincias agrícolas de países como España, mejores posibilidades no sólo para sobrevivir, sino para ser la puerta para escapar de éste falaz sistema que nos han impuesto durante la fase neoliberal. Ahí mismo donde la tierra, el agua, los árboles frutales, las gallinas, el huevo, el maíz, el agua, los bienes naturales vistos dentro de la “unidad” territorio, es donde prevalece la lucha por la vida, la misma que con tanta furia hoy se defienden de la apropiación extractivista.

Pensar en las alternativas, creer que somos capaces de poder activar la descolonización -personal, patriarcal, digital, territorial, política y de políticos alineados- y, sobre todo, darnos tiempo para distanciarnos y apagar un rato lo digital para nuevamente escucharnos, vernos, pensarnos diferentes pero, sobre todo, fortalecer la desobediencia civil contra un sistema develado en la profundidad de su fracaso total, aunque aún muy poderoso en términos económicos y políticos.

COVID-19 también por contradictorio que parezca, devela cosas positivas que ponemos también a la reflexión. Han bastado sólo unos días sin la gran locura de la continua actividad humana para que el planeta respire un poco y descanse de nuestra especie y… ella se congratula y nuevamente nos regala un cielo azul.

“¡Es el tiempo de nosotros los Pueblos!” Bety Cariño

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RED MEXICANA DE AFECTADAS Y AFECTADOS POR LA MINERÍA

Imagen: Shuttterstock

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COVID-19: Las empresas mineras ponen a los trabajadores y a las comunidades en el mayor riesgo

Compartimos esta información publicada por MiningWatch sobre situación de los trabajadores mineros y el coronavirus – A 31 de marzo de 2020

Los ejecutivos de la minería se lavan las manos. Claro: se lavan las manos de la responsabilidad por el bienestar de sus trabajadores y comunidades.  Al no actuar rápidamente para restringir o detener las operaciones a la luz de COVID-19, las empresas mineras están poniendo a los trabajadores y las comunidades en un mayor riesgo. Aquí hay diez puntos a considerar:

  1. Las minas están aisladas con recursos de salud limitados: Los proyectos y operaciones mineras suelen estar muy aislados y alejados de las instalaciones y suministros sanitarios adecuados. Las comunidades indígenas y rurales que ya sufren la carga de un acceso insuficiente a los servicios sociales básicos podrían quedar sin ayuda.
  2. Las minas están confinadas y congestionadas: A menudo la minería requiere un gran número de trabajadores que trabajan juntos en espacios confinados, y los campamentos mineros comparten las instalaciones para comer, dormir y bañarse. El distanciamiento social es difícil, si no casi imposible, de practicar en esas condiciones, lo que contribuye a aumentar los riesgos de transmisión.
  3. Las fuerzas laborales de la minería son transitorias: La mayoría de las minas de hoy en día dependen de mano de obra móvil, y la posibilidad de que COVID-19 se introduzca en comunidades remotas y vulnerables por la frecuente exposición a una fuerza laboral transitoria es grande. Las operaciones de vuelos de entrada y salida requieren que el personal esté cerca de los aeropuertos, en aviones, etc. y las operaciones internacionales dependen de ingenieros y gerentes que entran y salen de otros países.
  4. Los campos de exploración son improvisados: Las empresas de exploración a menudo montan y trasladan pequeños campamentos que deben ser portátiles y son muy básicos. A menudo están lejos de las principales carreteras y pueblos, y los trabajadores tienen un acceso limitado incluso a los servicios sanitarios básicos. También es más probable que ellos se encuentren con poblaciones vulnerables que, de otro modo, estarían protegidas por su aislamiento.
  5. Exacerbación de condiciones preexistentes: Algunos mineros y comunidades afectadas ya se enfrentan a consecuencias para la salud como enfermedades respiratorias y pulmonares, o toxicidad por metales pesados. El contacto con el virus podría ser especialmente dañino para estas personas.
  6. Acceso reducido al agua limpia: Muchas minas consumen y contaminan grandes cantidades de agua, a menudo a expensas de las fuentes locales de agua limpia. El lavado de manos frecuente, tanto para los trabajadores de las minas como para las comunidades, puede no ser posible en muchos lugares rurales y remotos.
  7. Aumento de la tensión y la violencia: No se puede permitir que las compañías mineras utilicen el COVID-19 para imponer minas que no tienen el consentimiento de las comunidades locales, o para reprimir a las comunidades que se oponen a sus actividades.
  8. Trabajadores subcontratados en mayor riesgo: La mayoría de las minas hoy en día dependen de que una parte o la totalidad de su fuerza de trabajo subcontratada. Es probable que estos trabajadores no se beneficien de licencias por enfermedad pagadas, que no se autoaíslen por falta de seguridad laboral o que no tengan beneficios de salud para cubrir su infección en caso de que contraigan el virus.
  9. El exceso de trabajo puede amplificar el riesgo: En los campamentos mineros en que las empresas han optado por turnos de cierre en respuesta al COVID-19 para mantener la mina en funcionamiento, se espera que esos mismos trabajadores trabajen más horas y estén lejos de sus familias durante un período de tiempo indefinido. El agotamiento conduce a accidentes y/o a un mayor riesgo de infección.
  10. La minería no es un servicio esencial: La minería es sólo un servicio esencial cuando las reservas existentes son inadecuadas y sus productos se necesitan para cubrir las necesidades de emergencia – por ejemplo, fabricar ventiladores, no coches; construir hospitales, no torres de oficinas. Pero incluso en las circunstancias más esenciales, esto no debería ocurrir sin consentimiento.

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Ana Paula… Te recordamos con cariño

Comunicado de la Red Mexicana de Afectadas y Afectados por la Minería REMA – A 7 de abril de 2020

Querida Ana Paula Hernández Pontón, querida Ana, como siempre te llamamos, que falta nos hace tu apoyo incondicional en estos momentos en los que requerimos del buen tino y las ideas frescas y distintas que nos sirvan para combatir todo aquello que atenta contra la vida. Sin darnos cuenta, rápidamente avanzó un largo año en el cual, de un golpe injusto, un accidente nos arrebató tu siempre cálida presencia, tu sonrisa, tu alegría de vivir para apoyar y fortalecer a las comunidades que están bajo el flagelo de la minería, pero también de las drogas, las armas y la desaparición forzada, tanto en México como en otras regiones de América Latina donde promoviste e hiciste lazos entrañables.

Hace un año que, junto a tus compañeros de viaje Sally O´ Neil, Ana Velásquez y Daniel Tuc, con quienes regresabas de hacer una visita en algunas comunidades de Guatemala, la muerte les tomó por sorpresa dejándonos un gran vacío en el corazón para quienes integramos REMA, así como también de tanta gente con quienes compartiste ese coraje, esa rabia de saber que era necesario luchar contra la avaricia y las injusticias creadas por todo el Modelo Extractivo, pero en particular por el orquestado por las empresas mineras.

Quienes integramos la REMA y el M4, te hemos extrañado tanto cada día, en cada foro y cada reunión donde sentimos la ausencia de tus palabras, así como en cada reunión de amigxs en las que siempre disfrutábamos tanto de tu risa, tu cordialidad y fraternidad hoy tan invaluables ante este nuevo reto viral que enfrentamos en el mundo. Estamos segurxs que son muchas las comunidades -esas que visitabas aun sabiendo los riesgos que implicaban para tu seguridad, mismas que aun sitiadas por el ejercito, la única “certeza” era la violación de los derechos humanos-, quienes en este día pondrán una flor, una veladora, harán un rezo y un pensamiento, intentando te hagas presente y sigas acompañándoles como siempre lo hiciste, en sus luchas que no cesan, que no conocen tregua, pero que, sumando tu energía, evitarán y evitaremos se perpetúen en el territorio.

En donde estés…… sabes que estamos viviendo un fuerte momento de incertidumbre y acompañado de mucha tristeza por las vidas de tanta gente quienes han adelantado su viaje al Mictlán, por culpa de ese capitalismo voraz contra el que tanto luchaste, gente muy valiosa que también su quehacer lo destino a la vida; músicxs, artistas, gente creativa, pensadorxs, defensorxs de la vida, periodistas valientes con la verdad.

Desde acá te decimos que mientras tengamos fuerzas, avivaremos tu mejor herencia; pelear por la vida y continuar cerrando el camino de quienes quieren arrebatarnos todo.

¡ANA PAULA VIVE!

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RED MEXICANA DE AFECTADAS Y AFECTADOS POR LA MINERÍA

#ALERTAHONDURAS: Asesinos de Berta Cáceres serían dejados en libertad en medio de crisis

Comunicado urgente del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras COPINH – A 07 de marzo de 2020

El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras COPINH denuncia la posibilidad de que dos de los asesinos condenados por la muerte de Berta Cáceres salgan de la cárcel en el marco de la emergencia sanitaria.

Se ha hecho de conocimiento de nuestra organización ingentes gestiones para que, Sergio Rodríguez Orellana y Douglas Bustillo, trabajadores de la familia Atala Zablah, condenados a 30 años de prisión por el asesinato, sean puestos en libertad por supuestas razones médicas en medio de la crisis por el Covid-19. Y así mismo más beneficios o incluso la excarcelación para David Castillo, uno de los autores intelectuales del crimen.

El COPINH denuncia enérgicamente que las autoridades del Estado de Honduras y del Instituto Nacional Penitenciario dirigido por el ejército de Honduras pretendan dejar en libertad a estos asesinos convictos aprovechando la crisis de salud que atraviesa el país.

El COPINH denuncia que este plan se sumaría a las condiciones de privilegio en las que se encuentran los delincuentes vinculados al asesinato de Berta Cáceres, en especial David Castillo, quien ha gozado de condiciones excepcionales de visitas, alojamiento VIP y libertades de traslados y transporte, amparado por las anteriores y actuales direcciones del Centro Penitenciario de Támara, donde al parecer se encuentran ahora Rodríguez y Bustillo.

Exigimos que las autoridades encargadas encabezadas por el director de la junta interventora del Sistema Nacional Penitenciario, Coronel José González Maradiaga esclarezcan esta situación.

Hacemos un llamado y alerta nacional e internacional.

Dado a los 7 días del mes de abril de 2020

Imagen: COPINH

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